Los productores aguardan por más precipitaciones
Regantes de San Jacinto: Lluvias dan alivio, pero no tranquilidad
Cuando el volumen del agua de la represa baje por debajo de la cota 78, Ende Guaracachi deberá dejar de generar energía eléctrica, de esta manera se priorizará el líquido elemento para riego
El gerente del Proyecto Múltiple San Jacinto, José Valdez, explicó que existe un estudio técnico, que establece que cuando el agua llegue a la cota 78, Ende Guaracachi automáticamente deberá dejar de generar electricidad.
Valdez indicó que la empresa estatal conoce estas disposiciones y que de hacer caso omiso estaría poniendo en riesgo todo el sistema de riego del Proyecto múltiple San Jacinto, repercutiendo en más de 2.500 hectáreas de cultivos agrícolas y afectando a casi 1.500 familias productoras.
“Todos los años pasa lo mismo, llega a la cota 78 y deja de generar electricidad. Sin embargo, por debajo de esta cota, todavía se garantiza el recurso hídrico para el sector productivo, no hay motivo para que los productores se alarmen, pero estamos tomando en cuenta la preocupación de ellos”, apuntó.
Al respecto, el dirigente de la Asociación de Regantes de San Jacinto, Milton Gudiño, señaló que las lluvias registradas la semana pasada han servido para paliar el difícil momento por el que atravesaba el sector productivo. Sin embargo, hizo énfasis en que están a la espera de nuevas precipitaciones para que el recurso hídrico esté garantizado e incluso vuelva a turbinar Ende Guaracachi.
“Por el momento el abastecimiento de agua para riego es normal, si bien hay estiaje, seguimos regando a caudal mínimo, a mitad del riego, porque no alcanza para abastecer a las 2.500 hectáreas que tenemos actualmente. Tenemos un cupo limitado, y tenemos que darle el mejor uso posible a esa agua”, apuntó.
Limo y sedimento
Tomando en cuenta que el sedimento es uno de los principales factores que ha disminuido la capacidad de almacenamiento de agua en la represa de San Jacinto, se consultó a Valdez si es que se han efectuado trabajos de mantenimiento en algunas zonas aprovechando la temporada de sequía, a lo que argumentó que, en efecto se ha dispuesto maquinaria a trabajar, sin embargo, los avances no fueron significativos.
“Hemos hecho en parte, por ejemplo, en el sector de la piscigranja y el bosquecillo, tenemos una máquina trabajando ahí, haciendo una limpieza de materia orgánica, pero es para no creer, que debajo de toda esta materia orgánica todavía está barro, entonces no hemos podido extraer tierra”, explicó.
El cambio de las tuberías disminuyó las pérdidas
A inicios de la presente gestión eran los mismos regantes los que advertían que por la antigüedad de las tuberías, se registraba bastante pérdida de líquido elemento hasta llegar a las parcelas. Sin embargo, el dirigente de los regantes, Milton Gudiño, detalló que esta situación ha sido atendida por el Proyecto Múltiple San Jacinto, habiendo efectuado un recambio de las tuberías en las zonas que registraban daños.
“Este año se han registrado cuatro rupturas, pero este es un problema que cada año tenemos porque va deteriorándose nuestra tubería principal”, mencionó.
En complemento, el gerente del Proyecto Múltiple San Jacinto, José Valdez, señaló que, para evitar pérdidas del recurso hídrico, es que diariamente realizan monitoreos para identificar las averías que son arregladas en manera oportuna.
“En este momento, la tubería principal está bien, el agua está fluyendo normalmente por la tubería. Pero el mantenimiento de canales secundarios y tuberías secundarias también es otro trabajo que estamos constantemente supervisando”, refirió.
En esta misma línea, han sido dirigentes campesinos y el presidente del Comité de Gestión de la Reserva de Sama, Renán Donaire, quienes han pedido priorizar el uso del agua para consumo humano y riego, en relación a otros usos o destinos, ya que es clave para la conservación del líquido elemento, para las actuales y futuras generaciones.
Entre las recomendaciones realizadas, está evitar el uso de agua en piscinas y para el lavado de vehículos, más cuando escasea el líquido elemento en algunas comunidades, tanto para consumo o para riego de parcelas agrícolas.
El déficit de precipitaciones en la gestión 2022, que se atribuyó al fenómeno de La Niña, dejó a diferentes barrios y comunidades de Tarija en una larga temporada de estiaje y cortes del líquido elemento.