Tres Tristes Críticos
Bad Monkey, encuentro placentero de personajes
Todos los personajes de Bad Monkey son “menores”, es decir, que no hay héroes ni villanos superlativos. A algunos incluso se les puede aplicar el calificativo de “perdedores”
Bad Monkey es una serie de televisión que tiene una fuerte carga literaria, en el mejor sentido del término. Son 10 capítulos, con una duración promedio de 50 minutos cada uno, y que “tienen sustancia”, la que está conformada por diálogos interesantes, descripciones detalladas, y sobre todo por una pausada y sólida construcción de personajes.
Es esa la razón por la que la serie parece tan distinta al grueso de las que conforman la producción actual. Hemos llegado a un momento en que la construcción narrativa en la televisión y el cine comercial pareciera que necesariamente tiene que ser “ligera”, rápida, llena de diálogos picantes, escenas de acción intercaladas, escenas (intensamente) conmovedoras, giros en la historia que se suceden uno tras otro, etc. Y lo peor de todo es que cuando esos elementos no están sustentados en buenos argumentos, y se prolongan innecesariamente para cumplir con las necesidades de programación de las plataformas de streaming, dan pie a esa suma enorme de productos repetitivos y mediocres que se estrenan día tras día.
Bad Monkey nos presenta una galería de personajes, cuyas vidas se cruzan, merced a una circunstancia extraordinaria. En ese sentido hay una similitud lejana con algunos de los mejores argumentos de las películas de los hermanos Cohen. Otro parecido con los mismos autores se encuentra en la caricaturización de los personajes, aunque hay que decir que, en este caso, los niveles son menores a los acostumbrados en el cine de los directores de Fargo (1996).
Todos los personajes de Bad Monkey son “menores”, es decir, que no hay héroes ni villanos superlativos. A algunos incluso se les puede aplicar el calificativo de “perdedores”, tan caro a una sociedad norteamericana donde el “éxito” es el valor supremo. Seres que en algunos casos tienen aspiraciones modestas (conservar un trabajo, seguir viviendo en el hogar materno) y que incluso cuando tienen ambiciones desmedidas, estas se pierden en un manto de mediocridad.
Yancy el protagonista, es buen tipo, inteligente y bienintencionado (a su vez irónico y camorrero), con una afición inusual por la honestidad, que tiene una vida desastrosa y arrastra a problemas a toda la gente que lo rodea (probablemente afectado por un TDAH no medicado, aunque en la cinta no se menciona). Rosa su ocasional nueva pareja no tiene esos problemas, aunque su relación con Yancy nos habla de cierta tendencia rupturista y quizás autodestructiva.
Otro es el caso de Michelle, la anterior amante de Yancy, fugitiva por haber tenido relaciones con un chico de 17 años (ella afirma en cierto momento de la serie que la víctima, “tenía más experiencia que yo”), y que probablemente por la culpa no asumida soporta a un marido maltratador.
En la acera de enfrente se encuentra Nick, cuyo esfuerzo supremo para salir de la vida mediocre de la clase media norteamericana, se canaliza mediante su enamoramiento de Eve, el arquetipo de la mujer sexy y trepadora sin escrúpulos. Cerca de ellos se encuentra Charlotte, la hija exadicta y nueva cristiana.
Finalmente, un tercer grupo está conformado por Ronald, un pescador que lo único que quiere es seguir viviendo en la casa paterna, por la “Dragon Queen” una sexy bruja caribeña, que sueña con salir del pozo en la que la ha confinado su tradición familiar y por Yaya, su abuela, una suerte de bruja buena.
A esos personajes, principales y secundarios importantes, podríamos sumarles varios más, todos bien tratados y construidos en forma interesante (el sicario brutal pero sexy, el vendedor de casas inmoral e insoportable, el médico frustrado, el policía gay conflictuado, etc., etc.).
Lo importante en todo caso es que esos personajes tan diversos se relacionan en forma convincente y que mediante ellos se va tejiendo una historia rica, diversa en matices y coherente en su formulación.
¿Llega a ser aburrida Bad Monkey? Si usted es un consumidor asiduo de la televisión contemporánea, es posible que en los primeros capítulos cueste algo acostumbrarse al ritmo, pero está claro que rápidamente se “enganchara” a la historia.
¿Dónde podemos ver Bad Monkey? Se exhibe en Apple Tv, plataforma que como hemos dicho varias veces en esta columna, está haciendo un verdadero esfuerzo por producir series de calidad, ocupando de alguna manera el rol que antes (ahora convertida en MAX, y en franca decadencia). Pero ya sabemos también, que, si no estamos afiliado a ella, fácilmente podemos “bajarla” de alguna tienda de películas especializada.