Andaluces en el poblamiento del sur boliviano: de Tarija y sus herederos (Segunda parte)
De hecho, después de una serie de asaltos indios a la ciudad



De hecho, después de una serie de asaltos indios a la ciudad —el más dramático fue el dado en la noche del 25-IX-1577 cuando los chiriguanos penetraron en la ciudad y se llevaron unas cuarenta personas—, pareció que la única manera de aflojar la presión india fue de «entrar en la Cordillera y asolar los pueblos enemigos.)23 La operación se hizo conjuntamente con los dos otros centros fronterizos bajo la coordinación de la Audiencia de Charcas.24 Luis de Fuentes tenía por misión de “limpiar” las serranías entre los ríos Pilcomayo y Bermejo. A comienzos de julio de 1584, llegaba a Tarija con un cuerpo armado de 70 españoles y poco después “entraba” en la Cordillera. Pero no se logró la unión con los demás ejércitos que penetraron por el centro y el norte. Lamentando esta mala coordinación, poco después Fuentes informó al Consejo de Indias:
«...que fue el mayor castigo que se ha hecho en chiriguanaes que solo este se puede dezir que se ha hecho porque mate muchos yndios entre ellos siete principales, quemaronseles cinco pueblos y la mayor parte de las comidas...».
Y comenta:
«A V.A. suplico humildemente sea servido no mirar mi atrevimiento en dezir lo que siento sino mi zelo que es de servir V. R.: contra yndios que todos ellos no son dos mill no ai necesidad de tantos aparatos de guerra (...). Yo estoi en mi frontera y districto y en poblarla y en estas guerras e gastado mi hazienda que es imposible hazerse menos que con gastar y como no se me ha hecho alguna merced ni he tenido della salario en diez años estoi pobre».25
Dos años después se repitió otra “entrada” tan afortunada como la anterior.26 Los estragos que causaron los Tarijeños prueban las capacidades militares de Fuentes y el poco aprecio de los chiriguanos.
De-los diez años siguientes sabemos poca cosa. En 1596 parece que Luis de Fuentes —ahora con título de “general”— perdió de nuevo su puesto de corregidor. Fue a La Plata en plan de reivindicar sus justos derechos y se procede a una información de oficio ante la Real Audiencia de Charcas el 8-II-1598. Entre los doce testigos a su favor se destaca el apoyo incondicional de los clérigos.27
Medio año después redacta un testamento que muestra el alto grado de soledad familiar en que se hallaba el conquistador andaluz:
“declaro que no tengo heredero legítimos ascendientes ni descendientes de manera alguna ni he sido casado ni tengo padres vivos...”.
Luego enumera unas disposiciones pías (limosnas y capellanía) y generosas (dote para las hijas de un amigo) y a continuación su fortuna:
«Declaro que para el cumplimiento de éste mi testamento tengo por mis bienes los siguientes: Sebastián de Balza y Narváez vecino de Tarija tienen míos en su poder tres fuentes de Plata y seis platillos y dos jarras de plata y dos vasos de vidrio en mi casa en la dicha Villa de Tarija que las declaro por mías e una cuadra y huerta y corrales tengo dentro de élla siete barras de hierro y un arcabus y una cocta jacerina y una caja y otras cosas que pido se ponga por inventario. Item tengo una Viña de la otra banda del Río Guadalquivir que pasa junto a la dicha Villa de Tarija que tendrá veinte mil sepas puestas poco más o menos, decláralas por mis bienes. Declaro por mis bienes la cuarta parte de tierras que tengo en el Valle de Tarija de que su Magestad me hizo merced como a fundador e poblador de aquella Villa conforme a mis títulos y las demás tierras que tengo y me pertenecen en términos de la dicha conforme a mis títulos. Item declaro que tengo en la estancia de la puna de Escayache seis leguas más acá de la Villa de Tarija la dicha estancia con sus aperos y casas y corrales con dos mil cabezas de ganado poco más o menos los que parecieren. Declaro que tengo labranza en mis tierras de Tarija la Vieja con diez y ocho pares de bueyes y otras tantas rejas y otros aperos de labranza y el derecho de los Yanaconas que tengo que de todo darán cuenta Manuel Pérez y Antonio Portuguez mis mayordomos. Item tengo cantidad de cuatro mil ovejas y pocas más o menos y cuatrocientos cabezas de puercos poco más o menos y cuatrocientas cabezas o las que parecieren y se hallaran en el Valle de Tarija donde están y todos los demás bienes y deudas que me deben derechos y acciones que parecieren por mis títulos y para ello declaro por mis bienes. Item declaro que yo tengo por propio mío el oficio de Corregidor y Capitán e Justicia Mayor del Valle de Tarija con lo a él anexo por cédula e recaudos del señor Virrey y de estos reinos en que tengo facultad de poder nombrar que me suceda en el dicho oficio por otra vida, e por que yó tengo mucho amor e voluntad a Francisco Vasquez Ortiz hijo legítimo del Licenciado Juan Díaz Ortiz Relator de la Real Audiencia de esta ciudad, e de dña. María Michel su legítima mujer, por la presente, usando de la dicha facultad y en la mejor vía y forma que derecho haya lugar nombro por mi sucesor y heredero en el dicho derecho de segunda vida del dicho oficio al dicho Francisco Vasquez Ortiz para que todos los días de su vida use el dicho oficio según y como le husado y podido usar y porque se presente el de edad de doce años pocos más tenga y requiera que entre tanto que es de edad cumplida para poder hacer el dicho oficio lo huse en su nombre el dicho Licenciado Ortiz su padre o la persona que él señalare conforme al nombramiento que le tengo hecho, aparte para lo cual le proijo y señalo por su sucesor en el dicho oficio como está referido con que no seentienda que sea heredero de mis bienes que abajo los nombraré. Item declaro que Paulo Chinchillas me debe quinientos pesos corrientes por ejecutiva de la Real Audiencia de autor de vista y revista. Item declaro que traigo pleito con el dicho Paulo de Chinchilla sobre las tierras de Canasmoyo de que tengo excecutiva de autos de vista y revista en mi favor, declaro las dichas tierras de mis bienes. Y para el cumplimiento de este mi testamento nombro por mis albaceas y ejecutores de él al Padre Juan de Avellaneda de la Compañía del nombre de Jesús y a Juan Porcel de Padilla vecino de esta ciudad a los cuales y a cada uno ellos de por sí insolidum doy poder cumplido para que entre en mis bienes y de lo mejor parado de ellos vendan y rematen todos ellos en pública almoneda o fuera de élla como les pareciere y de su valor cumplen y ejecuten este mi testamento y lo en él contenido lo cual pueden hacer y cumplir aún que sea pasado el año de albaceas ya que el derecho permite y en la cuenta que dieren de mis bienes se esté a su declaración sin más probanza de que les recibió. Item mando que asimismo sean mis albaceas para el cumplimiento de este mi testamento juntamente con los nombrados el dicho Licenciado Ortiz relator de la Real Audiencia y el Capitán Gaspar Fernández de Córdova vecino e Regidor de esta ciudad para que juntamente con los demás insólidum acudan a la venta y disposición de mis bienes o como esta referido y todo lo pueden hacer insólidum. E cumplido y pagado este mi testamento y las mandas y legados de obras pías en él contenidas dejo e nombro en todo el remanente de mis bienes derechos y acciones que tengo y me pertenecen en cualquier manera el dicho Juan Porcel de Padilla vecino de esta ciudad para que haya y herede todos mis bienes como está referido con la bendición de Dios y la más porque declaro que no tengo herederos legítimos ascendientes ni descendientes de manera alguna ni he sido casado ni tengo padres vivos y ansí lo declaro y dejo al dicho Juan Porcel de Padilla por tal mi heredero legítimo en la mejor vía y en forma de derecho como hay lugar. Item por cuanto yo mandé enterrar en la Compañía del nombre de Jesús en la Capilla Mayor hasta ahora no he hecho nada a la dicha Compañía y lo dejé para comunicar con el dicho Juan Porcel de Padilla mi heredero con el cual ya lo tengo comunicada mande que la trate con el padre Juan de Avellaneda de la dicha Compañía y le de al dicho Juan Porcel de Padilla mi heredero de mis bienes lo que le pareciere y se conviniere con el dicho Padre Juan de Avellaneda. Y por este mi testamento revoco y anulo y doy por ninguno y de ningún valor y efecto otros cualesquier testamento y codicilio y última voluntades que antes de este haya hecho que no quiero que valgan salvo este que ahora hago y quiero que valga como mi postrimera voluntad y en aquélla vía e forma de derecho hay lugar. Otorgo e hize el presente testamento para le hacer cerrado en la ciudad de La Plata lunes diez del mes de agosto de mil quinientos noventa y ocho años y lo firmo de mi nombre y el presente Escribano que lo escribió de su letra. Luis de Fuentes de Vargas, ante mí Gaspar Núñez de Chávez escribano de su Magestad”.28
El día siguiente, martes ll-VIII-1598, Fuentes introdujo un codicilo que modificaba unas disposiciones financieras y funerarias encargando al capitán Juan Porcel de Padilla su heredero de arreglar sus últimas voluntades ,29
Lo que extraña más es que este último, cuando falleció Luis de Fuentes unos días después, exhibió un testamento en el cual el codicilo, presentado como la “última y póstuma voluntad” del moribundo, le otorgaba el título de corregidor de Tarija, contraviniendo así a la dejación que hizo Fuentes a favor del hijo del relator de la Audiencia.30 Es de sospechar una manipulación de escrituras para justificar las futuras pretensiones del heredero Porcel al cargo dicho. En efecto, el contraste entre las personalidades de Fuentes y de Porcel no puede ser mayor: el primero reservado, austero, piadoso se opone al segundo, aventurero sin escrúpulos, turbulento, de vida ligera, en todos los aspectos.31 Intentaremos en conclusión dar una explicación al favor que reservó el uno al otro nombrándolo su “heredero universal” (que sea auténtico o no el otorgamiento del título de corregidor).
III LOS HEREDEROS DE FUENTES:
NUEVAS CONTROVERSIAS
El comportamiento posterior de Porcel, nativo de Granada, lejos de hacer levantar nuestras sospechas sobre su personalidad intrigante y el extraño favor que le prodigó Fuentes, revela toda la presunción y la astucia que posee para conseguir los títulos codiciados.
En 1604, hace efectuar en La Plata una nueva probanza de los méritos de Luis de Fuentes, alabando sus virtudes y el ningún premio que recibió en su vida. Porcel se abriga detrás del crédito moral de su antecesor y quiere hacerlo fructuar.32 Pero, las reservas de las autoridades regionales en su contra no son vencidas. Para superarlas, el capitán se decide en buscar el apoyo oficial de la Corona y emprende un viaje a la península. No sabemos cómo actuó en las Cortes de Madrid pero consiguió una recomendación oficial para el Virrey del Perú. En aquella época, el Marqués de Montesclaros quería favorecer los proyectos expansivos en los Andes orientales a fin de ensanchar el dominio de la Corona y quebrantar la presión de los indios bélicos en las fronteras.33 El 21-X-1614, el Virrey acepta el plan colonizador presentado por Porcel a cambio del título de corregidor y firma unas capitulaciones que definen las obligaciones del ambicioso capitán.34 Pero las reacciones de los futuros conciudadanos no se hicieron esperar. En una carta al Virrey, el cabildo de Tarija expresa los inconvenientes en vista de que: «como vuestra Excia. a hecho merced a Juan Porcel de Padilla de encomendarle la población del valle de las Salinas en tierra de los chiriguanos y también del corregimiento de esta villa por su vida y la de un hijo suyo. Y por la obligación que este Cabildo tiene de dar aviso a Vuestra Excia. de los inconvenientes que de esta merced siguen a los vecinos moradores de esta frontera, pues no es el menor tener en ella el dicho Juan Porcel de Padilla haciendas y ganados que heredó del Capitán don Luis Fuentes de mucha consideración y que valen más de cincuenta mil pesos, sobre las cuales tiene de pensión en cada un año perpetuamente mil ochocientos pesos corrientes los mil doscientos de dos capellanías que el dicho Capitán dijó instuidas, la una en el monasterio de S. Agustín y la otra en el de Santo Domingo y seiscientos para que cada un año se case una huérfana hija de vecino de esta frontera y se mandó de las cosas y haciendas y de sus frutos que son de mucho aprovechamiento, ha acudido y acude tan mal estas obras, que los frailes para cobrar lo de las capellanías ha sido ordinariamente por pleito y vendiéndole lo que tiene y lo de las huérfanas y más de dieciseis años que murió el dicho Capitán, y no ha dado más que siete u ocho dotes por personas y pleitos, causando costas a los que le han de hacer, de suerte que se les consume la mayor parte y habiéndose visto con el tiempo lo mal que a estas cosas acude no siendo Corregidor, promete que siéndolo cejará de todo punto. Así mismo están poblados en este valle treinta y cinco o cuarenta indios que llaman Tomatas desde la Fundación de esta Villa, y estos siempre se han ocupado en las cosas de la guerra y otras del servicio de su Magestad y por haberse servido de algunos de ellos el dicho Capitán en su vida, por decir el dicho Juan Porcel es su heredero pidió estos indios al señor don Luis de Velasco y mediante las comodidades que ofreció de hacerles su Excia. se los dio siempre que no estuviesen oprimidos contra su libertad y voluntad y que acudiesen a las cosas del servicio de su Magestad y bien público, y aunque jamás cumplió con ninguna de las comodidades que ofreció hacer a estos indios, tuvo en esta villa mucho tiempo Juez particular proveido por la Real Audiencia de La Plata para que se los enterase hasta que de Luis de Esquivel siendo Corregidor de esta Villa le suspendió, y agora es entendido a pedido a vuestra Excelencia se le den estos indios para la población de las Salinas siendo en tal notable daño de esta frontera y de el encomendero de los dichos indios y que los pretende para solo ocuparlos en-el beneficio de sus haciendas. Y así mismo el dicho Juan Porcel de Padilla, como heredero del dicho don Luis de Fuentes, pretende derecho a la cuarta parte del territorio de esta Villa y a este título con la mano de Corregidor y de tan largo tiempo como son dos vidas, inquietarán los vecinos que poseen las tierras de muchos años atrás y en vida del dicho Capitán, causándoles pleitos e inquietudes de suerte que por ser toda gente pobre y no poder acudir a su defensa mayormente contra su Corregidor perderán sus haciendas y trabajo de tantos años, y si algunos quisieren defenderlas en muy buenas ocasiones a de tomar venganza de ellos de suerte que por uno u otro motivo queden destruidos y aniquilados. Demás que el dicho Juan Porcel está envalentonado en la Villa de Potosí y provincia de los Charcas con ingenios, chacras, estancias, tiendas de mercadería y pleitos que tiene que no ha de poder asistir por su persona, sino nombrando Tenientes y estos son los que más inquietan por su intereses como por dar gusto a quienes nombre mediante todo lo cual para remedio de todos estos inconvenientes y de los daños que de ellos podrían resultar a esta villa y vecinos de ella, este Cabildo en nombre de todos, humildemente suplica a Vuestra Excelencia no se haga merced (...) al dho Juan Porcel de Padilla (...) por acudir al remedio de los daños que pueden suceder a esta villa y vecinos della (...) Tarija, 7-1-1615». 35
A pesar de semejantes protestas, los preparativos siguen su curso y se estima la fortuna de Porcel para garantizar los gastos de la expedición colonizadora a 325.000 pesos, suma cuantiosa para la época. En Potosí, el 22-VI-1616 se nombra al capitán Martín de Ormache, teniente del corregidor, para ir a inspeccionar la organización humana y material del adelantado.36 Poco después salía hacia el este con destino al valle de Las Salinas.
Sin embargo, entre tanto, la oposición local al flamante corregidor no desarmaba. Es notable el reprobo eclesiástico si creemos esta carta enviada al Rey de España por un fraile franciscano:
«El amor y celo del servicio de dios n. s. y de buestra real Mgd. y la obligación que tengo por ser predicador en este combento de xecoleción de mi pr. san ffco. y el ver las cossas desta villa y república en tan calamitosso estado me obliga a eccevir esto.
Ymporta que vr. Real M. mande poner remedio en el tiránico gobierno del capitán juan porcel de padilla corregidor y que no se de lugar a que un ombre gentil gobierne una república cristiana persona que ha dos años que esta aqui y no le an bisto confessar ni comulgar y que estima en tan poco las cossas de dios y del mundo que se deja estar el escomulgado tres y quatro meses bive publicamente amancebado fomenta robos de mugeres, da ocasión a urtos y solo atiende a bengar pensiones no pagar lo que deve ni cumplir con hobras pias y aunque en esta razón se se an escripto muchas cartas al gobierno destos reynos no se a puesto remedio porque como este hombre es hombre poderosso tiene obligados a los ministros que no se ben y dadibas quebrantar penas.
Pretende perpetuidad en el oficio de corregidor desta villa para perpetuarse en sus tiranías y vengancas y dar ocassion a que esta república se despueble como lo va haziendo.
Santísimo rey no combiene al servicio de Vra. Sr. R. M. que el lo sea antes esperamos breve remedio (...)> Tarixa, 7-I-1618 humilde siervo cappan. de V. R. Mag. bessa sus Ríes Manos; Fray Sebastian de la Concepción».
Para enseñar que la hostilidad a Porcel no proviene del solo grupo eclesiástico, damos a continuación el texto de otra carta:
«Fui medio esencial para que el cappn. Juan Porcel de Padilla cumpliesse con la capitulación y assiento que hico con el marqués de Montesclaros en racon de la población del valle de las salinas (...) y hice lo teniendo por cierto ynportava al servicio de V. R. Magd. y que el procedería en la administración cristiana y desapasionadamente.
Besse por espiriencia lo contrario y que el aver pretendido este corregto. a ssido para bivir gentílicamente y estar publicamente amancebado no pagar deudas no cumplir con las obras pias que tiene obligasson martiricar a los vecinos de ella dándoles caussa para que dexen sus mugeres hijos y haciendas huyan su apasionado rigor = ansse escrito muchas cartas al gobierno dest. rrevnos y todas an hecho poco efecto por que dadibas y regalos que este hombre hase a algunos de los ministros de V. Md son caussa de que no sean vistas y si lo son de que no se ponga remedio (...)
Por las listas de sueldo de V. R. Md y su Consejo de Guerra parecerá quien soy, de Tarixa, 1-I-1618, humilde vassallo del B. M. bessa sus reales pies Sr. don Francisco Gerónimo de Castro». 37
La semejanza entre ambas cartas obliga a evocar una misma fuente de inspiración pero las acusaciones son demasiado graves para reducirlas a meras venganzas personales. La vida pública del libertino corregidor de Tarija no deja de suscitar un amplio reprobo colectivo que parecen exceder el nivel de simples chismes pueblerinos. Sin embargo, en la ausencia de otros testimonios, es delicado concluir sobre la magnitud del repudio a Porcel por los pobladores tarijeños.
La actuación de Porcel como conquistador de tierras nuevas no parece tener mayor éxito. Si creemos el propio Porcel, los comienzos de su fundación fueron halagadores. Hubo que “abrir caminos por montañas, muy espesas y por cordilleras y serranías muy dificultosas para los trajines. . A pesar de todo, la fundación de la Nueva Vega de Granada fue asentada “en medio de la tierra de los belicosos y vigilantes chiriguanos”. Luego pasa a contar el hallazgo de una misteriosa cruz en una cueva cercana y por fin la tentativa de socorro que mandó a favor de otro capitán que intentaba también instalarse en medio de la Cordillera chiriguana, el famoso cronista-soldado Rui Díaz de Guzmán.38
Por suerte poseemos otro relato, más extenso, del hallazgo por un indio de servicio de esta cruz, de origen desconocido, que vino a ser milagrosa y acabó por parar en el convento de San Francisco de Tarija. En el capítulo 21 del primer libro de su Chronica de la Provincia de San Antonio de los Charcas (Madrid, 1664), fray Diego de Mendoza proporciona así una información algo distinta de los brillantes partes comunicados por Porcel. Nos indica primero el verdadero nombre de la fundación —más prosáico que el nostálgico nombre oficial: (Porcel) “llamo el pueblo de Las Torres, por haberle murado a su defensa de muchas torres”— y en seguida añade:
«aviendo dividido aquel partido por sus quiebras y valles entre los Capitanes Españoles que llevo consigo, porque de sus negros esclavos, que eran en cantidad, hizo presidio de el fuerte y fueron después tan diestros en las armas de fuego que por si solos sustentaron la guerra muchos años con los indios enemigos».
Luego relata el episodio de la cruz y los milagros consecutivos que originaron una peregrinación local y, por fin, las dificultades que experimentaron los franciscanos en trasladar la cruz en su convento:
«El año de 1631, viendo nuestros Religiosos de la villa de Tarija, quan imposibilitada estava de poder ir adelante la fundación del pueblo de las Torres, en el valle de las Salinas por estar su fundador en edad decrepita y ciego, y que cada día se iba despoblando aquella fundación sin aver quedado en ella mas de los negros del fundador, huvieron de recurrir a la Real Audiencia... (gestiones para autorisar el traslado)... los negros... por no perder aquella reliquia la avian escondido en el monte, mas, en fin se hallo y traxo...».39
23 Los primeros años fueron marcados por repetidos ataques de los chiriguanos quienes intentaban destruir la ciudad y expulsar a los españoles (cf. probanzas de Puentes). Pero la victoria de los tarijeños en la matanza de San Lorenzo (10-VIII-1578) alejó el peligro chiriguano (sin erradicarla).
24 La ”entrada” de 1584 se efectuó a raíz de las dos Reales Cédulas del 19-XII-1578 y del 22-I-1582 y de los dos reales acuerdos de la Audiencia de Charcas (19-X-1583 y 12-XI-1583) proclamándola “guerra a fuego y a sangre” ; cf. Silvio Zavala, Orígenes de la colonización en el Río de la Plata, México, 1977.
25 Carta hecha en la Plata, 1-II-1585, publicada por Levillier en Nueva crónica de la conquista del Tucumán, tomo III, págs. 333-335 y por F. Avila, op. cit, págs. 158-160.
26 F. Avila, op. cit., págs. 163-169.
27 Son los superiores de los conventos fundados en Tarija y unos sacerdotes de las parroquias vecinas.
28 El testamento se halla en el A.G.I., Patronato 137, núm. 1, ramo 2, fols. 79-81 (Publicado por F. Avila, op. ext., págs. 238-241).
29 Ibídem, págs. 242-243.
30 Fuentes muere en la casa de su “socio y amigo” Porcel de Padilla, en la Plata. La dejación del título de corregidor de Tarija a favor de este último no aparece bien clara en el codicilo del martes ll-VIII-1538, cf. Avila, id.. pág. 243.
31 El inventario de la casa de Fuentes en la Plata (en Avila, id., pág. 242) muestra el ascetismo del fundador de Tarija (otros testimonios en Avila, “Fuentes como fervoroso cristiano”, id., págs. 201-212). Esta figura de solterón, totalmente dedicado a su cargo y fascinado por conquistar nuevas tierras recuerda la del gobernador de Santa Cruz de la Sierra, Lorenzo Suárez de Figueroa, muerto en 1595. Sobre Porcel, ver los documentos a continuación en el artículo. Hacia 1608 escapó a una extraña tentativa de asesinato por un “soldado” en Potosí (ver el, “Parecer del licenciado Villalba” Madrid, 27-I-1603, A.G.I., Indiferente General, 1256).
32 Fuentes «no fue premiado como merecía» (doc. cit.).
33 El Marqués de Montesclaros en sus memorias recuerda la jornada de Pedro de Leagui en Apolobamba y la siguiente entrada en la Cordillera chiriguana de Pedro de Escalante, Rui Díaz de Guzmán y Porcel de Padilla (en los Virreyes en el Perú, publicado por L. Hanke, B.A.E., Madrid, 1978).
34 El texto se encuentra en A.G.I., Charcas 88.
35 Extracto del libro de cabildo de Tarija, en F. Avila, op. cit.. pám. 246-247.
36 Inspección detallada del cuerpo expedicionario (200 «soldados», más los negros e indios de servicio). A.G.I., Charcas 88.
37 Las dos cartas se hallan en A.G.I., Charcas 51.
38 Redactada en La Vega de Granada, 15-1-1618. A.G.I.. Lima 38.
39 Diego de Mendoza, edición facsímil en La Paz, 1976. págs. 113-124.