El Explorador J. Crevaux y el Río Pilcomayo Por: Santiago V. Guzmán (Quinta y última parte)
DOCUMENTOS Legación de Bolivia. N° 85. Buenos Aires, Diciembre 21 de 1881. Señor Ministro : Juzgo conveniente informar a Vd. acerca del siguiente asunto, del cual se ha preocupado la Legación últimamente. El Gobierno francés envió a esta República al explorador M. Crevaux,...



DOCUMENTOS
Legación de Bolivia.
N° 85.
Buenos Aires, Diciembre 21 de 1881.
Señor Ministro :
Juzgo conveniente informar a Vd. acerca del siguiente asunto, del cual se ha preocupado la Legación últimamente.
El Gobierno francés envió a esta República al explorador M. Crevaux, médico de 1ª clase de aquella nación, con el objeto de que estudiara algunas regiones y ríos de este continente. Al arribo del explorador cayó en sus manos la obra escrita por el Sr. Vaca-Guzmán sobre el Pilcomayo, y le despertó extraordinario interés el estudio de ese canal.
Con ese motivo se apersonó en esta Legación solicitando datos acerca de Bolivia y de la importancia de la navegación del río ya nombrado. Después de una larga conferencia, en presencia del explorador Sr. Moreno y varios compatriotas nuestros, M. Crevaux acabó por robustecer los deseos que lo animaban para hacer una exploración.
Al presente, me es grato comunicarle que dicho Señor sale de esta ciudad el día 24 del corriente con dirección a Tarija para descender por el Pilcomayo desde su curso superior.
El explorador lleva todos los elementos y personal científico necesario para que sus trabajos sean coronados de un éxito feliz. Por mi parte me permito recomendarlo a la consideración del Gobierno por el servicio importante que va a prestar al país, resolviendo uno de los más trascendentales problemas de su viabilidad. Con esta misma fecha me dirijo al Prefecto de Tarija insinuándole preste toda la cooperación posible al Sr. Crevaux y le facilite los elementos de que pueda disponer para coadyuvar las tareas que demanda la exploración.
Espero que el Gobierno apruebe los gastos que la Prefectura llegue a hacer, así como la cooperación que he solicitado.
Independientemente de los estudios del Sr. Crevaux, actualmente procuro reunir elementos, u obtener la participación del Gobierno Argentino, para organizar otra expedición compuesta de ciudadanos bolivianos para que remonten el canal desde su embocadura hasta donde sea posible conducir el vapor.
Por este medio ambas expediciones completarán los estudios, cabiéndonos la satisfacción y la gloria de haber resuelto un importantísimo problema comercial y geográfico.
En el interés de hacer conocer en Europa que la iniciativa de navegación del Pilcomayo, que tanto interés despierta en estos momentos, ha partido de un ciudadano de Bolivia, en cuyos estudios se vienen basando todos los proyectos de expedición, he obtenido cien ejemplares de la obra del señor Vaca-Guzmán, quien los ha cedido gratuitamente, los cuales enviaré a todas las Sociedades científicas de Europa así como a las Cortes que hoy se preocupan de llevar a cabo nuevos descubrimientos geográficos. Por el momento remito a Vd. los ejemplares necesarios en el gabinete.
Me es grato suscribirme del Señor Ministro, con este motivo como
Su atento servidor.
M. Omiste.
Señor Ministro de Relaciones Exteriores de Bolivia Dr. Don Pedro J. Zilveti. — La Paz.
Legación de Bolivia.
Buenos Aires, Diciembre 21 de 1881.
Señor Prefecto del Departamento de Tarija.
Señor:
Me cabe el agrado de dirigirme a Vd. comunicándole que el 24 del corriente sale de esta ciudad el Señor Julio Crevaux, médico de 1ª clase de la marina francesa, enviado por su Gobierno a explorar algunas regiones de esta parte de América.
El Sr. Crevaux, de acuerdo con la Legación de mi cargo, ha resuelto explorar los ríos Pilaya y Pilcomayo a cuyo efecto se dirige a esa ciudad.
Interesado vivamente en que se lleve a cabo con éxito la exploración, me permito recomendar y encarecer la más eficaz cooperación por parte del señor Prefecto, prestando la protección y facilidades que demanda la arriesgada empresa que trata de llevar a cabo el Sr. Crevaux. Al efecto, procurará Vd. poner a su disposición algunos hombres armados, carpinteros, constructores, remeros y baqueanos, en la persuasión de que el Gobierno aprobará las medidas y gastos que este servicio ocasione.
Recomiendo a Vd. procure sea bien acogido el distinguido viajero, como corresponde a un pueblo culto que debe estimular empresas tan trascendentales como la que motiva este oficio.
Para que el señor Prefecto tenga conocimiento de la importancia de la navegación del Pilcomayo y pueda emitir un juicio favorable ante la opinión, remito un ejemplar de la obra escrita por nuestro compatriota el Sr. Vaca-Guzman, que en cierto modo ha servido de estímulo al explorador que hoy debe disipar las dudas que existen respecto a la habilitación del canal ya nombrado.
Con este motivo me es grato suscribirme con toda consideración
De Vd. atento servidor.
M. Omiste.
Legación de Bolivia.
Buenos Aires, Diciembre 23 de 1881.
Señor Ministro :
El infrascrito, Enviado Extraordinario y Ministro Plenipotenciario de la República de Bolivia en la República Argentina, tiene el honor de dirigirse a S. E. el Señor Ministro de Negocios Extranjeros, participándole que habiendo arribado a esta ciudad el Sr. Dr. Julio Crevaux, médico de clase de la marina francesa, con el objeto de verificar exploraciones científicas en este continente por encargo del Gobierno de S. E., después de estudiar y conocer la importancia geográfica y mercantil del rio Pilcomayo, que atraviesa y tiene sus fuentes en el territorio de Bolivia, se ha decidido explorar dicho canal, a cuyo efecto sale de esta ciudad el día 24 del corriente con dirección a aquella República.
La Legación a cargo del que suscribe acogió con suma complacencia el pensamiento del Sr. Crevaux y ha procurado estimularlo para que se decidiera por esa exploración, por cuanto el río Pilcomayo suscita hoy día inmenso interés, tanto respecto a las investigaciones científicas, por no ser bien conocido su curso, cuanto por los beneficios que está llamado ¿prestar en la esfera comercial a las Repúblicas Argentina, Boliviana y del Paraguay, con las cuales se avecina.
Para que S. E. pueda formarse una idea exacta de la altísima importancia de esa corriente, el infrascrito se permite remitirle un ejemplar de la obra escrita por el Dr. Santiago Vaca-Guzmán, por comisión del Exmo. Gobierno Argentino, la cual estimuló en el Sr. Crevaux, la idea de realizar esa exploración.
Al comunicar a S. E. esta decisión, el que suscribe no puede menos que enviar, en nombre de su país, un voto de felicitación y de gracias al ilustrado y progresista Gobierno de S. E. por el poderoso apoyo que consagra al desenvolvimiento de las ciencias geográficas de esta parte de América y el señalado servicio que en esta ocasión presta a las Repúblicas que liga la vía fluvial del Pilcomayo, contribuyendo a la solución de un problema que hoy preocupa a los Gobiernos y los hombres ilustrados de estas Repúblicas.
El infrascrito aprovecha esta ocasión para ofrecer a S. E. el Sr. Ministro de Negocios Extranjeros, su testimonio de alto respeto y distinguida consideración.
M. Omiste.
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Exmo. Sr. Ministro de Negocios Extranjeros de la República Francesa, Dr. D. León Gambetta.
París (9).
Ministerio de Hacienda e Industria.
La Paz, Marzo 9 de 1882.
Señor Julio Crevaux.
Tupiza.
Mui distinguido señor:
Con viva satisfacción me he impuesto de su grata comunicación de 24 de Febrero, de la que he dado inmediata lectura al señor Presidente y a los demás Ministros.
Cuando se anunció el viaje de exploración encomendado a la competencia de Vd., se creyó en este país que Vd. remontaría las corrientes del rio Pilcomayo, penetrando por la embocadura. Pero no ha sido así. Vd. ha preferido descender por esas corrientes partiendo desde Tarija, resolución que sin duda ha sido adoptada después de la conveniente meditación. De todos modos, los bolivianos sólo tenemos motivos para felicitarnos por la venida de Vd., en la persuasión de que sus exploraciones han de contribuir a los progresos de la ciencia, al beneficio de la humanidad y a la particular ventaja de Bolivia. Creo, además, que la presencia de Vd. en mi patria y el fruto seguro de sus trabajos, han de servir de motivo plausible para que se restablezcan relaciones oficiales y diplomáticas entre Bolivia y la Francia, por la que hemos abrigado siempre las más decididas simpatías.
En cuanto a la cooperación que Vd. necesita de parte de este Gobierno para el buen éxito de su trascendental expedición, puede Vd. contar con ella en la medida de lo que fuere conducente a ese fin.
Ya se dieron órdenes a la Prefectura de Tarija para que se ayudara a Vd. con toda eficacia, haciendo los desembolsos que para ello fuesen indispensables; pero por este correo trasmito autorizaciones e instrucciones más precisas.
Según ellas, la expedición exploradora que por orden del Gobierno hago organizar en Tarija, encargando los estudios previos a una comisión especial, podrá refundirse con la que Vd. ha traído de Francia. En semejante caso, Vd. sería naturalmente el Jefe de la expedición en la parte científica, en la dirección de la marcha y en el arreglo del itinerario. El jefe militar y el jefe civil, nombrados según el plan del Gobierno, quedarían subordinados a la superior dirección de Vd.
Por lo tanto, convendría que Vd. se trasladara a la ciudad de Tarija, a fin de acordar un plan definitivo con el Prefecto y con la comisión especial.
Si el presupuesto que he calculado para la marcha de la expedición exploradora, y que monta a la suma de bolivianos 7,115, resultara deficiente, el Prefecto queda autorizado para completarlo.
Por lo demás, hallándome a tanta distancia de Tarija, no puedo prever todos los pormenores; pero fácilmente los acordará Vd. con el Prefecto.
Tomo nota de su importante ofrecimiento de suministrar al Gobierno la carta del Pilcomayo y la relación del viaje, que serán publicados por la Sociedad Geográfica de París.
Nos ha complacido saber que Vd. ha determinado la longitud y la latitud de Mojo y Tupiza, corrigiendo los errores padecidos al fijar la posición de esos lugares; y nos causa también particular satisfacción la visita que ha hecho Vd. en algunas minas de plata. Las vistas tomadas por el señor Ringel, deben ser interesantes.
Recibiré con el mayor agrado el proyecto de exploración del Alto Purus de que Vd. me habla; y realmente, yo creo como Vd. que su navegación es preferible a la de los ríos Madera y Mamoré, embarazados por formidables y numerosas rompientes. Tengo algunas nociones sobre el curso del río Purus, por lecturas que hice antes de ahora, y de las que resulta que es distinto del rio Madre de Dios. Recuerdo particularmente sobre esto las demostraciones de Antonio Raimondi, en su hermoso libro titulado El Perú, del que sólo poseo los dos primeros volúmenes.
El Gobierno de Bolivia estará siempre dispuesto a cooperar en este proyecto de exploración y a subvenir a los gastos, siempre que ellos no fueren superiores a sus recursos actuales, que están comprometidos en fuertes e indeclinables necesidades.
Concluyo esta primera carta, saludando a Vd. respetuosamente a nombre del Gobierno de Bolivia, y ofreciendo a Vd. la seguridad de los sentimientos distinguidos con que soy
De Vd. muy atento seguro servidor.
A. Quijarro.
Ministerio de Hacienda e Industria.
La Paz, Marzo 9 de 1882.
Al Sr. Prefecto del departamento de Tarija.
Señor Prefecto:
Se ha recibido en este Ministerio su estimable comunicación de 23 del pasado mes de Febrero, en la que se sirve Vd. contestar a mi oficio de 9 del propio mes.
Podemos considerar la venida de la expedición encomendada a M. Crevaux, como una de las más felices coincidencias con el pensamiento que el Gobierno abriga con firmeza, y cuya primera expresión consta en los planes que tuve la honra de enviarle y que actualmente se hallan sometidos a las dilucidaciones de una comisión especial.
Parece de todo punto conveniente, como Vd. mismo lo insinúa, que la expedición exploradora excogitada por el Gobierno, forme un solo cuerpo con la que trae el ilustrado viajero francés. Habiendo propuesto esta idea a la consideración del Sr. Vice-Presidente de la República, encargado del mando supremo, se ha dignado acogerla con marcada satisfacción, y en consecuencia me ha ordenado que imparta a Vd. las siguientes autorizaciones e instrucciones:
Someterá Vd. a las discusiones de la Comisión especial el pensamiento de refundir en una sola las dos expediciones, esto es, la del Gobierno y la de M. Crevaux, debiendo resultar de esa deliberación el plan definitivo al que se modelaría la empresa, tanto en su organización, como en lo tocante a su itinerario y demás pormenores.
2a En la hipótesis de constituirse una sola expedición, mediante acuerdo que ha de celebrarse entre esa Prefectura, la Comisión especial y M. Crevaux, es entendido que este señor será el jefe de dicha expedición, en lo que concierne a la dirección científica y al método que ha de observarse en la marcha, correspondiendo al mismo la elección de la ruta y la fijación del orden en las jornadas.
3a Subsiste la determinación del Gobierno en cuanto al nombramiento de dos jefes, el uno militar y el otro civil, debiendo recaer la elección para este último cargo en la persona del ciudadano D. Luis Moreno de Peralta, a quien el Gobierno debe interesantes informes y cuyos sentimientos patrióticos aprecia muy particularmente, lo mismo que los del Sr. .Moisés Echazú, a quien ha cabido también parte activa en el asunto.
4a Conforme al primitivo plan del Gobierno, corresponderá al jefe civil entender en la parte económica y administrativa de la empresa, sin perjuicio de la iniciativa que podrá ejercer sometiendo indicaciones en cuanto a la expedición misma.
5a Si el presupuesto calculado para la realización de la expedición exploradora, y que monta a la suma de bolivianos 7,115, resultare deficiente, después de una madura deliberación, el Sr. Prefecto queda autorizado para complementarlo, con cargo de dar cuenta al Supremo Gobierno.
6a En el caso de que el Sr. Prefecto considere que la expedición puede ser emprendida en una época próxima, y hallándose de acuerdo en esta opinión el sentir de los señores que componen la Comisión especial, queda autorizado para contraer un empréstito, comprometiendo para el reembolso un 50 por ciento de los ingresos líquidos de la Aduana nacional, sin perjuicio de buscar y proponer otros arbitrios.
7a En comunicación dirigida a este Ministerio por M. Crevaux, datada en Tupiza el día 24 de Febrero, manifiesta que los sueldos, alimentación y trasporte de las seis personas que forman la comisión de que es él jefe, serán cubiertos con sus propios fondos.
Esta circunstancia no es un obstáculo para que el Sr. Prefecto deje de tratar al Sr. Crevaux y a sus compañeros con toda liberalidad, prestándoles los auxilios y facilidades que les permitan hacer un viaje tan cómodo como fuere posible.
Al terminar este oficio, me cabe la honra de agradecer a nombre del Gobierno, las congratulaciones que se sirve Vd. dirigirle como expresión del sentimiento popular del departamento de Tarija.
Dios guarde a Vd. señor Prefecto.
Salinas.
A.Quijarro
Al Señor Ministro de Hacienda e Industria, Dr. A. Quijarro,
La Paz.
Tarija, Marzo 13 de 1882.
Señor Ministro:
En este momento partimos para el Pilcomayo. Todo va bien. El Señor Samuel Campero, Prefecto de Tarija, nos ha prestado la cooperación más activa y eficaz. De nada careceremos; mi comitiva se halla lista; abrigamos la esperanza de obtener un éxito feliz en nuestra empresa.
Es entendido que no solicitamos ninguna recompensa de su Gobierno, pero creemos también que Vd. se servirá indemnizarnos el gasto extraordinario del viaje. El Sr. B. Trigo debió escribir a Vd. sobre el particular.
El pago de los servicios de mi comitiva se halla a cargo del Ministro de Instrucción Pública de Francia.
Con profundo respeto, tengo la honra de suscribirme de Vd., Señor Ministro,
Atento servidor,
Julio Crevaux.
P. S. Los vecinos de Tarija y Tupiza me han dispensado la acogida más simpática. Entre las personas que más se han distinguido en la cooperación de mi propósito, tengo el honor de mencionar a Vd. a los Sres. Arraya, Sub-Prefecto de Tupiza, y Andrés Lizardo Taborga, Secretario de la Prefectura de Tarija.
Potosí, Junio 16 de 1882.
Al Sr. Presidente del H. Consejo Departamental.
Señor:
El aviso ya confirmado de la victimación de M. Crevaux y de su comitiva por los salvajes “Tobas”, ha causado honda impresión de pesar en los vecinos de esta ciudad.
Ellos desean hacer público su sentimiento, a la vez que tributar un homenaje de gratitud y de respeto a la memoria de tan ilustre viajero y la de sus dignos compañeros, que han muerto por su amor a la Ciencia, a Bolivia y a la humanidad.
Desean, además, que el Supremo Gobierno conozca la ardiente aspiración que tiene este pueblo, de que sin demora se lance una expedición armada al rio Pilcomayo para que recoja los restos de M. Crevaux y de sus abnegados compañeros, y para que rompa enérgicamente, una vez para siempre, la valla que las tribus salvajes han opuesto hasta ahora a nuestra comunicación con el Paraguay por el Pilcomayo.
El Consejo Departamental, es el órgano más autorizado para ponerse a la cabeza de esta iniciativa popular y es por eso, que encargados por un numeroso círculo de ciudadanos, nos tomamos la libertad de dirigirnos a él, por el respetable intermedio de su digno Presidente, con los objetos ya expresados.
Esta ocasión, nos permite la honra de atestiguar a Vd. nuestro profundo respeto, como
Sus muy atentos servidores.
Daniel Bracamonte. — M. Morales. — D. Campos. — Luis F. Manzano. — Demetrio Calbimonte. — José L. Guzmán. — Faustino Garrón. — M. M. Jordán. — Adolfo F. Vargas. — Toribio Cortés.
(9) Esta nota no ha sido contestada hasta el presente por la Cancillería francesa, tal vez por el cambio ocurrido en el gabinete de dicha Nación en los momentos que debía haberse recibido; pero es probable que se encuentre en el archivo del Ministerio respectivo.
Legación de Bolivia.
N° 85.
Buenos Aires, Diciembre 21 de 1881.
Señor Ministro :
Juzgo conveniente informar a Vd. acerca del siguiente asunto, del cual se ha preocupado la Legación últimamente.
El Gobierno francés envió a esta República al explorador M. Crevaux, médico de 1ª clase de aquella nación, con el objeto de que estudiara algunas regiones y ríos de este continente. Al arribo del explorador cayó en sus manos la obra escrita por el Sr. Vaca-Guzmán sobre el Pilcomayo, y le despertó extraordinario interés el estudio de ese canal.
Con ese motivo se apersonó en esta Legación solicitando datos acerca de Bolivia y de la importancia de la navegación del río ya nombrado. Después de una larga conferencia, en presencia del explorador Sr. Moreno y varios compatriotas nuestros, M. Crevaux acabó por robustecer los deseos que lo animaban para hacer una exploración.
Al presente, me es grato comunicarle que dicho Señor sale de esta ciudad el día 24 del corriente con dirección a Tarija para descender por el Pilcomayo desde su curso superior.
El explorador lleva todos los elementos y personal científico necesario para que sus trabajos sean coronados de un éxito feliz. Por mi parte me permito recomendarlo a la consideración del Gobierno por el servicio importante que va a prestar al país, resolviendo uno de los más trascendentales problemas de su viabilidad. Con esta misma fecha me dirijo al Prefecto de Tarija insinuándole preste toda la cooperación posible al Sr. Crevaux y le facilite los elementos de que pueda disponer para coadyuvar las tareas que demanda la exploración.
Espero que el Gobierno apruebe los gastos que la Prefectura llegue a hacer, así como la cooperación que he solicitado.
Independientemente de los estudios del Sr. Crevaux, actualmente procuro reunir elementos, u obtener la participación del Gobierno Argentino, para organizar otra expedición compuesta de ciudadanos bolivianos para que remonten el canal desde su embocadura hasta donde sea posible conducir el vapor.
Por este medio ambas expediciones completarán los estudios, cabiéndonos la satisfacción y la gloria de haber resuelto un importantísimo problema comercial y geográfico.
En el interés de hacer conocer en Europa que la iniciativa de navegación del Pilcomayo, que tanto interés despierta en estos momentos, ha partido de un ciudadano de Bolivia, en cuyos estudios se vienen basando todos los proyectos de expedición, he obtenido cien ejemplares de la obra del señor Vaca-Guzmán, quien los ha cedido gratuitamente, los cuales enviaré a todas las Sociedades científicas de Europa así como a las Cortes que hoy se preocupan de llevar a cabo nuevos descubrimientos geográficos. Por el momento remito a Vd. los ejemplares necesarios en el gabinete.
Me es grato suscribirme del Señor Ministro, con este motivo como
Su atento servidor.
M. Omiste.
Señor Ministro de Relaciones Exteriores de Bolivia Dr. Don Pedro J. Zilveti. — La Paz.
Legación de Bolivia.
Buenos Aires, Diciembre 21 de 1881.
Señor Prefecto del Departamento de Tarija.
Señor:
Me cabe el agrado de dirigirme a Vd. comunicándole que el 24 del corriente sale de esta ciudad el Señor Julio Crevaux, médico de 1ª clase de la marina francesa, enviado por su Gobierno a explorar algunas regiones de esta parte de América.
El Sr. Crevaux, de acuerdo con la Legación de mi cargo, ha resuelto explorar los ríos Pilaya y Pilcomayo a cuyo efecto se dirige a esa ciudad.
Interesado vivamente en que se lleve a cabo con éxito la exploración, me permito recomendar y encarecer la más eficaz cooperación por parte del señor Prefecto, prestando la protección y facilidades que demanda la arriesgada empresa que trata de llevar a cabo el Sr. Crevaux. Al efecto, procurará Vd. poner a su disposición algunos hombres armados, carpinteros, constructores, remeros y baqueanos, en la persuasión de que el Gobierno aprobará las medidas y gastos que este servicio ocasione.
Recomiendo a Vd. procure sea bien acogido el distinguido viajero, como corresponde a un pueblo culto que debe estimular empresas tan trascendentales como la que motiva este oficio.
Para que el señor Prefecto tenga conocimiento de la importancia de la navegación del Pilcomayo y pueda emitir un juicio favorable ante la opinión, remito un ejemplar de la obra escrita por nuestro compatriota el Sr. Vaca-Guzman, que en cierto modo ha servido de estímulo al explorador que hoy debe disipar las dudas que existen respecto a la habilitación del canal ya nombrado.
Con este motivo me es grato suscribirme con toda consideración
De Vd. atento servidor.
M. Omiste.
Legación de Bolivia.
Buenos Aires, Diciembre 23 de 1881.
Señor Ministro :
El infrascrito, Enviado Extraordinario y Ministro Plenipotenciario de la República de Bolivia en la República Argentina, tiene el honor de dirigirse a S. E. el Señor Ministro de Negocios Extranjeros, participándole que habiendo arribado a esta ciudad el Sr. Dr. Julio Crevaux, médico de clase de la marina francesa, con el objeto de verificar exploraciones científicas en este continente por encargo del Gobierno de S. E., después de estudiar y conocer la importancia geográfica y mercantil del rio Pilcomayo, que atraviesa y tiene sus fuentes en el territorio de Bolivia, se ha decidido explorar dicho canal, a cuyo efecto sale de esta ciudad el día 24 del corriente con dirección a aquella República.
La Legación a cargo del que suscribe acogió con suma complacencia el pensamiento del Sr. Crevaux y ha procurado estimularlo para que se decidiera por esa exploración, por cuanto el río Pilcomayo suscita hoy día inmenso interés, tanto respecto a las investigaciones científicas, por no ser bien conocido su curso, cuanto por los beneficios que está llamado ¿prestar en la esfera comercial a las Repúblicas Argentina, Boliviana y del Paraguay, con las cuales se avecina.
Para que S. E. pueda formarse una idea exacta de la altísima importancia de esa corriente, el infrascrito se permite remitirle un ejemplar de la obra escrita por el Dr. Santiago Vaca-Guzmán, por comisión del Exmo. Gobierno Argentino, la cual estimuló en el Sr. Crevaux, la idea de realizar esa exploración.
Al comunicar a S. E. esta decisión, el que suscribe no puede menos que enviar, en nombre de su país, un voto de felicitación y de gracias al ilustrado y progresista Gobierno de S. E. por el poderoso apoyo que consagra al desenvolvimiento de las ciencias geográficas de esta parte de América y el señalado servicio que en esta ocasión presta a las Repúblicas que liga la vía fluvial del Pilcomayo, contribuyendo a la solución de un problema que hoy preocupa a los Gobiernos y los hombres ilustrados de estas Repúblicas.
El infrascrito aprovecha esta ocasión para ofrecer a S. E. el Sr. Ministro de Negocios Extranjeros, su testimonio de alto respeto y distinguida consideración.
M. Omiste.
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Exmo. Sr. Ministro de Negocios Extranjeros de la República Francesa, Dr. D. León Gambetta.
París (9).
Ministerio de Hacienda e Industria.
La Paz, Marzo 9 de 1882.
Señor Julio Crevaux.
Tupiza.
Mui distinguido señor:
Con viva satisfacción me he impuesto de su grata comunicación de 24 de Febrero, de la que he dado inmediata lectura al señor Presidente y a los demás Ministros.
Cuando se anunció el viaje de exploración encomendado a la competencia de Vd., se creyó en este país que Vd. remontaría las corrientes del rio Pilcomayo, penetrando por la embocadura. Pero no ha sido así. Vd. ha preferido descender por esas corrientes partiendo desde Tarija, resolución que sin duda ha sido adoptada después de la conveniente meditación. De todos modos, los bolivianos sólo tenemos motivos para felicitarnos por la venida de Vd., en la persuasión de que sus exploraciones han de contribuir a los progresos de la ciencia, al beneficio de la humanidad y a la particular ventaja de Bolivia. Creo, además, que la presencia de Vd. en mi patria y el fruto seguro de sus trabajos, han de servir de motivo plausible para que se restablezcan relaciones oficiales y diplomáticas entre Bolivia y la Francia, por la que hemos abrigado siempre las más decididas simpatías.
En cuanto a la cooperación que Vd. necesita de parte de este Gobierno para el buen éxito de su trascendental expedición, puede Vd. contar con ella en la medida de lo que fuere conducente a ese fin.
Ya se dieron órdenes a la Prefectura de Tarija para que se ayudara a Vd. con toda eficacia, haciendo los desembolsos que para ello fuesen indispensables; pero por este correo trasmito autorizaciones e instrucciones más precisas.
Según ellas, la expedición exploradora que por orden del Gobierno hago organizar en Tarija, encargando los estudios previos a una comisión especial, podrá refundirse con la que Vd. ha traído de Francia. En semejante caso, Vd. sería naturalmente el Jefe de la expedición en la parte científica, en la dirección de la marcha y en el arreglo del itinerario. El jefe militar y el jefe civil, nombrados según el plan del Gobierno, quedarían subordinados a la superior dirección de Vd.
Por lo tanto, convendría que Vd. se trasladara a la ciudad de Tarija, a fin de acordar un plan definitivo con el Prefecto y con la comisión especial.
Si el presupuesto que he calculado para la marcha de la expedición exploradora, y que monta a la suma de bolivianos 7,115, resultara deficiente, el Prefecto queda autorizado para completarlo.
Por lo demás, hallándome a tanta distancia de Tarija, no puedo prever todos los pormenores; pero fácilmente los acordará Vd. con el Prefecto.
Tomo nota de su importante ofrecimiento de suministrar al Gobierno la carta del Pilcomayo y la relación del viaje, que serán publicados por la Sociedad Geográfica de París.
Nos ha complacido saber que Vd. ha determinado la longitud y la latitud de Mojo y Tupiza, corrigiendo los errores padecidos al fijar la posición de esos lugares; y nos causa también particular satisfacción la visita que ha hecho Vd. en algunas minas de plata. Las vistas tomadas por el señor Ringel, deben ser interesantes.
Recibiré con el mayor agrado el proyecto de exploración del Alto Purus de que Vd. me habla; y realmente, yo creo como Vd. que su navegación es preferible a la de los ríos Madera y Mamoré, embarazados por formidables y numerosas rompientes. Tengo algunas nociones sobre el curso del río Purus, por lecturas que hice antes de ahora, y de las que resulta que es distinto del rio Madre de Dios. Recuerdo particularmente sobre esto las demostraciones de Antonio Raimondi, en su hermoso libro titulado El Perú, del que sólo poseo los dos primeros volúmenes.
El Gobierno de Bolivia estará siempre dispuesto a cooperar en este proyecto de exploración y a subvenir a los gastos, siempre que ellos no fueren superiores a sus recursos actuales, que están comprometidos en fuertes e indeclinables necesidades.
Concluyo esta primera carta, saludando a Vd. respetuosamente a nombre del Gobierno de Bolivia, y ofreciendo a Vd. la seguridad de los sentimientos distinguidos con que soy
De Vd. muy atento seguro servidor.
A. Quijarro.
Ministerio de Hacienda e Industria.
La Paz, Marzo 9 de 1882.
Al Sr. Prefecto del departamento de Tarija.
Señor Prefecto:
Se ha recibido en este Ministerio su estimable comunicación de 23 del pasado mes de Febrero, en la que se sirve Vd. contestar a mi oficio de 9 del propio mes.
Podemos considerar la venida de la expedición encomendada a M. Crevaux, como una de las más felices coincidencias con el pensamiento que el Gobierno abriga con firmeza, y cuya primera expresión consta en los planes que tuve la honra de enviarle y que actualmente se hallan sometidos a las dilucidaciones de una comisión especial.
Parece de todo punto conveniente, como Vd. mismo lo insinúa, que la expedición exploradora excogitada por el Gobierno, forme un solo cuerpo con la que trae el ilustrado viajero francés. Habiendo propuesto esta idea a la consideración del Sr. Vice-Presidente de la República, encargado del mando supremo, se ha dignado acogerla con marcada satisfacción, y en consecuencia me ha ordenado que imparta a Vd. las siguientes autorizaciones e instrucciones:
Someterá Vd. a las discusiones de la Comisión especial el pensamiento de refundir en una sola las dos expediciones, esto es, la del Gobierno y la de M. Crevaux, debiendo resultar de esa deliberación el plan definitivo al que se modelaría la empresa, tanto en su organización, como en lo tocante a su itinerario y demás pormenores.
2a En la hipótesis de constituirse una sola expedición, mediante acuerdo que ha de celebrarse entre esa Prefectura, la Comisión especial y M. Crevaux, es entendido que este señor será el jefe de dicha expedición, en lo que concierne a la dirección científica y al método que ha de observarse en la marcha, correspondiendo al mismo la elección de la ruta y la fijación del orden en las jornadas.
3a Subsiste la determinación del Gobierno en cuanto al nombramiento de dos jefes, el uno militar y el otro civil, debiendo recaer la elección para este último cargo en la persona del ciudadano D. Luis Moreno de Peralta, a quien el Gobierno debe interesantes informes y cuyos sentimientos patrióticos aprecia muy particularmente, lo mismo que los del Sr. .Moisés Echazú, a quien ha cabido también parte activa en el asunto.
4a Conforme al primitivo plan del Gobierno, corresponderá al jefe civil entender en la parte económica y administrativa de la empresa, sin perjuicio de la iniciativa que podrá ejercer sometiendo indicaciones en cuanto a la expedición misma.
5a Si el presupuesto calculado para la realización de la expedición exploradora, y que monta a la suma de bolivianos 7,115, resultare deficiente, después de una madura deliberación, el Sr. Prefecto queda autorizado para complementarlo, con cargo de dar cuenta al Supremo Gobierno.
6a En el caso de que el Sr. Prefecto considere que la expedición puede ser emprendida en una época próxima, y hallándose de acuerdo en esta opinión el sentir de los señores que componen la Comisión especial, queda autorizado para contraer un empréstito, comprometiendo para el reembolso un 50 por ciento de los ingresos líquidos de la Aduana nacional, sin perjuicio de buscar y proponer otros arbitrios.
7a En comunicación dirigida a este Ministerio por M. Crevaux, datada en Tupiza el día 24 de Febrero, manifiesta que los sueldos, alimentación y trasporte de las seis personas que forman la comisión de que es él jefe, serán cubiertos con sus propios fondos.
Esta circunstancia no es un obstáculo para que el Sr. Prefecto deje de tratar al Sr. Crevaux y a sus compañeros con toda liberalidad, prestándoles los auxilios y facilidades que les permitan hacer un viaje tan cómodo como fuere posible.
Al terminar este oficio, me cabe la honra de agradecer a nombre del Gobierno, las congratulaciones que se sirve Vd. dirigirle como expresión del sentimiento popular del departamento de Tarija.
Dios guarde a Vd. señor Prefecto.
Salinas.
A.Quijarro
Al Señor Ministro de Hacienda e Industria, Dr. A. Quijarro,
La Paz.
Tarija, Marzo 13 de 1882.
Señor Ministro:
En este momento partimos para el Pilcomayo. Todo va bien. El Señor Samuel Campero, Prefecto de Tarija, nos ha prestado la cooperación más activa y eficaz. De nada careceremos; mi comitiva se halla lista; abrigamos la esperanza de obtener un éxito feliz en nuestra empresa.
Es entendido que no solicitamos ninguna recompensa de su Gobierno, pero creemos también que Vd. se servirá indemnizarnos el gasto extraordinario del viaje. El Sr. B. Trigo debió escribir a Vd. sobre el particular.
El pago de los servicios de mi comitiva se halla a cargo del Ministro de Instrucción Pública de Francia.
Con profundo respeto, tengo la honra de suscribirme de Vd., Señor Ministro,
Atento servidor,
Julio Crevaux.
P. S. Los vecinos de Tarija y Tupiza me han dispensado la acogida más simpática. Entre las personas que más se han distinguido en la cooperación de mi propósito, tengo el honor de mencionar a Vd. a los Sres. Arraya, Sub-Prefecto de Tupiza, y Andrés Lizardo Taborga, Secretario de la Prefectura de Tarija.
Potosí, Junio 16 de 1882.
Al Sr. Presidente del H. Consejo Departamental.
Señor:
El aviso ya confirmado de la victimación de M. Crevaux y de su comitiva por los salvajes “Tobas”, ha causado honda impresión de pesar en los vecinos de esta ciudad.
Ellos desean hacer público su sentimiento, a la vez que tributar un homenaje de gratitud y de respeto a la memoria de tan ilustre viajero y la de sus dignos compañeros, que han muerto por su amor a la Ciencia, a Bolivia y a la humanidad.
Desean, además, que el Supremo Gobierno conozca la ardiente aspiración que tiene este pueblo, de que sin demora se lance una expedición armada al rio Pilcomayo para que recoja los restos de M. Crevaux y de sus abnegados compañeros, y para que rompa enérgicamente, una vez para siempre, la valla que las tribus salvajes han opuesto hasta ahora a nuestra comunicación con el Paraguay por el Pilcomayo.
El Consejo Departamental, es el órgano más autorizado para ponerse a la cabeza de esta iniciativa popular y es por eso, que encargados por un numeroso círculo de ciudadanos, nos tomamos la libertad de dirigirnos a él, por el respetable intermedio de su digno Presidente, con los objetos ya expresados.
Esta ocasión, nos permite la honra de atestiguar a Vd. nuestro profundo respeto, como
Sus muy atentos servidores.
Daniel Bracamonte. — M. Morales. — D. Campos. — Luis F. Manzano. — Demetrio Calbimonte. — José L. Guzmán. — Faustino Garrón. — M. M. Jordán. — Adolfo F. Vargas. — Toribio Cortés.
(9) Esta nota no ha sido contestada hasta el presente por la Cancillería francesa, tal vez por el cambio ocurrido en el gabinete de dicha Nación en los momentos que debía haberse recibido; pero es probable que se encuentre en el archivo del Ministerio respectivo.