Desolación



La casa sola
riega de mis padres
ha envejecido
lejos de mi tiempo
y de mi sangre.
La fronda que la ceñía
ya nos es sombra ni fragancia.
¡Es silencio
y es olvido que lastima
y se desangra!
Han emigrado los pájaros
hasta la mora del patio
es silencio y es olvido.
El río que en la hondura
se iba azuleando las piedras
- agotado y triste -
se ha vuelto un hilo de lágrimas
que se escurre furtivo
en su agonía.
El horno de la casa
hecho de adobe
y aromado de molle
no es sino escombros trajinados
por las sombras.
Por aquellas
que retornan a llorar
un pasado que amarraron
en las horasque fueron risa y canto.
La casa de mis padres
está sola, en la agonía.