Identifican puntos críticos de los gobiernos subnacionales
Uno de los temas más complicados para gobernaciones y municipios del país continúa siendo su capacidad para planificar y ejecutar sus respectivos presupuestos. La Fundación Jubileo considera que hoy persiste “una deficiente ejecución del presupuesto subnacional y una consiguiente...



Esta tendencia es más notoria desde la aprobación de la Ley de Hidrocarburos el año 2005, a través de la cual se otorgó muchos más recursos a gobiernos subnacionales con la creación del Impuesto Directo a los Hidrocarburos. Esto coincidió con los altos precios internacionales de las materias primas que Bolivia exporta, lo que ha incrementado los ingresos por regalías.Según datos oficiales, hasta el 31 de diciembre de 2014 se acumularon cerca de 2 mil millones de dólares en saldos no ejecutados en caja y bancos de las gobernaciones, municipios y universidades. Como ya es de conocimiento general, el Presupuesto General del Estado (PGE) 2015 autoriza que este dinero sea registrado por el Ministerio de Economía y Finanzas Públicas para ser reasignado. Aunque el Gobierno ha insistido que este dinero será invertido en proyectos productivos para hacerle frente a la caída del precio del petróleo, persiste el temor de que esta medida permita que estos saldos corran el mismo destino que los 15 mil millones que Bolivia tiene de Reservas Internacionales Netas, o de los cientos de millones de la liquidez del Tesoro General de la Nación (TGN); es decir: ser prestados a poderosos bancos y países del exterior a bajísimas tasas de retorno.De cualquier manera, uno de los puntos críticos es la falta de capacidad de ejecutar los recursos subnacionales.La Fundación Jubileo considera que “la gestión pública subnacional se ha caracterizado por la constante rotación del personal y por estar altamente politizada, en sentido de que la contratación de los recursos humanos obedece principalmente al color del partido político de turno más que a la capacidad técnica”.Asimismo, los gobiernos municipales, a pesar de contar ya con 20 años de gestión pública con administración de recursos, desde la Ley de Participación Popular, “aún se encuentran, en general, estancados, repitiendo un ciclo de constante aprendizaje que parece de nunca acabar. Igualmente, algunas gobernaciones aún no tienen una institucionalidad suficientemente fortalecida para cumplir con sus atribuciones”, advierte Jubileo.La organización critica además el “desmedido” crecimiento de los gastos corrientes del sector público, incluyendo los gastos de la burocracia estatal, “lo que implica un desperdicio de los valiosos recursos que actualmente se tienen”.Jubileo propone entonces fortalecer la institucionalidad y los recursos humanos, respetar la carrera administrativa, y mejorar y formalizar los procedimientos administrativos y financieros.De igual manera, el gobierno central ha llamado la atención a los municipios y gobernaciones por no haber logrado hasta ahora generar sus propios ingresos y depender demasiado de lo que se les asigna.El ministro de Autonomías, Hugo Siles, ha afirmado que es tarea pendiente lograr que las entidades subnacionales dejen de depender las transferencias del TGN, por lo que se debe trabajar en el municipio y la gobernación productiva.En la misma línea, el presidente Evo Morales afirmó que “Bolivia tiene que ser un país productor y no solo un país consumista”, análisis que se extiende a los gobiernos subnacionales.Casi no existe planificaciónSegún la nueva Constitución Política del Estado, los gobiernos subnacionales tienen la competencia de elaborar, aprobar y ejecutar sus Planes de Desarrollo Departamentales(PDD) y Planes de Desarrollo Municipales (PDM).Sin embargo, “en muchos casos, no se ha cumplido y/o se ha convertido en un documento aprobado por simple formalismo, perdiendo su carácter estratégico que debiera tener para delinear el desarrollo; lo que, además, puede traducirse en un deficiente uso de los recursos públicos”, advierte la Fundación Jubileo.Esta falencia es una de las causantes de que, por ejemplo, los gobiernos departamentales hayan atendido principalmente proyectos pequeños, en algunos casos incluso de alcance municipal, en lugar de proyectos estratégicos de gran magnitud.Por la misma razón, destaca Jubileo, “los municipios presupuestan en cada gestión una gran cantidad de programas y proyectos en lugar de priorizar obras o emprendimientos que verdaderamente impulsen su desarrollo”.
Es necesario priorizar el desarrollo productivo
Como se sabe, la inversión productiva alternativa a los sectores extractivos de hidrocarburos y minerales es la referida a los sectores agropecuario (riego y otros), desarrollo económico local, industria y turismo.Según datos del Viceministerio de Inversión Pública y Financiamiento Externo (VIPFE), en el caso de los gobiernos departamentales, la inversión productiva alternativa a los sectores extractivos alcanza a 26% de la inversión total (el sector agropecuario es el más beneficiado con 22%).Sin embargo, el sector de industria y turismo tiene solamente el 4% de la inversión total. Según Jubileo, esto “sería insuficiente para que este sector sea verdaderamente impulsado por la inversión departamental”.Por su parte, según datos del Presupuesto General del Estado 2014, los gobiernos municipales orientaron su inversión principalmente a los sectores de infraestructura y sociales, mientras que la inversión productiva alternativa a los sectores extractivos solamente alcanzó a 5,3% del total en 2014. La fundación Jubileo considera que se requiere un cambio de visión en relación al gasto subnacional: se debe invertir en capacitación, asistencia técnica, infraestructura, servicios, equipamiento y otros para el sector productivo.De igual manera, se deben generar políticas y programas reglamentados por los propios gobiernos subnacionales, para, entre otros, crear “empresas públicas o mixtas” (es decir de propiedad tanto pública como privada), promover alianzas con organizaciones económicas comunitarias, campesinas y de la micro, pequeña y mediana empresa”.