La ANH refuerza control sobre los carburantes con el B-SISA

Tras varias semanas marcadas por filas extensas y escasez de carburantes en diferentes regiones del país, la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH) en Tarija reporta una relativa normalización en el abastecimiento de gasolina y diésel. Este viernes, la distribución alcanzó los 210.000 litros de gasolina y 220.000 de diésel solo en la provincia Cercado, según informó el director regional de la ANH, Franz Rodríguez.

Rodríguez aseguró que las filas para cargar gasolina ya han desaparecido en las estaciones de servicio del departamento, mientras que en el caso del diésel aún persisten algunas colas, aunque menores en comparación con días anteriores.

Rodríguez indicó que uno de los factores para esta mejoría fue el levantamiento de los bloqueos en el eje troncal del país, lo que ha permitido que las cisternas circulen con mayor normalidad y lleguen a los centros de distribución sin mayores contratiempos. A ello se suma la ventaja logística de Tarija, que recibe carburantes por ducto desde Villa Montes y también a través de cisternas provenientes de Paraguay y Argentina, lo que ha permitido reforzar el suministro local.

Control y fiscalización

Ante los recientes episodios de desabastecimiento y denuncias sobre reventa de combustible, la ANH ha reforzado los controles mediante el sistema B-Sisa, con el objetivo de garantizar una distribución equitativa y evitar irregularidades.

En ese sentido, Rodríguez explicó que todas las motocicletas deben contar con la tarjeta B-Sisa para poder cargar combustible, mientras que los vehículos deben portar el etiquetado con chip visible en el parabrisas, que permite hacer el registro electrónico del consumo.

Para los casos en los que el etiquetado no pueda ser leído —por ejemplo, en vehículos con parabrisas rotos o chip dañado— la ANH está habilitando la reposición del B-SISA, previa verificación de documentos. Los propietarios deberán presentar el RUAT original y una fotocopia, además de la cédula de identidad o licencia de conducir vigente, y el comprobante de pago de 60 bolivianos a la cuenta oficial de la ANH en el Banco Unión, además del motorizado en físico.

“No es que estamos restringiendo, sino que es una manera de controlar el carguío”, manifestó Rodríguez a tiempo de hacer un llamado a los dueños de aquellos motorizados en los que el chip que han sido colocados desde el 2008 y están dañados, para que puedan hacer la reposición.

Pese a esta mejora, las autoridades insisten en mantener la vigilancia y los controles en las estaciones de servicio. El objetivo es evitar cualquier intento de acopio ilegal o desvío de carburantes, que suelen provocar crisis artificiales de abastecimiento.