Analista advierte la caída de las RIN y el fomento del mercado paralelo del dólar
La determinación del Banco Central de Bolivia (BCB) de suspender la venta de dólares a través de sus ventanillas, aparte de ser una medida administrativa, muestra la intención de evitar la salida de divisas ante la caída de las reservas internacionales netas (RIN), así como una probable...
La determinación del Banco Central de Bolivia (BCB) de suspender la venta de dólares a través de sus ventanillas, aparte de ser una medida administrativa, muestra la intención de evitar la salida de divisas ante la caída de las reservas internacionales netas (RIN), así como una probable devaluación de la moneda nacional dado que se encuentra fuertemente apreciado, afirmó el analista económico, Daniel Atahuichi.
“Dentro de las funciones complementarias, el BCB es el agente financiero del Gobierno, y este agente está restringiendo la venta de dólares. No es cualquier institución, y ha adoptado la decisión de no vender dólares y en aquellas entidades financieras donde tenga mayor participación accionaria”, señaló a ANF.
De acuerdo a la resolución del directorio del BCB N° 157/2018, que fue suscrita el pasado 23 de octubre y entró en vigencia a partir del 1 de noviembre, el ente emisor ya no realizará la venta directa de dólares al público, ni tampoco las entidades financieras con mayoría accionaria del Estado; es decir, el Banco Unión. Sin embargo, la banca privada y las casas de cambio de todo el país continuarán operando con dólares.
“Hay que ver la resolución como una señal de que las reservas internacionales se están reduciendo; desde el 2017 a agosto de 2018 ha caído más de $us 1.000 millones, dato elocuente; de $us 10.261 millones a $us 9.074 millones (…). La otra señal es que la moneda del peso boliviano está sumamente apreciada; el Estado se ha encargado de mantenerla a un tipo de cambio fijo de 6,96 (al cambio en dólar) desde el 2008 a la fecha”, afirmó.
Según estimaciones –dijo Atahuichi- la moneda boliviana estaría apreciada aproximadamente en un 25% en función de la política monetaria denominada “bolivianización”, que está fuertemente vinculada a las reservas internacionales netas. Sin embargo, observó que los años de bonanza terminaron y asistimos a un periodo en la caída de las reservas, lo cual no coincide con la apreciación de la moneda nacional.
“Hay que tomar en cuenta que el propósito de bolivianizar ha sido muy eficiente; hoy en día la economía nacional está bolivianizada en aproximadamente un 95%, pero es una burbuja que no se la puede retener indefinidamente (…). Estamos en un periodo preelectoral, de aquí en el corto plazo podemos asistir una devaluación de la moneda nacional”, aseveró.
El también autor de la tesis doctoral: “Crecimiento y exportaciones: el papel del sector exportador boliviano en el crecimiento económico y el empleo”, indicó que Brasil y Argentina devaluaron sus monedas, pero Bolivia marcha a contracorriente, lo cual es posible en el corto plazo, sin embargo, no puede ser para siempre, pues entre las consecuencias negativas de la medida está la falta de competitividad de los productos nacionales en términos de precios, costos, calidad y tecnología”.
“El Gobierno al tratar de mantener el tipo de cambio fijo está apostando una especie de estabilidad política a un costo muy alto en el mediano y largo plazo. Hasta ahora, el margen de maniobra de mantener un colchón financiero moderado, logró resultados positivos gracias a los elevados precios de las materias primas, por efecto del desempeño de la economía mundial. Hasta hoy nos fue bien, si a mediano plazo caen los precios de las materias primas, correlativamente caerán las reservas internacionales”, advirtió el economista.
Fomento al mercado paralelo del dólar
Ante la restricción de la venta de dólares, puede darse un fenómeno, según Atahuichi, pues los ciudadanos como agentes económicos generan expectativas. “Cuando el BCB está generando expectativas en los agentes económicos, en los ciudadanos, lo que está haciendo es fomentar el mercado paralelo (del dólar)”, señaló.
Explicó que cuando se dio la hiperinflación con más del 25.000% en los años 80, el bolsín se encargó de regular el mercado de la divisa dólar y fue positivo, se logró controlar la hiperinflación. “Hoy tenemos el instrumento de las Operaciones de Mercado Abierto (OMA) que fomenta la bolivianización”, acotó.
Con la política monetaria de la “bolivianización”, alertó Atahuichi, el Estado desincentiva las transacciones comerciales con la moneda dólar, desincentiva su demanda y aprieta la máquina de la regulación, a través de la contracción de dólares.
Tomado de ANF
“Dentro de las funciones complementarias, el BCB es el agente financiero del Gobierno, y este agente está restringiendo la venta de dólares. No es cualquier institución, y ha adoptado la decisión de no vender dólares y en aquellas entidades financieras donde tenga mayor participación accionaria”, señaló a ANF.
De acuerdo a la resolución del directorio del BCB N° 157/2018, que fue suscrita el pasado 23 de octubre y entró en vigencia a partir del 1 de noviembre, el ente emisor ya no realizará la venta directa de dólares al público, ni tampoco las entidades financieras con mayoría accionaria del Estado; es decir, el Banco Unión. Sin embargo, la banca privada y las casas de cambio de todo el país continuarán operando con dólares.
“Hay que ver la resolución como una señal de que las reservas internacionales se están reduciendo; desde el 2017 a agosto de 2018 ha caído más de $us 1.000 millones, dato elocuente; de $us 10.261 millones a $us 9.074 millones (…). La otra señal es que la moneda del peso boliviano está sumamente apreciada; el Estado se ha encargado de mantenerla a un tipo de cambio fijo de 6,96 (al cambio en dólar) desde el 2008 a la fecha”, afirmó.
Según estimaciones –dijo Atahuichi- la moneda boliviana estaría apreciada aproximadamente en un 25% en función de la política monetaria denominada “bolivianización”, que está fuertemente vinculada a las reservas internacionales netas. Sin embargo, observó que los años de bonanza terminaron y asistimos a un periodo en la caída de las reservas, lo cual no coincide con la apreciación de la moneda nacional.
“Hay que tomar en cuenta que el propósito de bolivianizar ha sido muy eficiente; hoy en día la economía nacional está bolivianizada en aproximadamente un 95%, pero es una burbuja que no se la puede retener indefinidamente (…). Estamos en un periodo preelectoral, de aquí en el corto plazo podemos asistir una devaluación de la moneda nacional”, aseveró.
El también autor de la tesis doctoral: “Crecimiento y exportaciones: el papel del sector exportador boliviano en el crecimiento económico y el empleo”, indicó que Brasil y Argentina devaluaron sus monedas, pero Bolivia marcha a contracorriente, lo cual es posible en el corto plazo, sin embargo, no puede ser para siempre, pues entre las consecuencias negativas de la medida está la falta de competitividad de los productos nacionales en términos de precios, costos, calidad y tecnología”.
“El Gobierno al tratar de mantener el tipo de cambio fijo está apostando una especie de estabilidad política a un costo muy alto en el mediano y largo plazo. Hasta ahora, el margen de maniobra de mantener un colchón financiero moderado, logró resultados positivos gracias a los elevados precios de las materias primas, por efecto del desempeño de la economía mundial. Hasta hoy nos fue bien, si a mediano plazo caen los precios de las materias primas, correlativamente caerán las reservas internacionales”, advirtió el economista.
Fomento al mercado paralelo del dólar
Ante la restricción de la venta de dólares, puede darse un fenómeno, según Atahuichi, pues los ciudadanos como agentes económicos generan expectativas. “Cuando el BCB está generando expectativas en los agentes económicos, en los ciudadanos, lo que está haciendo es fomentar el mercado paralelo (del dólar)”, señaló.
Explicó que cuando se dio la hiperinflación con más del 25.000% en los años 80, el bolsín se encargó de regular el mercado de la divisa dólar y fue positivo, se logró controlar la hiperinflación. “Hoy tenemos el instrumento de las Operaciones de Mercado Abierto (OMA) que fomenta la bolivianización”, acotó.
Con la política monetaria de la “bolivianización”, alertó Atahuichi, el Estado desincentiva las transacciones comerciales con la moneda dólar, desincentiva su demanda y aprieta la máquina de la regulación, a través de la contracción de dólares.
Tomado de ANF