El River de Gallardo se coronó campeón en su país



16 victorias en 22 presentaciones. 48 goles a favor y apenas 13 en contra. 12 puntos de ventaja sobre Talleres de Córdoba y Defensa y Justicia, sus más inmediatos perseguidores. River Plate es otra vez campeón del fútbol argentino. Justo y arrollador campeón de la Liga Profesional. Derrotó 4-0 a Racing con goles de Agustín Palavecino, Julián Álvarez y Braian Romero (2), y se colocó la corona tres fechas antes del epílogo de la competencia. Todo un símbolo de su abrumadora superioridad.
Así, Marcelo Gallardo logró su decimotercera vuelta olímpica desde su arribo a la institución, allá por mediados de 2014. Le faltaba una liga (el club no alzaba el trofeo de Primera División justamente desde hace siete años, con Ramón Díaz). Pero en cuanto se pudo enfocar en su búsqueda, arrasó.
En lo que refiere al partido frente a la Academia nunca peligró el resultado, incluso con el empate River ya era campeón. Era solamente un trámite para que el equipo de Gallardo de la vuelta porque sacó ventaja con mucha anticipación, si no era en este encuentro iba a ser en algún próximo. Ganó el partido ante su gente como lo merece un campeón y no hay discusión en Argentina de que es hoy el mejor equipo en este momento de ese país.