Los sueños del Guadalquivir
¿Eres bueno? Perfecto. Ahora sé mejor
La motivación es fundamental en cualquier área del saber y del hacer. La motivación te da alas, te hace resiliente y te lleva allá donde nunca habías pensado llegar. La motivación llega y se va. Asegúrate de tenerla a tu lado cuando emprendas algo que te importa
No estoy bromeando. ¿Eres bueno? ¿Has terminado tu carrera con notas sobresalientes? ¿Has tenido un éxito especial? ¿Te han publicado por primera vez? Felicidades. Lo festejemos. Pero no importa lo que hayas hecho: tienes que ser mejor. Nunca dejes de caminar. Nunca vas a saber de todo lo que eres capaz si no tomas riesgos, si no te exiges más de lo que puedes, si no caminas el camino hasta el final. Porque la lucha no termina hasta que termina.
Una de las cosas más hermosas en esta vida es cuando ves a alguien llegar a su potencial y brotar en toda su magnificencia. Eso pasa todo el rato cuando alguien deja de ser niño o niña y comienza a ser adulto. Uno puede ver el momento exacto cuando pasa eso, cuando las personas están llenas de vida. Esa es la situación que debemos reproducir a lo largo de nuestras vidas.
Siempre comenzamos chiquito. Pero el mundo es inmenso y está ahí, esperándonos, siempre. Todo camino comienza con un solo paso. Y un paso tras otro nos lleva a destinos insospechados. La vida tiene vueltas inesperadas y nunca sabemos realmente a donde llegaremos; pero lo que sí es seguro es que llegaremos a algún lugar.
Ojalá que algún día todos los errores que cometiste te otorguen la sabiduría para perdonar a los demás, para perdonarlo al mundo y para perdonarte a ti mismo
Esto se aplica también a las cosas malas. ¿Te caíste? Pues levántate. Cada cicatriz que tienes es un mapa del camino recorrido. La existencia está llena de dudas y de dolor; pero no puedes hacer más que existir, y existir es seguir la lucha día a día. Ojalá que algún día todos los errores que cometiste te otorguen la sabiduría para perdonar a los demás, para perdonarlo al mundo y para perdonarte a ti mismo. Ten la certeza de que todo lo que eres ahora es gracias a lo que pasaste, tanto lo bueno como lo malo. No te rindas. Te necesitamos.
Nadie puede vivir nuestra vida por nosotros. Todos debemos cometer nuestros propios errores y luchar nuestras propias batallas. Nunca menosprecies el efecto que puedes tener en los demás. El ser humano es un ser de manada, pero también es una individualidad indisoluble. Somos lo que somos por nosotros, pero también por los otros.
Nuestro devenir es nuestra trayectoria histórica como personas. No hay dos vidas que se hayan vivido exactamente de la misma manera, ni con las mismas posibilidades ni con los mismos dolores. Todos somos maravillosamente diferentes. No somos víctimas de nuestras circunstancias, sino que somos agentes activos de nuestro destino. El mundo te marca, pero eres tú el que se construye permanentemente a pesar de todo. Lo que yo quiero es que seas la mejor versión de ti mismo.
Para eso requieres disciplina. La disciplina de levantar el pie y dar el siguiente paso una vez tras otra, hasta el infinito. Yo creo en la soltura, en el dejarse fluir, en la flexibilidad. Pero incluso así debes tener la disciplina necesaria para tomar tu vida por las riendas y llevarla por donde quieres. Si debes atravesar bosques de espinos y mares de dudas, asegúrate de que sea por buena causa.
No pierdas el tiempo. Ni para lo bueno ni para lo malo. Si tienes que hacer algo, hazlo ahora. No lo dejes para mañana, porque mañana suele ser nunca. Y si hay algo que “tengas” que hacer, pero no lo quieres hacer y te hace mal, no lo hagas, punto. No seas medias tintas. Protege aquello en lo que crees.
Dicen que la suerte es 90% preparación y 10% oportunidad. Haz que las oportunidades valgan. No te resignes
Ten un norte claro. No vayas a donde todo el mundo quiere que vayas. Dicen que los únicos caminos que valen la pena caminar son aquellos que tienen corazón. Aprende a escuchar a tu corazón, descubre su ruta y empieza a trabajar en ello. Sigue tus sueños y haz que trabajen para ti. Te vas a golpear feo con la vida, pero por lo menos que sea por algo que valga la pena. Tu corazón es lo único que puede mantenerte en pelea cuando todo se viene abajo. Cree en lo que haces.
Mantente al acecho. Mantente atento a las posibilidades que se cruzan en tu camino. Dicen que la suerte es 90% preparación y 10% oportunidad. Haz que las oportunidades valgan. No te resignes. Todo lo que deseas se encuentra más allá del miedo. Atrévete a fracasar, porque esa es la única forma de triunfar.
Y hazlo por ti mismo, porque quieres y porque amas lo que haces. Uno sabe cuándo las razones son suficientes y poderosas. De hecho, uno de los grandes dilemas de nuestra vida es descubrir la razón por la que estamos aquí. Nuestra adolescencia y juventud están plagadas de dudas y de búsqueda. Haz que tu búsqueda valga la pena. Se mejor. Constrúyete día a día. Apuesta por tus sueños.