Portugal triunfa sobre Uruguay y lo deja con un pie fuera del Mundial
Para avanzar en el Mundial, los charrúas no tendrán otra opción que derrotar a Ghana en la última fecha, y a su vez esperar que Corea del Sur no le gane al conjunto luso.
Uruguay cayó este lunes por 2-0 frente a Portugal en la segunda fecha del Grupo H y comprometió su chance de meterse en los octavos de final de la Copa del Mundo de Qatar 2022.
La Celeste quedó en el último puesto del Grupo H con 1 punto y saldo de goles de -2, mientras que Corea tiene 1 punto y saldo -1, Ghana suma tres puntos y Portugal, ya clasificado, llegó a las 6 unidades y aseguró la clasificación.
Para avanzar en el Mundial, Uruguay no tendrá otra opción que derrotar a Ghana en la última fecha, y a su vez esperar que Corea del Sur no le gane al conjunto luso.
Si el equipo de Diego Alonso obtiene la victoria llegaría a 4 puntos y superaría la línea de Ghana. Si esto sucede y el conjunto surcoreano se impone contra Portugal, la diferencia de goles será la que determine el clasificado a la próxima ronda.
Hoy, Uruguay está obligado a ganar y a su vez, tendrá que esperar para saber qué sucede con el otro partido de la serie para aspirar a meterse en los octavos de final.
La formación y el esquema táctico elegidos por Diego Alonso fueron una declaración de principios. Salió al campo de juego de Lusail a cederle la iniciativa a Portugal, resignar la posesión, ensanchar la cancha en defensa e intentar aprovechar las opciones aisladas que pueda generar. El plan era claro pero también riesgoso ante un adversario con semejante jerarquía individual. Cualquier acierto de los lusos podía desechar la idea charrúa, tal como sucedió.
Aunque para la tabla de posiciones la diferencia entre ganar y perder no era significativa (en ambos casos quedaba obligado a derrotar a Ghana en la última fecha para clasificar), Uruguay salió a jugar en campo propio. Pocos jugadores para tener la pelota en la mitad de la cancha, dos delanteros muy aislados y multitud cerca de Sergio Rochet. Todo funcionó hasta que Bruno Fernándes y Cristiano Ronaldo se encontraron, algo era muy fácil de imaginar posible.