Croacia busca revivir el sueño del '98
La segunda generación de oro en Croacia ha logrado su primer gran objetivo en el Mundial de Rusia. Los Rakitic, Modric, Mandzukic y compañía aspiraban a repetir las semifinales que sus ídolos alcanzaron 20 años atrás, en la Copa del Mundo de Francia ’98. Después de la campanada de ayer...
La segunda generación de oro en Croacia ha logrado su primer gran objetivo en el Mundial de Rusia. Los Rakitic, Modric, Mandzukic y compañía aspiraban a repetir las semifinales que sus ídolos alcanzaron 20 años atrás, en la Copa del Mundo de Francia ’98. Después de la campanada de ayer en Sochi, los Boban, Jarni y Suker tienen relevo garantizado y con muchas papeletas para superarles como leyendas del fútbol ‘vatreni’. Para poder vengar aquella lejana semifinal en la que sólo la Francia de Deschamps y Zidane pudo apartar de la final a Croacia, la hornada que doma Zlatko Dalic se ha abonado a las tandas de penaltis.
En el desempate desde los once metros ha encontrado su sino el combinado balcánico. Y es que con la diana definitiva de Rakitic, Croacia se convirtió en la segunda selección de la historia de los Mundiales que supera dos rondas consecutivas por penaltis tras Argentina en 1990. Y ambas se cargaron a las anfitrionas, Italia y Rusia.
Los datos y el temple de los croatas desde el punto fatídico hablan por sí solos. Dinamarca probó en sus carnes la eficacia croata en los octavos de final, cuando los balcánicos anotaron tres y aprovecharon otras tantas paradas de Subasic para pasar de ronda.
El portero del Mónaco, además, entra en la leyenda al ser el tercer portero que detiene cuatro penas máximas en tandas de desempate junto a Schumacher y Goycochea.
En el desempate desde los once metros ha encontrado su sino el combinado balcánico. Y es que con la diana definitiva de Rakitic, Croacia se convirtió en la segunda selección de la historia de los Mundiales que supera dos rondas consecutivas por penaltis tras Argentina en 1990. Y ambas se cargaron a las anfitrionas, Italia y Rusia.
Los datos y el temple de los croatas desde el punto fatídico hablan por sí solos. Dinamarca probó en sus carnes la eficacia croata en los octavos de final, cuando los balcánicos anotaron tres y aprovecharon otras tantas paradas de Subasic para pasar de ronda.
El portero del Mónaco, además, entra en la leyenda al ser el tercer portero que detiene cuatro penas máximas en tandas de desempate junto a Schumacher y Goycochea.