Crónica política de la jornada
La “traición” en el MAS, clave para un Censo 2023 por Ley
Tras el cierre de las conversaciones técnicas con negativa a adelantar el Censo, la presión se traslada a la Asamblea Plurinacional, donde la oposición confía en aprovechar la división en la bancada del oficialismo
La delegación cruceña se levantó de la mesa técnica de Trinidad y las movilidades invadieron las rotondas en la capital. Apenas unos pocos puntos de bloqueo quedaron en pie atendiendo a las instrucciones del Comité Cívico – que necesariamente habló de radicalización de medidas siguiendo el manual de estas lides - y eso sí, se iniciaron algunos focos de violencia en algunas poblaciones como en Buenavista.
Cuando en la mañana del miércoles se formalizó la determinación del Gobierno de mantener el censo en 2024 admitiendo adelantarlo un mes, a marzo, - en uno de esos movimientos tan frívolos cómo tácticos que llenan argumentarios: ¡lo adelantamos! -, cívicos y opositores maniobraban para buscar una salida honrosa y seguir presionando. Obviamente se miró pronto a La Paz.
Tuto Quiroga – especializado en la última hora de los conflictos en Bolivia – se prestó pronto a aparecer como canalizador de la solución, así apareció de la mano del presidente cívico Rómulo Calvo y con su manejo dialéctico habitual le dedicó un masaje reconfortante al sacrificado pueblo cruceño que había abierto los ojos al país y propuso llevar el tema a la Asamblea Plurinacional: “Ley mata decreto”, dijo, para que el Censo se haga en 2023 y para ello, porque obviamente los números no dan, recordó que la guerra interna del MAS ya es intestina y a navajazo limpio.
Más o menos lo mismo dijo Carlos Mesa desde la lejanía del altiplano en una conferencia más enrevesada y, como no, en un tuit, en el que directamente adjunto el proyecto de Ley redactado con un único punto: “La presente Ley tiene por objeto establecer la fecha de realización del próximo Censo Nacional de Población y Vivienda el día miércoles 25 de octubre de 2023”. En Bolivia todas las cosas importantes pasan en octubre. O en noviembre.
Mesa no hizo referencia a la bancada del MAS, pero ciertamente el revoltijo en el que están inmersos los dos sectores – aún incatalogables, pero en general, evistas y no evistas – invita a pensar que es posible: El jefe del MAS en Diputados, Andrés Flores, que no es evista, afirmó ayer que pedirá al presidente Luis Arce reconsiderar la fecha de realización del Censo para el 2023, con el fin de pacificar el país. Casi nada cuando todavía están más que calientes las brasas por lo sucedido precisamente en Diputados, donde Jerjes Mercado, también no evista, fue elegido presidente contra la voluntad del saliente Freddy Mamani, evista, con el apoyo de las dos bancadas de oposición en una votación unánime.
Votar la Ley
El asunto es paradójico, pero técnicamente viable. La mayoría en Diputados es de 66 votos y la oposición, si es que no falta nadie a votar, cosa que es rara, suma 55, por lo que tanto la facción del evismo como la progobierno – que juntos son 75 y se dividen más o menos por mitad - podrían sumar para ponerle fecha al censo en 2023 y desbaratar todo el trabajo supuestamente técnico avanzado. Peor en el Senado.
El gobierno quiere censo en 2024 porque no quiere mostrarse débil de nuevo retirando o cediendo en un asunto de magnitud como ya ha cedido en otras, pero además, algunos miembros relevantes como el ministro de Gobierno Eduardo del Castillo y el de Obras Públicas, Edgar Montaño, cuestionados por el evismo, quieren “demostrar” que sí había forma de “derrotar a los cambas” y que nadie debía salir huyendo, en clara referencia a 2019.
La facción pro-gobierno, que acaba de pactar el reparto de cargos en la Directiva con las dos bancadas de oposición, podría recibir un sonoro varapalo en su primera actividad. La facción del evismo, mientras tanto, podría presentarse como pacificadora tan solo con quedarse en la votación para dar quórum y abstenerse. Últimamente todos en las filas oficialistas hablan alegremente de traición.
¿Y el siguiente paso?
Tras hacer rápidamente las cuentas, el Comité Cívico cruceño lo tiene claro: mantener el paro – y la violencia si el MAS se presta – para forzar una votación en la Asamblea que “pacifique el país”. Todos ganan – Camacho, Evo, Mesa – menos Arce. Con todo, lo difícil será siempre ponerlo en agenda. O tal vez no tanto.
El dato
Números
De los 130 curules de Diputados, la oposición suma 55, por lo que apenas necesitaría la presencia de 11 para hacer quórum y poder votar
El apunte
Unidos,
diferentes
papeles en la
Mesa Técnica
Aunque el alcalde Johnny Torres y el gobernador Óscar Montes compartieron alianza electoral, en este embate cada cual ha jugado sus cartas de acuerdo a los intereses personales y de la institución que representan. Cercado es una de las ciudades que ganará población y Torres se mueve en delgada línea, pero en oposición. Mientras, Montes ha explicado reiteradamente que lo importante no es cuándo se haga el censo sino cuándo se entreguen los resultados, y sobre eso hay un compromiso del gobierno de entregarlos en septiembre de 2024 y aplicarlos con celeridad.
De momento el Comité Cívico tarijeño mantiene las medidas de paro, si bien la repercusión es limitada en el departamento por la incidencia de los incendios.