Develan dimensiones faltantes para medir mejor la pobreza
“En los diseños de investigación y de políticas públicas hay una ausencia de instrumentos para medir dimensiones de la vida que son relevantes para las personas pobres –y que por tanto ellas valoran y tienen razones para valorar”, señala Sabina Alkire, directora de la Iniciativa de...



La experta considera que esta ausencia de instrumentos produce una “discrepancia entre la forma de medir la pobreza y cómo las personas viven su situación”. Alkire y otros investigadores recientemente publicaron un trabajo bajo el paraguas del OPHI y de la Iniciativa de Innovación Social (IIS) de la CAF (Banco de Desarrollo de América Latina), en el que exponen algunas “dimensiones faltantes” en la medición de la pobreza.Estas son: Empoderamiento y agencia, Seguridad física, La capacidad de ir por la vida sin sentir vergüenza, Calidad del empleo, Conectividad social. La necesidad de ampliar la miradaSegún el Premio Nobel de Economía, Amartya Sen, el desarrollo humano se refiere al proceso de expandir las libertades que la gente valora y tiene razones para valorar. Considerando esto, la medición de la pobreza ha evolucionado desde valoraciones unidimensionales, como la Línea de pobreza (referida al ingreso económico), hacia el método de Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI, vivienda, servicios sanitarios, educación básica e ingreso mínimo), y luego hacia el Índice de Desarrollo Humano (IDH, vida larga y saludable, educación y nivel de vida digno).Sin embargo, explica Alkire, el IDH es todavía una medida incompleta: “Está escasamente correlacionado con un conjunto de dimensiones importantes de la vida, como el bienestar emocional, el empoderamiento, la libertad política, las relaciones sociales y comunitarias, la desigualdad, condiciones laborales, ocio, estabilidad política y económica o el medioambiente”.Algunas dimensiones faltantesAcerca Empoderamiento y agencia, la experta en desarrollo por la Universidad de Cambridge, Solava Ibrahim, señala que puede ser pensado como una expansión de la agencia de las personas. Amartya Sen definió la agencia como lo que una persona es libre de hacer y lograr en búsqueda de cualquier objetivo o valores que él o ella consideren importantes.Asimismo, el empoderamiento se refiere al ambiente institucional que le ofrece la oportunidad a la gente de ejercer su agencia de forma fructífera: “la estructura de oportunidad, los aspectos materiales, sociales e institucionales”, o sea en “procesos para aumentar la capacidad de las personas pobres de influenciar en las instituciones del Estado que impactan su vida”.Sobre la Seguridad física, Rachael Diprose de la Escuela de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad de Melbourne, observa que su ausencia o insuficiencia es una de las principales limitantes del desarrollo humano y de una vida en libertad.“Los crímenes cotidianos, conflictos violentos e insurgencias, que suceden tanto en las comunidades como a través de la represión estatal, pueden destruir los logros del desarrollo alcanzados en distintos ámbitos como la educación, la salud, el empleo, la generación de capital y la provisión de infraestructura. La violencia puede generar o sostener trampas de pobreza”, advierte Diprose. Por su parte, el Oficial de investigación de OPHI, Diego Zavaleta, afirma que “cuando se pregunta a la gente pobre en qué consiste su condición, la respuesta suele incluir, además de la falta de ingreso, malas condiciones de vivienda o ausencia de acceso a la salud, a la vergüenza y a la humillación (el estigma de la pobreza, discriminación y un trato injusto), como aspectos importantes de su experiencia”. Esta dimensión (la vergüenza y humillación) “puede impedir que políticas públicas diseñadas para combatir la pobreza tengan resultados favorables (decidir no asistir a un centro de salud por temor a ser discriminados), pueden influir en que la gente no tome acciones para mejorar su vida (asistir a un centro educativo, pedir un crédito o buscar empleo). Todo esto puede perpetuar la situación de la gente que vive en esa condición”, advierte Zavaleta.Sobre la calidad del empleo, María Ana Lugo, del Grupo de Investigación para el Desarrollo del Banco Mundial, observa que “a pesar de que no se trata de una nueva dimensión en la medición del bienestar, algunas veces no es considerada con la profundidad que se merece”.Asimismo, “varios de los tipos de indicadores sobre el mercado laboral que se usan tradicionalmente han sido diseñados para economías desarrolladas y no son igual de relevantes para países en vías de desarrollo”, agrega, y propone distintos mecanismos para una mejor medición.Sobre la Conectividad social, Zavaleta afirma que su ausencia supone el aislamiento social, algo que “las personas lo identifican como un impedimento para alcanzar su bienestar”, y que es un factor importante para entender la pobreza. “No es casual que el aislamiento social haya sido analizado desde diversas teorías, como la del capital social o la exclusión social”.“Sin embargo, la falta de datos que informen sobre las diversas características del aislamiento social y sus vínculos con otras dimensiones del bienestar son un obstáculo para la comprensión y la reversión de esta problemática”, agrega.