Capuchín el burrito
Queridos amiguitos, voy a contarles la historia de Capuchín un burrito



Queridos amiguitos, voy a contarles la historia de Capuchín un burrito que a la vida vino sólo a trabajar. Todo comienza cuando Capuchín a muy temprana edad, de sol a sol a llevar la carga se esforzaba, que vida tan cruel, pensaba el burrito.
Si pudiera tener la libertad de otros animales
¡Qué lindo sería¡ ... pero por más que se lamentaba el ajetreo jamás terminaba, el pobre Capuchín nunca sabía lo que era la ternura de sus amos , más al contrario, palo recibía.
Pasaban los días y la misma tarea, traer y llevar por las tardes cansado y dolorido, lágrimas le corrían algún consuelo, ninguno, sus padres ya no vivían.
Tenía que ser fuerte muy fuerte, para el cruel destino que le esperaba vivir.
Cierto día, cuando pasaba por el pueblo, sorprendido quedó, en un inmenso patio muchas jaulas había y dentro de ellas, animales gemían su desgracia.
Se trataba de un circo; impulsado por su curiosidad Capuchín se acercó despacio y a un mono le preguntó:
¿Por qué se encuentran entre rejas? ¿Qué delito cometieron?
Al fin alguien preguntaba acerca de su encierro, en pocas palabras el monito contó lo que era la vida de un circo, trabajar ante mucha gente y luego a la jaula.
Ahora si Capuchín comprendía, que él no era el más infeliz, otros como en este caso, en ningún momento eran libres.
Quieto por el asombro, no sabía el peligro que corría, sin darse cuenta los dueños del Circo, con un lazo se lo llevaban.
Ahora si comprendía el drama en el que se encontraba, comida para los leones sería y por más que forcejeaba para largarse, más daño se hacía, llegó la noche y sus dueños no aparecían, lo más seguro me vendieron, y se olvidaron de mí, pensaba Capuchín.
Pero no les daré el gusto, pensó, y sacando fuerzas por la desesperación pateaba y de un gran jalón la cuerda resbaló,
Mientras corría y corría sin cesar, al pueblo juraba no volver, como ya no tenía patronos, al trote se alejó y pensando en los animalitos encerrados en el circo, repetía para sí, antes de ser esclavo, mejor era huir o huir.