Grecia abre senda del cambio contra la austeridad en Europa
La poco sorpresiva, pero histórica, victoria de Syriza (la izquierda griega), ha reavivado las advertencias de parte de la Troika (Fondo Monetario Internacional-FMI, Unión Europea y Banco Central Europeo), respecto a que no aceptarán ninguna medida de alivio de la deuda griega.



Sin embargo, el secretario general adjunto del Comité para la Anulación de la Deuda del Tercer Mundo (CADTM) en Bélgica, Vivien Renaud, afirma que los países pueden “repudiar sus deudas”.Si bien el flamante primer ministro de Grecia, Alexis Tsipras, afirmó en su primera reunión de gabinete que su país no incumplirá sus deudas, en el derecho internacional se establece la posibilidad de ello. Según un informe de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD por sus siglas en inglés), elaborado en 2007 por el jurista Robert Howse, la obligación de los estados de reembolsar la deuda nunca se ha reconocido en la historia como incondicional, y según Renaud choca con dos límites fundamentales.El primero de ellos, señala el secretario general adjunto de la CADTM, es que según lo establece el derecho internacional “lo primero que debe hacer el Estado es cumplir con su población. La obligación de respetar los derechos humanos está por encima de todos los demás compromisos adquiridos por el Estado, como en el caso de los compromisos con sus acreedores. El artículo 103 de la Carta de las Naciones Unidas lo señala claramente”.Renaud señala también que el argumento jurídico del “estado de necesidad” es todavía más explícito en materia de deuda: “No se puede pretender que un Estado cierre sus escuelas, universidades y tribunales. Que abandone los servicios públicos de tal manera que lance a su comunidad al caos y la anarquía para disponer del dinero para reembolsar sus deudas externas o internas”.Además de estos argumentos, economistas de renombre han mostrado efectos positivos del no pago de la deuda sobre la economía de los países deudores. Por un lado, el premio Nobel de economía, Joseph Stiglitz ha manifestado que “empíricamente existen pocas pruebas de que el impago conlleve un largo período de exclusión del acceso a los mercados financieros (…) por lo tanto, en la práctica, la amenaza del cierre del grifo del crédito no es real”. Por su parte, los antiguos economistas del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Eduardo Levy Yeyati y Ugo Panizza, han realizado investigaciones académicas y empíricas sobre los impagos de una cuarentena de países. Su conclusión: “Los períodos de suspensión de pagos marcan el principio de la recuperación económica”. El segundo límite para la obligación de los Estados de reembolsar sus deudas se refiere a la validez de la propia deuda, validez que es duramente cuestionada por Viviene Renaud y la CATDM en general. Y como señala Howse en su informe para la UNCTAD, el principio de continuidad del Estado y el derecho mercantil están limitados por las consideraciones de igualdad, el fraude, el cambio fundamental de circunstancias, la mala fe, la incompetencia del firmante, el abuso de derecho, etc.
Auditoría a la deuda griega
El también miembro del CADTM, Éric Toussaint, se ha preguntado recientemetne “¿Qué pasará si Syriza, una vez en el gobierno, decidiera tomar literalmente el artículo 7 de un reglamento adoptado en mayo de 2013 por la Unión Europea para los países sometidos a un plan de ajuste estructural?”De hecho, el punto 9 del citado artículo 7 dice textualmente: “Un Estado miembro sometido a un programa de ajuste macroeconómico efectuará una auditoría exhaustiva de sus finanzas públicas a fin, entre otras cosas, de evaluar las razones por las que se ha incurrido en niveles excesivos de endeudamiento y de detectar cualquier posible irregularidad”.Para contextualizar, vale recordar que la deuda griega representaba el 113% de su PIB en 2009, antes del estallido de la crisis en el país. Extrañamente, tras la intervención de la troika, que es dueña del 80% de esa deuda, ésta subió hasta el 175% del PIB en 2014. Según Toussaint, “una auditoría de la deuda griega mostrará que los bancos comerciales europeos aumentaron con intensidad sus créditos a Grecia entre finales de 2005 y 2009 (los créditos se incrementaron en más de 60.000 millones de euros, pasando de 80.000 millones a 140.000 millones) sin considerar la capacidad de Grecia para devolverlos”, determinando las irregularidades y la invalidez de esta deuda.“No continuaremos con una política servil”, ha manifestado Tsipras, a tiempo de recordar que no continuará con las políticas de austeridad, aunque tampoco quiere confrontarse con la troika respecto al no pago de la deuda. La CADTM considera que las irregularidades y violaciones de parte de la troika en realidad le “permiten a Grecia anular sus compromisos de aplicar medidas de austeridad y de reembolsar la deuda respecto a la troika”, y además “demuestran el abismo entre los propios compromisos del FMI y la Unión Europea y la realidad”. Habrá que ver de qué manera el nuevo gobierno encabezado por Syriza lleva a cabo su programa de recuperación económica, cuya responsabilidad recaerá principalmente en el recientemente nombrado ministro del área: el profesor de economía de 53 años, Yanis Varoufakis, calificado de “radical” por muchos medios y dirigentes de la derecha griega y europea.