España y Alemania igualan en la reanudación del fútbol de selecciones



La nueva etapa de Luis Enrique al frente de la Selección de España empezó con un empate ‘in extremis’ ante Alemania, una potente selección que evidenció estar ahora mismo un punto por encima del combinado español. El gol de Gayá en el tiempo de descuento sirvió para esquivar una derrota en el estreno de la Nations League y sin duda fue un premio a la perseverancia y tozudez de La Roja.
Como quiere el seleccionador, el estilo de La Roja fue reconocible. Balón jugado con criterio, asociación entre futbolistas, buena presión tras pérdida y una clara vocación ofensiva. Únicamente faltó algo más de acierto de cara al gol, el mismo pecado de una Alemania que pudo anotar alguno más de no ser por las paradas de David De Gea, uno de los jugadores más destacados del partido.
Más allá del resultado, el encuentro también será recordado por los cuatro debutantes ayer (Ferran Torres, Ansu Fati, Mikel Merino y Óscar Rodríguez), un dato que evidencia el proceso de renovación en que se encuentra ahora mismo España.
Ferran fue titular
La primera elección de Luis Enrique en su regreso al banquillo de la Selección no fue tan revolucionaria como se podía esperar. El asturiano confió en su once más ‘veterano’, comandado por Sergio Ramos y Busquets y Jesús Navas, y a su vez despejó la incógnita que suscitaba la portería al apostando finalmente por De Gea en detrimento de Kepa.
Pero lo más destacado de la alineación sin duda fue el debut de Ferran Torres. El flamante delantero del Manchester City se estrenó con La Roja formando tridente con Rodrigo y Navas, quien dejó el lateral derecho para ejercer de extremo en ausencia de Asensio. En el eje defensivo, la posición donde más pruebas ha realizado el seleccionador, Pau Torres aportó un nuevo aire junto al incombustible Ramos.
Ya avisó Luis Enrique que España intentaría ser protagonista desde el inicio, pero en frente se encontró a una Alemania muy vertical que supo explotar los puntos débiles de la zaga española. De hecho, el gran protagonista de La Roja en el inicio del encuentro fue De Gea, autor de tres paradas de mérito en los primeros 20 minutos de juego.
El equipo teutón, gracias a la velocidad de Sané, encontraba facilidades por el costado de Gayá, pero los remates de Kherer, Draxler y el propio Sané se toparon con el acierto y la concentración del guardameta español del Manchester United.
Antes de llegar a la media hora de juego, España empezó a carburar. Incluso se apuntó alguna llegada con peligro, especialmente en una acción de pizarra donde Busquets puso en aprietos a Trapp. El portero alemán sacó más tarde un pie al disparo de Rodrigo, quien de inicio desperdició una ocasión inmejorable para adelantar a La Roja en una indecisión de Alemania al tardar demasiado en rematar.
Werner no perdona
La segunda mitad empezó con situaciones contrapuestas: la alegría del debut de Ansu Fati y Mikel Merino y el golpe que asestó Alemania para adelantarse en el marcador. Gündogan hizo un cambio de juego para Gosens, el lateral amortiguó el balón y pasó atrás para Werner, que buscó el hueco y terminó alojando el balón en la portería española sin que De Gea pudiera hacer nada.
A media hora para el final, España se obligaba a la remontada y rápidamente estableció el cerco al arco contrario. Rodrigo apuntó demasiado alto en un buen disparo y luego a Fabián le faltó espacio ante la salida de Trapp. Mientras, Alemania pudo rematar el encuentro con un contragolpe de Sané, pero Werner esta vez estrelló el esférico contra el lateral de la portería española.
El tramo final de partido fue un monólogo de La Roja, que embotelló a la selección alemana en su área. Los pupilos de Luis Enrique intentaban generar espacios, pero cuando no los había el disparo lejano también era una buena opción. El de Thiago estuvo cerca de devolver el empate al marcador, pero acabó rozando el palo.
Con el paso del tiempo, las fuerzas se fueron agotando para una España que nunca dejó de creer en el empate. Empujados desde la banda por los gritos de Luis Enrique, España encontró lo que se proponía y consiguió la igualada con un gol postrero de Gayá tras un centro al área. Su primer gol con La Roja permitió esquivar la derrota, que no es poco.