Tarija fue sede de la Feria Nacional de Apicultura Ecológica y Productos Derivados
Apicultores de tres regiones apuestan por la miel orgánica
Los incendios forestales y el cambio climático, que provoca largas temporadas de sequía, están jugando en contra de la apicultura, poniendo en riesgo a las principales productoras, las abejas
La mañana del jueves 17 de octubre se realizó la Feria Nacional de Apicultura Ecológica y Productos Derivados, un evento organizado por Nativa y que fue auspiciado por Miel Maya Honey, una organización no gubernamental (ONG) belga que apoya la cadena de valor de la apicultura, a través de un programa ejecutado en Tarija, Cochabamba y Santa Cruz.
La Feria reunió a productores de diversas regiones del país y mostró el potencial que hay en cuanto a producción orgánica, es decir, cien por ciento natural. También fue una oportunidad para conocer cómo jóvenes y mujeres están incursionando más en este rubro productivo.
Dani Yépez, miembro de la Asociación de Apicultores de Cutaiqui, en la Región Autónoma del Chaco, tiene 24 años y su principal fuente de ingresos es la apicultura.
La Asociación de Apicultores de Cutaiqui tiene 52 socios actualmente, en su mayoría jóvenes que no pasan de los 30 años. Yépez recordó que esta organización inició con 80 colmenas, hoy en día sobrepasan las 2.000.
Como organización, al año, producen unas 20 toneladas de miel, que, en su mayoría, es entregada a la Empresa Boliviana de Alimentos (EBA), también comercializan a mercados privados. En cuanto a la variedad, en Cutaiqui se produce hasta seis, como la miel de Mistol o la de Algarrobo.
Desde la Chiquitanía llegó Margarita Chivé Rodríguez, quien destaca que su producción es natural, producida sólo por las abejas, las que su asociación se encarga de cuidar.
Además, elaboran derivados, como jabones, jarabes y otros cosméticos requeridos en el mercado.
“Nosotros cosechamos dos veces al año, algunas veces nos afecta el clima, sobre todo la sequía, y no producimos nada. Pero cuando es tiempo de lluvias, la cosecha es buena”, dijo Chivé, a tiempo de lamentar los efectos que están dejando los incendios en la apicultura.
Bolivia y su potencial
Ricardo Vargas, representante de Miel Maya Honey, detalló que actualmente trabajan con 14 asociaciones apícolas, cada una con unos 120 miembros.
Miel Maya Honey se enfoca en la inclusión de jóvenes en emprendimientos productivos que tengan que ver con la apicultura. Son varios los temas que abordan, como género, comercialización asociativa, certificación de garantía y calidad, producción orgánica e incidencia política, para que se concreten leyes municipales que favorezcan al sector en los municipios más chicos.
Vargas destacó una característica de la miel boliviana, que es completamente orgánica. Mientras que el principal problema es el contrabando de miel argentina, que no es orgánica y por eso es más económica.
“Bolivia tiene una potencialidad melífera impresionante. Por eso es que Miel Maya trabaja sobre todo temas vinculados a la producción, transformación y comercialización en la cadena de valor de la apicultura”, indicó.
Admitió que una limitante para los productores de miel es el no poder exportar, esto porque los principios de exportación, especialmente para Europa, están cerrados por el Gobierno.
“El Gobierno ha impulsado que la producción se quede en el país, aquí el kilo de miel cuesta más o menos 60 bolivianos, mientras que fuera del país cuesta dos dólares, es decir, 14 bolivianos. Entonces, el productor apícola va preferir vender su miel aquí antes que afuera, es un tema costo-beneficio”, explicó.
Se estima que la producción por colmena es de 22 a 25 kilos. La apicultura es uno de los rubros más rentables, siempre y cuando se tenga garantizado el mercado.