Crónica política de la semana
De los amigos de Celinda al pulso navideño entre Montes y Torres
Se multiplican los aspirantes de futuro a la Alcaldía de Tarija generando roces institucionales. En el MAS Tarija se reacomodan las fichas tras el estratégico cambio de gabinete de Luis Arce
Hubo un tiempo que en Tarija se peleaba por la construcción del corredor Bioceánico con recursos propios; un tiempo en el que se construían Villas Olímpicas y se proyectaban hospitales de cuarto nivel; un tiempo en el que se pedía descentralización, autonomía y se negociaban impuestos solidarios y pactos fiscales redistributivos; hubo un tiempo en el que se diseñaban nuevos pasos fronterizos, plataformas logísticas, parques industriales y hasta la participación directa en los negocios de la industrialización del gas.
La pelea esta semana tuvo que ver con la coincidencia o no del Encendido de Luces Navideñas a cargo del municipio y la Entrada Departamental Navideña de la Gobernación. Mejor eso a discutir sobre el décimo departamento, dirán algunos. Y también es verdad que la mayoría de aquellos “sueños” cayeron en saco roto, cuando no se convirtieron en pesadilla. Tarija se ha “redimensionado”, dicen también.
El roce podría no pasar de anécdota, pero la reiteración ha prendido los focos. NI el gobernador Óscar Montes ni el alcalde de Cercado Johnny Torres son muy del trabajo en equipo ni de depender de nadie que no puedan controlar. En esas era obvio que la alianza Unidos no pasaría de ser un instrumento formal para concurrir en paz y amor a las elecciones de 2021 y que cada uno haría la gestión por su lado, pero algo se está moviendo.
En las filas de Torres se sienten atacados desde la vereda de enfrente, donde en realidad se hacen más “los locos” en parte porque son muchos menos y en parte porque la gestión que desde la Gobernación se puede hacer ahora que no hay plata, es mínima.
Lo de la alcaldía tampoco es boyante, pero con lo del día a día, más algún cambio en las dinámicas de Emat y sobre todo, de la extinta Dirección de Ordenación Territorial, más alguna obra que vea la luz en este tiempo – hay muchos puentes esperando muchos meses – y alguna promesa grande – el nuevo puente Isaac Attié, que no es muy original pero es necesario -, se puede optar sin muchos problemas a la reelección, sobre todo porque lo de la gestión nunca fue lo determinante el voto a Johnny Torres, sino su agudeza política.
Las sospechas vienen porque sí detectan que hay alguien triste en la alianza: es Camino al Cambio, que aunque accedió a no concurrir de primer número y más bien acomodarse en cargos de salida o con función ejecutiva, sienten que les queda una bala. Y no es Mario Cossío. O al menos no es solo Mario Cossío.
Las autoridades locales acaban de superar la mitad de su mandato, y más allá de las posibilidades revocatorias, que ni están ni se las espera, lo que van a empezar son los movimientos partidarios y proselitistas. Camino al Cambio tiene a sus dos grandes espadas volcadas en los asuntos departamentales: Mauricio Lea Plaza tratando de reducir el número de asambleístas y María Lourdes Vaca administrando el Susat II, que tiene más vistosidad y menos costo que el seguro de siempre. Veremos si les alcanza.
Terremoto en el MAS Tarija
La semana comenzó también con terremoto para el MAS Tarija: una vieja conocida como Celinda Sosa, identificada tan amiga de Arce como de Evo, rompía su indefinición asumiendo la flamante cancillería en un momento con múltiples desafíos.
Hace dos décadas Celinda Sosa estaba en la órbita de Evo Morales y el proceso de Cambio, pero en Tarija era cuasi desconocida pues había destacado del lado de las ONG a nivel nacional, sin embargo asumió el desafío de venir a poner orden en Tarija tanto en los años duros de la lucha autonómica como cuando la gestión interina de Lino Condori manejaba a paso firme hacia el precipicio. Era una especie de “consultora externa” con algún vínculo familiar que podría ser más ecuánime para administrar el crecimiento del partido, encallado en la lucha de egos entre campesinos, marxistas, interculturales y Bartolinas: todos anhelaban el poder que iban a tener pero que no tenían. Ni Luis Alfaro ni Julia Ramos le pusieron buena cara y el MAS Tarija siguió la deriva en la que sigue hasta hoy, pero Sosa ahora sí que tiene amigos.
El paso dado al lado de Arce, pactado con Julia Ramos, que ha vuelto a la dirigencia Bartolina tras su ostracismo con ánimo de venganza, puede acabar con las dudas de algunos cuadros medios que no reconocen a Álvaro Ruíz – el viceministro de Autonomía y hasta ahora, el mejor posicionado en el Gobierno – como uno de los suyos. De hecho Ruíz puede ser el principal amenazado con el nuevo ascenso de Celinda. Veremos.
Arce y el revocatorio “fallido”
Casi cinco meses después de ser autorizado, el promotor, Milton Mamani, ha difundido que prepara un revocatorio para el presidente y vicepresidente. Aunque la fecha de presentación de las firmas está en discusión, el costo de intentar sumar 1,7 millones de firmas lo hace inviable. Por ese motivo y otros, no ha despertado furor entre la oposición ni tampoco en las filas del evismo, que no lo consideran como una opción para desalojar del poder al binomio presidencial y forzar una elección precoz.
El más interesado en difundir la existencia del pedido ha sido, sin embargo, el propio gobierno, que lo ha utilizado para sacar musculo y asegurar que no habrá revocatorio porque Arce tiene “apoyo popular”.
El tanto político se lo anota de momento Arce, sin embargo, será en el nivel interno donde el presidente tendrá que asegurarse su participación electoral para 2025.