Liga española
El Barça sale vivo de Balaídos por un penal en el final del partido
El árbitro obligó a repetirlo en el descuento y Lewandowski no falló dando los tres puntos ante el Celta de Vigo
A días de verse con el Nápoles en la Champions League, el Barça salvó sus opciones en LaLiga en un final de partido dramático. Un penalti de Lewandowski en el descuento, que debió repetirse, mantiene vivo al equipo azulgrana y le asegura la comodidad de asentarse en los puestos europeos. Balaídos rugió de rabia pero Guaita había desactivado la polémica cometiendo el error de avanzarse. El polaco no falló a la segunda. Lo mejor, los tres puntos.
El Barça se sostiene por la lucidez de Lamine y la efectividad de Lewandowski. Estuvo a punto de dimitir un poco más en LaLiga. Evidenció ante el Celta que es un equipo que se resquebraja con facilidad, con muy poco. Que le falta consistencia y que saca sus resultados con un esfuerzo extremo. Y a veces le cuesta tanto que sufre hasta ala agonía.
La última jornada que se pasó por Balaídos, la definitiva de la pasada Liga, el Barça venía de vacaciones con el título bajo el brazo. Acabó perdiendo sin más para regocijo celtiña que salvó aquel día la categoría. Esta vez, el contexto era distinto, con un Xavi con fecha de caducidad en junio y el equipo tratando a la desesperada de clasificarse entre los cuatro primeros, para garantizarse los millones de la Champions y a poder ser el billete para la Supercopa de Arabia Saudí.
El técnico varió el diseño para que el equipo volviera a sentirse más reconocible. Apostó por la jefatura de Araujo, la continuidad de la figura de un mediocentro reciclado como Christensen y la eficacia de un Vitor Roque de titular por primera vez acompañando a Lewandowski y a un Lamine Yamal acumulando siete encuentros de partida novedad. La apuesta salió como siempre, sin mucho.
El Barça propuso primero. Trató de adueñarse de la pelota y generar peligro. Avisó pronto Lamine Yamal con una diagonal por dentro y un disparo en la frontal al segundo palo que rechazó Guaita, No había pasado ni diez minutos. Lejos de impresionarse, el Celta replicó de inmediato con un chut blando de Larsen con intervención de Ter Stegen. El partido entró en una fase de juego alterno.
Presionando de manera aplicada, los azulgrana probaban los cambios de juego buscando la verticalidad de sus bandas, mientras los gallegos, arreaban en las transiciones aprovechando el cúmulo de errores individuales del rival. A los de Xavi les penalizaba en exceso la irregularidad, dependiendo de nuevo de la lucidez de Lamine. El Celta iba reculando poco a poco.
Daba la impresión, de todas formas, de que el Barça quería pero no sabía cómo. No desprendía la urgencia de saberse por detrás en la LaLiga, de que les iba la vida. El partido transcurría con la cadencia de quien es superior pero también con condescendencia. Al Celta ya le iba bien hasta cierto punto. Con aire conformista iba tirando de algunos intentos por los extremos, correteando con más velocidad.
Y ese desequilibrio constante, Lamine, otra vez él, volvió a poner luz al juego ofensivo del Barça. Viniendo de asociarse con Pedri, con un exquisitez brillante, lo probó con Lewandowski. Y al delantero polaco cuando le surtes de ocasiones no acostumbra a desperdiciarlas. Recogió el balón y lanzó un trallazo para romper la red y poner el 0-1. Gestual como pocos, Xavi lo celebraba en el área técnica. El equipo, apiñado. El Barça se fue al descanso ganando pero antes, otra vez, concedió una al Celta.
Al regreso, una sorpresa y el infortunio. Araujo se quedó en el banquillo dando entrada a Iñigo Martínez y a los dos minutos, en el 47, un disparo desviado por Koundé acabó en gol. Era el empate. El maleficio seguía. Otro tanto de Aspas a Ter Stegen y de nuevo el Barça encajaba un gol. Y ya van 24 en este 2024.
Los dos técnicos actuaron de inmediato. Xavi, sobre todo, cambiando la sala de máquinas dando entrada a Gundogan y a Raphinha por Christensen y Vitor Toque, ambos imperceptibles. El Barça se fortaleció pero sin generar un juego preciso. Sí, lo probó Raphinha y después Gündogan pero faltaba acierto. Emoción y poco más.
Y llegó el final dramático. UN penalti claro sobre Lamine puso a Lewandpwski en el foco. Lo tiró una vez. El árbitro lo hizo repetir porque Huatia se había avanzado. El 1-2 que no tapa las limitaciones.