Libros de la Biblia
2ª Epístola a Timoteo
Pablo escribe esta carta estando en prisión,



Autor: Pablo
Fecha: 67 d.C.
Tema: Exhortación a un ministerio fiel
Lugar: Roma
Pablo escribe esta carta estando en prisión, él está consciente de que su fin está cerca, y quiere dejar bien preparado a Timoteo, su asistente de confianza. Pablo se preocupa por el estado espiritual de su discípulo, para que se conserve firme en la doctrina verdadera, y que confíe en Dios mientras predique.
Capítulo 1.- Comienza su carta diciendo “amado hijo” (1:2) y recordándole el modelo de fe que tuvo de su abuela Loida y su madre Eunice. Le dice a Timoteo que por el don de Dios que está en él, debe aceptar las angustias y persecuciones por el evangelio: “Por tanto, no te avergüences de dar testimonio de nuestro Señor, ni de mí, preso suyo, sino participa de las aflicciones por el evangelio según el poder de Dios” (v. 8).
Capítulo 2.- Pablo se refiere a Timoteo como su hijo: “hijo mío, esfuérzate en la gracia que es en Cristo Jesús” (v. 1). Pablo es el padre espiritual de Timoteo que lo anima a ser disciplinado como un buen soldado, a luchar como un atleta, y para que pueda cosechar los frutos de su obra, ser un buen labrador y seguir el ejemplo de Jesucristo.
Capítulo 3.- Pablo dice a Timoteo: “También debes saber esto: que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos” (v.1), advirtiéndole de los hombres malvados, soberbios, blasfemos, impíos… Pablo le habla de la naturaleza del ser humano lleno de maldad: “traidores, impetuosos, infatuados, amadores de los deleites más que de Dios” (v.4).
Exhorta a Timoteo en no vacilar del uso de las escrituras para enfrentar esta situación: “Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra” (v. 16-17)
Capítulo 4.- En este capítulo Pablo sigue exhortando a Timoteo que predique la palabra en cualquier momento y donde esté y con paciencia: “Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias, y apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fábulas” (v. 3-4).
Pablo termina esta carta comentándole a Timoteo su deseo de verlo antes de morir, y dándole algunos encargos.