“Llegamos a sorprender al mundo entero”
Las constantes peticiones de autógrafos y fotos de los hinchas han impedido al seleccionador croata, Zlatko Dalic, disfrutar últimamente del lujo de tener unos minutos de tranquilidad en el vestíbulo de su hotel. Aun así, está disfrutando de esta etapa al frente del conjunto balcánico,...
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Las constantes peticiones de autógrafos y fotos de los hinchas han impedido al seleccionador croata, Zlatko Dalic, disfrutar últimamente del lujo de tener unos minutos de tranquilidad en el vestíbulo de su hotel.
Aun así, está disfrutando de esta etapa al frente del conjunto balcánico, que se prepara para afrontar su mayor reto en la Copa Mundial de la FIFA Rusia 2018: la final, este domingo ante Francia en el estadio Luzhnikí de Moscú, un duelo en el que cualquier entrenador sueña con participar.
“Seguimos viviendo nuestros sueños, ahora estamos muy cerca”, declara con calma el técnico desde el hotel del equipo, situado en el centro de Moscú.
Dalic, centrocampista defensivo en su época de jugador, nunca vistió los colores de Croacia, pero no vaciló a la hora de hacerse cargo de la selección absoluta de su país el pasado mes de octubre, cuando corría el riesgo de quedar eliminada de la competición preliminar de Rusia 2018.
“Siempre he tomado los caminos más difíciles, en mi vida y en mi carrera. No quería limitarme a ser un entrenador medio en Croacia. Tenía que empezar en el club más modesto”, explica.
“Al cabo de un año en Asia, pasé a ser el mejor técnico, y luego dirigí durante tres años al Al Ain [en los Emiratos Árabes Unidos], que es como el Real Madrid en Europa. Para mí fue una experiencia grandísima. Entrené a los dos clubes más grandes de Asia, y cuando recibí la llamada de Croacia no lo dudé”.
País pequeño, selección enorme
Ahora, transcurridos unos meses, Dalic ya ha superado a su mentor, Miroslav Blazevic, quien consiguió una tercera posición con Croacia en el estreno del país en el Mundial, allá por 1998.
“Con este gran resultado [la clasificación para la final], no cabe duda de que hemos entrado en la historia, al ser uno de los países más pequeños que han disputado un Mundial”, recuerda Dalic.
“Si nos fijamos en las condiciones en las que trabajamos, somos un fenómeno que asombra al mundo. Nosotros no tenemos el entorno apropiado, con grandes equipos [en la liga croata], pero sí contamos con grandes jugadores, que nos han dado esta alegría tremenda. Es un éxito mundial”.
Croacia es la nación más pequeña que llega a la final de un Mundial desde 1950, cuando lo hizo Uruguay, y Dalic considera que sus hombres disponen de las cualidades necesarias para ganar el trofeo el domingo por la tarde.
“La final del Mundial enfrentará a dos grandes equipos”, afirma. “Va a ser nuestro partido más importante, y el rival más complicado, eso seguro. Francia es muy peligrosa en los contraataques. Nosotros hemos recorrido un camino difícil hasta llegar a la final, pero no hay excusas, estamos listos para el último partido del torneo”, concluye.
Aun así, está disfrutando de esta etapa al frente del conjunto balcánico, que se prepara para afrontar su mayor reto en la Copa Mundial de la FIFA Rusia 2018: la final, este domingo ante Francia en el estadio Luzhnikí de Moscú, un duelo en el que cualquier entrenador sueña con participar.
“Seguimos viviendo nuestros sueños, ahora estamos muy cerca”, declara con calma el técnico desde el hotel del equipo, situado en el centro de Moscú.
Dalic, centrocampista defensivo en su época de jugador, nunca vistió los colores de Croacia, pero no vaciló a la hora de hacerse cargo de la selección absoluta de su país el pasado mes de octubre, cuando corría el riesgo de quedar eliminada de la competición preliminar de Rusia 2018.
“Siempre he tomado los caminos más difíciles, en mi vida y en mi carrera. No quería limitarme a ser un entrenador medio en Croacia. Tenía que empezar en el club más modesto”, explica.
“Al cabo de un año en Asia, pasé a ser el mejor técnico, y luego dirigí durante tres años al Al Ain [en los Emiratos Árabes Unidos], que es como el Real Madrid en Europa. Para mí fue una experiencia grandísima. Entrené a los dos clubes más grandes de Asia, y cuando recibí la llamada de Croacia no lo dudé”.
País pequeño, selección enorme
Ahora, transcurridos unos meses, Dalic ya ha superado a su mentor, Miroslav Blazevic, quien consiguió una tercera posición con Croacia en el estreno del país en el Mundial, allá por 1998.
“Con este gran resultado [la clasificación para la final], no cabe duda de que hemos entrado en la historia, al ser uno de los países más pequeños que han disputado un Mundial”, recuerda Dalic.
“Si nos fijamos en las condiciones en las que trabajamos, somos un fenómeno que asombra al mundo. Nosotros no tenemos el entorno apropiado, con grandes equipos [en la liga croata], pero sí contamos con grandes jugadores, que nos han dado esta alegría tremenda. Es un éxito mundial”.
Croacia es la nación más pequeña que llega a la final de un Mundial desde 1950, cuando lo hizo Uruguay, y Dalic considera que sus hombres disponen de las cualidades necesarias para ganar el trofeo el domingo por la tarde.
“La final del Mundial enfrentará a dos grandes equipos”, afirma. “Va a ser nuestro partido más importante, y el rival más complicado, eso seguro. Francia es muy peligrosa en los contraataques. Nosotros hemos recorrido un camino difícil hasta llegar a la final, pero no hay excusas, estamos listos para el último partido del torneo”, concluye.