Crónica política de la semana
Del receso trampa en la ALP a la “reconfiguración” tarijeña
El presidente Arce quiere cerrar el año sacando toda la artillería en materia económica y de industrialización mientras los asuntos políticos, como el prorroguismo de los jueces, pasa a segundo plano
Se cierra una semana de esas típicas de fin de año, donde el receso se impone (en Tarija la Gobernación se adelantó una semana), el gobierno mete la directa para cerrar con broche de oro y algunos temas se destraban “milagrosamente”… o se olvidan. El contexto económico internacional está cambiando y puede ser una oportunidad, si la política lo permite.
El pulso político
La clave política pasa por la Asamblea y los equilibrios de sus tres bancadas: la opositora, la oficialista y la del MAS de Evo. En un ejercicio de responsabilidad las dos últimas decidieron no permitir el receso de fin de año por aquello de que hay demasiados temas urgentes sobre la mesa, pero como el presidente de diputados es el arcista Israel Huaytari no parece probable que se viabilice una convocatoria y se ingrese así a esos fangosos territorios de los hechos consumados: el 2 de enero vence el mandato de los tribunales del Supremo, el Constitucional, el agroambiental y el Consejo de la Magistratura, tremendas cuatro patas para un banco.
En la Asamblea intentan forzar una alternativa que los aparte del cargo, pero el mecanismo de sustitución hasta que se elijan nuevas autoridades por voto popular tampoco acaba de convencer a nadie, más porque es probable que esas elecciones judiciales, a poco que se enreden en 2024, acaben no celebrándose porque en 2025 se activará el calendario electoral de las presidenciales, y esa parece ser la clave: el evismo tiene claro que Arce es el beneficiario de esa prórroga y que el pago será apartar a Morales de la carrera presidencial a como de lugar.
El otro gran tema en la Asamblea es el del Presupuesto, más negociado que nunca por la minoría funcional del arcismo, que si bien no tiene diferencias de fondo con el evismo en la materia de manejo económico, los rivales dentro del partido están dispuestos a hacer sangre mostrando la “incapacidad” del presidente de gestionar lo que era su fuerte.
La “artillería” de Arce
Más allá de la Asamblea y de la guerra política, Arce ha recuperado la iniciativa en estas últimas semanas tratando de redondear su propuesta de profundizar el proceso de cambio. Su plan es “industrializar con sustitución de importaciones” y en ese camino, la empresa privada también espera “su parte”.
En la artillería de fin de año Arce ha inaugurado la planta de carbonato de litio, que tras quince años de demora ya es (casi) una realidad, pues aún operará al 30% de su capacidad el próximo año, es decir, unas 5.000 toneladas a un precio estimado de 40.000 dólares – aunque actualmente la cotización ronda los 25.000 – y que podría aportar unos 200 millones de dólares a una balanza comercial cada vez más complicada por la caída de ventas del gas.
También en el plan estaba marcado anunciar con buena ley el “descubrimiento” de reservas de gas en Churumas, Tarija, aunque en realidad se trata de una recuperación secundaria de un estimado de 0,23 TCF de gas, es decir, la mitad de lo que se consume en un año. Al menos el presidente de YPFB, Armin Dorgathen, ha dicho sin tapujos que pretende liderar el sector tanto en exploración como en explotación sin contar con terceros: más vale tarde que nunca que diría aquel.
El otro hito fuerte tiene que ver con las plantas del biodiésel y sus estrategias de alimentación, que necesariamente involucra a los grandes productores de la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO), muy expectantes también con el ingreso de Bolivia al Mercosur y las diferentes negociaciones abiertas con la Unión Europea y China.
De momento se ha conformado una comisión de seguimiento gobernada por la también cruceña María Nela Prada, ministra de la Presidencia y encargada de la estrategia política de Arce que, en el caso concreto de Santa Cruz, está resultando un éxito: nadie extraña al gobernador encerrado en Chonchocoro mientras naufraga su gestión y lo grandes empresarios corren de nuevo hacia el gobierno al tiempo que bajan las armas en los anhelos de la autodeterminación.
Por último, Arce ha puesto en marcha un nuevo mecanismo de financiación alineado con los nuevos tiempos de la sostenibilidad: Los bonos verdes del Banco de Desarrollo Productivo se alinean con las estrategias del PNUD y se empiezan a medir sus resultados en función de toneladas de carbono capturado. La primera emisión de unos 15 millones de dólares se agotó en minutos. Veremos en qué medida estos bonos se convierten en un instrumento para captar recursos del mentado Fondo de Pérdidas y Daños constituido en la COP 28 (y prometido hace una década) que pretende dotar de financiación a los países más amenazados por el cambio climático, entre ellos, el nuestro.
Tarija y la reconfiguración política
Tarija fue motor de la autonomía nacional y durante muchos años la propia reivindicación ha servido como poderoso vehículo de movilización política, constituyendo al gobernador en una autoridad real, pero también a sus diputados y alcaldes. La caída de los ingresos del gas, sin embargo, ha abierto una nueva etapa.
El gobernador Óscar Montes, acostumbrado a administrar el municipio y con pocas ganas de pelea en la política nacional, baraja sus planes de futuro mientras que surgen muchos aspirantes a pelear el asiento del Gobierno Municipal donde Johnny Torres lleva adelante una gestión sin demasiados problemas. Además, los parlamentarios tarijeños han perdido influencia tanto en el nivel nacional como en el local.
2024 será un año clave para definir las aspiraciones de unos y otros.