Transgénicos no han ampliado la seguridad alimentaria
Una reciente publicación de la organización de salud Environmental Working Group (EWG), titulada “Alimentando al mundo sin organismos genéticamente modificados (OGM)”, asevera que “el argumento de que estos (los transgénicos) ayudarán a alimentar al mundo ignora el hecho de que el...



En Bolivia, tanto el gobierno como los poderosos sectores agroempresariales del oriente, han afirmado que los transgénicos contribuirán a paliar el hambre del mundo y contribuirán a la seguridad alimentaria del país. Sin embargo, numerosos investigadores, activistas e incluso sectores campesinos afines al propio gobierno han sido los encargados de rebatir estas afirmaciones, y han sido tajantes al decir que esa producción está destinada a la exportación (no a la alimentación de los bolivianos), y el objetivo es simplemente el de generar divisas. Además de los ya conocidos impactos sociales, económicos y ecológicos de los transgénicos, en esta ocasión la investigacióndel EWG encuentra que la agricultura campesina tradicional “aumenta los suministros de alimentos y reducen el impacto ambiental de la producción”. Su informe señala que “la inversión de las ‘compañías de semillas’ en optimizar la producción en áreas de alto rendimiento hace poco por mejorar la seguridad alimenticia; principalmente ayuda a llenar los bolsillos de las compañías químicas de semillas, los cultivadores a gran escala y los productores de etanol de maíz”.Asimismo, tras un análisis de varias investigaciones recientes acerca de los transgénicos en la producción agrícola, el estudio establece que “los organismos genéticamente modificados no son más productivos que los cultivos que no los utilizan en Europa occidental”, y que gracias a un reciente caso en África se demostró que “los cultivos que eran cruzados para tolerar la sequía usando técnicas tradicionales mejoraron la producción en un 30% más que aquellos modificados genéticamente”.Records agrícolas en India sin transgénicosEn los últimos meses ha sonado mucho el caso de uno de los pueblos más pobres de India, Bihar, donde sus agricultores están cultivando y produciendo cantidades consideradas “récords mundiales” de arroz (que sí es alimento), sin semillas transgénicas, herbicidas o cualquier otro producto tóxico. Así lo detalló un reportaje del diario británico TheGuardian, reproducido por varios medios y webs a nivel mundial, que cuenta la historia de SumantKumar, un joven agricultor de ese pueblo que utilizando sólo estiércol de granja y sin ningún tipo de herbicidas, logró producir la “asombrosa cantidad de 22,4 toneladas de arroz en una hectárea de tierra”.Esta cantidad es efectivamente considerada asombrosa porque ha superado no sólo las 19,4 toneladas alcanzados por el “padre del arroz”, el científico agrícola chino Yuan Longping, sino también a los científicos financiados por el Banco Mundial en el Instituto Internacional de Investigación del Arroz en Filipinas, y a cualquier semilla de las empresas de transgénicos.Y no fue sólo Sumant Kumar quien logró excepcionales rendimientos de arroz, sino también otros productores (amigos y rivales suyos), como Krishna, Nitish, Sanjay y Bijay, en Darveshpura, quienes produjeron más de 17 toneladas cada uno, así como muchos otros en los pueblos vecinos.Si bien al principio las universidades agrícolas estatales no les creyeron y les acusaron de hacer trampa, el propio gobierno de India verificó estas cosechas, quedando oficialmente confirmado el logro. Y solo 6 meses después, los agricultores de Bihar batieron el record mundial de producción de papas y luego también de trigo.Los científicos encontraron que la razón de los grandes rendimientos es un método de cultivo llamado Sistema Intensificado de Cultivo de Arroz (SRI, por sus siglas en inglés), que ha incrementado los rendimientos en el trigo, papas, caña de azúcar, tomate, ajo, berenjena y muchos otros cultivos.La enseñanza del método SRI se ha traducido en un aumento del 45% en los rendimientos de la región, y el gobierno de India quiere invertir 50 millones de dólares en SRI este año, “aunque los gobiernos occidentales y las fundaciones están frenando estas inversiones, prefiriendo invertir en la investigación de alta tecnología”, dice TheGuardian.El método SRI se basa en el uso de abono orgánico, respetando más a la naturaleza y por tanto más sostenible a largo plazo en contraposición con la “revolución verde”, que evitó la hambruna de la India en la década de 1970 basándose en variedades mejoradas de cultivos, pesticidas y fertilizantes químicos.
Agroecología y agroforestería, algunas alternativas en Bolivia
Como respuesta a los planes gubernamentales y agroempresariales de apostar por la ampliación de los monocultivos para la exportación y la masificación de variedades transgénicas en el país, las organizaciones campesinas piden que se les de apenas una fracción del apoyo económico para mostrar que sus métodos tradicionales pueden rendir más y verdaderamente alimentar al país. Entre los métodos más sonados (aunque hay varias otras alternativas poco promocionadas desde el Estado) está la agroforestería dinámica, que se destaca como método por su imitación de los procesos naturales y la asociación de cultivos y frutales con especies nativas, melíferas, medicinales. Este sistema logra una producción diversa en un menor espacio utilizando diferentes estratos productivos en la misma parcela, combinando especies nitrificadoras del suelo con cultivos que necesitan mucha cantidad de este nutriente, logrando producción de mayor calidad (sin uso de agroquímicos) y de mayor cantidad, ahorrando además el agua de riego.Se han visto excelentes resultados con este tipo de métodos en Sapecho (La Paz) con productores de cacao y frutas tropicales, en el Beni con la producción de castaña, en Monteagudo (Chuquisaca) donde existen sistemas silvopastoriles, entre otros, según destaca la experta NoemiStadler-Kaulich, de la organización Naturefund.