Extraído del libro “Tarija… Las raíces de lo nuestro, siempre perceptibles, siempre presentes” de Edwin Rivera Miranda
El Primer Liceo para Señoritas: “Lindaura Anzoátegui de Campero”
El único establecimiento de enseñanza secundaria hasta 1941 en la ciudad de Tarija.



El único establecimiento de enseñanza secundaria hasta 1941 en la ciudad de Tarija, era el Colegio Nacional “San Luis”1, pero por el hecho de ser un establecimiento educativo mixto, algunos padres no permitían a sus hijas continuar sus estudios secundarios2.
Esta situación provocó que en diciembre de 1940, la directiva de la “Junta de Auxilio Escolar”, presididos por el Jefe de Distrito Escolar, Octavio O’Connor d’Arlach Velasco y el Inspector de Educación, Juan Paravicini, solicite al Gobierno Nacional (de Enrique Peñaranda) la creación de un Liceo para señoritas, haciendo entrega del documento al Senador por Tarija, Bernardo Navajas Trigo.
El Senador Navajas vio la importancia de la solicitud, ya que inmediatamente después de haber recibido el documento, conjuntamente con el Inspector Juan Paravicini que tenía en sus manos el “Plan de Organización del Liceo”, se dirigen al telégrafo. Navajas conversó con el Ministro y Vocales de Educación, haciéndoles conocer la enorme necesidad del pueblo tarijeño en el sentido de que se atienda, como en los demás departamentos, con legítima equidad, la educación femenina en Tarija.
Bernardo Navajas en la sede de gobierno, se entrevista con el Presidente de la República y el Ministro de Educación, Gustavo Adolfo Otero, quienes aprueban la solicitud. En los últimos días del mes de diciembre, cuando estaba a punto de clausurarse las labores legislativas del Congreso, se logra la aprobación del proyecto, siendo de mucha importancia, el apoyo del Senador, Dr. Julio Arce.
El 24 de abril de 1941, el Ministerio de Educación, remite un telegrama al Senador Bernardo Navajas Trigo, donde le informaba:
Complacido comunícole sus gestiones para la creación del Liceo de Señoritas, ayer el Senado Nacional aprobó creación del Liceo de Señoritas en Tarija, con tres primeros estudios. Presupuesto consigna haberes profesores, gastos escritorio, adquisición mobiliario, laboratorio química, gabinete física, piano, material didáctico, máquina de escribir y alquiler local, etc., etc. Presupuesto importa en total Bs. 253.960…Saludos.
El periódico “La Democracia” en su edición N°161 del 30 de abril, anoticiaba:
Es una realidad la creación del Liceo de Señoritas. -
Al fin Tarija contará con un Liceo de Señoritas. La necesidad que se sentía de mucho tiempo a esta parte se cristalizará. La mujer tarijeña tendrá una fuente efectiva donde se culturice y pueda ganar grado universitario. Es un gran paso que se ha dado, debido al tesonero esfuerzo del Senador Bernardo Navajas Trigo que desde el portafolio del ministerio de educación dio nacimiento y fuerte impulso a ese ideal.
Y llegó el gran día.
El jueves 15 de mayo, desde las primeras horas de la mañana, un numeroso público llenaba las inmediaciones de la Alcaldía Municipal donde debía realizarse el Acto de inauguración del Liceo. La enorme cantidad de personas, ocasionó que el Acto se lo realice en la acera del edificio edil.
Con la presencia del Prefecto del departamento, Hugo O’Connor d’Arlach Velasco; del Obispo de la Diócesis, Mons. Ramón María Font; del Alcalde interino, Alfredo Ponce de León; del Senador, Bernardo Navajas Trigo; del Jefe del Distrito Escolar, Octavio O’Connor d’Arlach Velasco; instituciones obreras, deportivas y público en general, se dio inicio al Acto de inauguración del Liceo “Carmen Echazú”.
El Jefe de Distrito Escolar, Octavio O’Connor d’Arlach Velasco, señalaba:
En el siglo actual la mujer está capacitada para luchar al lado del hombre en la batalla cotidiana de la vida y en el terreno intelectual ha demostrado ya que no solo es apta para la sagrada misión de la maternidad, sino que posee idéntica suficiencia mental que el varón y un numen creador que convierten a la mujer que cultiva su intelecto en un espíritu fuerte e independiente…es preciso realzar la belleza natural de nuestras damitas con las galas inmateriales de la cultura, que es imperecedera y que hace de toda mujer un ser exquisito, atrayente y sugestivo, al mismo tiempo que le abre las puertas del progreso.
Bernardo Navajas en su discurso, pronunció:
La mujer de esta tierra, así sea la dama o la “chapaca”, tiene todo derecho a que el Estado concurra, mediante la creación de un Liceo, a cultivar, encausar y desarrollar tan señaladas virtualidades espirituales y morales. Fundar el Liceo en Tarija es abrir para la mujer de esta tierra, desfalleciente por falta de impulsos, horizontes de optimismo, despertar la voluntad de luchar y de vencer, transformar el abandono y la inercia actuales, en perspectivas de segura grandeza moral y material. Dotar a las muchachas tarijeñas de un centro especial de estudios de humanidades, es ennoblecer el espíritu femenino, proporcionándole elementos para una vida independiente y eficiente; es destruir el apocamiento en que se adormecen tantas almas femeninas y hacerlas dueñas de sus actos, de su vida, de sus ideales y de sus ensueños.
El Liceo “Carmen Echazú” empezó a funcionar en una casa de propiedad de Julio Arce Castrillo, ubicada en la calle Virginio Lema, entre las calles Gral. Bernardo Trigo y Sucre, bajo la Dirección de la destacada Profa. tupiceña, María Rita Romano,
En 1943, a sugerencia del profesor de Literatura del establecimiento, Federico Ávila Ávila, se cambia el nombre de “Carmen Echazú” por “Lindaura Anzoátegui Campero”, en homenaje a la pionera de las letras tarijeñas y esposa del ex Presidente, Gral. Narciso Campero Leyes.
El Liceo tuvo un rápido crecimiento estudiantil, debido a que era el único establecimiento para señoritas en el departamento de Tarija, por lo que los ambientes quedaron pequeños.
En 1963, gracias a las gestiones de la Directora del Liceo, Candelaria Castellanos de Bluske; de la directiva de Padres de Familia, Dardo Gamarra y América Moreno de Quiroga, ante el Gobierno Nacional, -presidido por Víctor Paz Estenssoro-, a través de los señores Hugo Moreno Córdova y Renán Castrillo Justiniano -destacados emenerristas- se consigue los recursos económicos para la compra de un terreno de propiedad de la señora Beatriz Arce Trigo de Baldivieso, ubicado en la calle Virginio Lema esq. Suipacha; donde se construye una infraestructura acorde a las necesidades de la época.
Pero, este Liceo no contaba con los últimos grados. Años después, se completan y quedan definidos ambos centros educativos. El Colegio Nacional “San Luis” para varones y el Liceo “Lindaura Anzoátegui de Campero” para señoritas.
El 15 de mayo de 1966, en el Paraninfo Universitario se desarrolla un Acto con motivo de celebrar las Bodas de Plata (25 años) del Liceo, donde se destaca el número musical, “Flor de Té”, a cargo de la estudiante Enriqueta Ulloa Mealla y donde el Ministro de Educación, Dr. Edgar Ortiz Lema otorga al Liceo, la Condecoración al Mérito a la Educación Boliviana.
El 8 de mayo de 1976, se funda la Unidad Educativa “Lindaura Anzoátegui de Campero 1. Turno Tarde”, como escuela del Nivel Intermedio N°14. La primera Directora, fue Blanca de Ortega.
Para la consolidación y engrandecimiento del Colegio, se debe resaltar a los meritorios maestros como Federico Ávila Ávila, José Luis Boyán, Ángel Calabi Passolini, Carlos Santiago Alberto Ávila Claure, María Teresa Castellanos Vásquez (que salió Bachiller de este establecimiento con medalla de honor por haber sido la mejor alumna durante los seis años cursados), entre otros
1 Sin embargo, algunas señoritas ingresan al Colegio, culminando su bachillerato en humanidades. La primera alumna que salió bachiller del Colegio Nacional “San Luis”, fue la señorita Amalia Justiniano Mealla el año 1921. Luego la secundaron Lily Baldivieso Mealla, Isabel Pérez y Alcira López Ávalos, el año 1922.
Las últimas señoritas que salieron bachilleres del Colegio Nacional “San Luis” (en el siglo XX) fueron: Luisa Centellas, Teresa Echenique, Alicia Guzmán, Hortensia Hoyos, Rosa Lema, Mary Pérez, Amanda Werner, Olga Segovia y Beatriz Zamora, en el año 1945.
2 En 1925, en relación a la educación de la mujer, el Gobierno boliviano señalaba:
“En la actualidad, las escuelas primarias de niñas corren pareja con las de varones. Se hallan regentadas por normalistas. Le enseñan higiene doméstica, la economía, la cultura física, las labores prácticas, es decir, las más útiles para la casa y la persona, junto con la de puericultura, que las prepara en su noble función social de madres, ha sido una conquista de las más positivas en la educación femenina”.