Los sueños de San Roque: Más preguntas que respuestas
Estamos en un proceso de descubrimiento. Es inevitable que nuestros ojos se abran de sorpresa ante cada cosa nueva que encontramos y que el mundo resulte más grande de lo que creíamos.
El anterior sábado don Oscar Chávez me dijo que mi investigación tenía más preguntas que respuestas y yo le dije que sí, que de eso se trata. Resulta que cuanto más indago más me doy cuenta de lo poco que sabemos. Nuestro San Roque es asombroso en su inmensidad. San Roque merece ser patrimonio cultural inmaterial de la humanidad no solo por su fiesta, que es grande, sino por todo lo que significa a nivel continental y por todos los mundos rituales que articula en torno a su celebración.
Lo que a mí me sorprende no es lo mucho o poco que ahora sabemos, sino que en algún momento no tan lejano estábamos tan felices cerrando los ojos, arrullados en una mentira que blanqueaba la historia de la fiesta de San Roque y empequeñecía al santo. Realmente no lo comprendo. La historia verdadera de San Roque es tan majestuosa, ¡y todavía no conocemos ni la mitad! Tener el valor de hacerse las preguntas correctas es una parte importante de la búsqueda de la verdad. Y no es raro que en este momento tengamos más preguntas que respuestas, porque estamos en un momento de la historia en la que estamos rescatando y reescribiendo la historia de San Roque. ¡Por Dios, hace apenas diez años creíamos que la historia que nos habían contado era la verdadera! Ahora mismo estamos preguntándonos, revisando e investigando. Se dice que uno no puede salir sin barro en los zapatos si se pone a trabajar en la chacra, ¿o me equivoco?
Recuerdo que cuando escribí mi primer libro de San Roque el 2009 (Pequeños misterios de la fiesta grande) este estuvo pensado como una sistematización completa del conocimiento acumulado que teníamos de la fiesta de San Roque. Uno de los resultados más importantes de ese libro fue darme cuenta de los huecos e inconsistencias que teníamos sobre San Roque. ¿Cuál era el origen de los chunchos? ¿Qué eran los chunchos? ¿Cuál era el origen de la fiesta? ¿Cuál era la historia de la imagen de San Roque? En este libro plantee mis primeras ideas heterodoxas, poco convencionales, que en ese momento sonaban bastante locas pero que ahora se muestran como especialmente relevantes. Esto demuestra la importancia de hacerse las preguntas correctas. Darse cuenta de lo que no sabemos y trabajar en ello. Si me hubiera mantenido en la creencia de que el conocimiento que teníamos en ese entonces era la totalidad, nunca hubiéramos llegado a los conocimientos que tenemos ahora. Necesité mirar afuera para darme cuenta de la profundidad de la tradición ritual de los bailes chuncho, y necesité romper con la ortodoxia de los historiadores tarijeños para darme cuenta de la historia que no querían contarnos. Alguien debe tener el valor de hacer las preguntas correctas y de embarrarse las manos, porque si no sacas los trapitos al sol terminan pudriéndose en el sótano.
Lo que hemos logrado hasta ahora es asombroso: sabemos que los chunchos en Tarija tienen una fecha de nacimiento y que forman parte de una tradición ritual panandina; sabemos que San Roque era una fiesta chica de barrio pobre, y como es que se consolidó como la fiesta grande de Tarija; por qué no hay chunchos, alféreces ni ningún otro tipo de tradición popular en las demás fiestas patronales de la ciudad de Tarija; que don Aurelio Arce vivió una época tumultuosa en la que se consolidó la herencia de la tradición de los chunchos promesantes; inclusive ahora sabemos más sobre la conformación de la sociedad tarijeña, la Tarija profunda de la que no sabíamos que éramos parte y los dilemas que atravesaron nuestros antepasados. El mundo católico, europeo, andino y nativo se articulan en la fiesta más grande de chunchos del mundo. Y eso lo podemos decir sin miedo porque lo sabemos. Ya no necesitamos que nos corrijan, porque nuestro conocimiento se basa en hechos reales y ahora nosotros mismos somos un centro del saber a nivel continental. San Roque es grande no solo por él mismo, sino por todo lo que representa.
Pero a pesar de todo es indiscutible que tenemos todavía muchas preguntas por responder, muchos temas por investigar. Nuestro San Roquito querido es tan grande que tal vez no nos alcance una vida para ello. Pero, y esto es importante tenerlo en la cabeza, todas estas cosas que son nuevas para nosotros no lo serán para nuestros hijos ni para nuestros nietos. Ellos crecerán sabiendo todo esto, como nosotros crecimos sabiendo que San Roque es la fiesta grande y que los chunchos son parte integral de nuestra fe. Para ellos lo que nosotros ahora sabemos será natural, y las preguntas que ellos se hagan serán diferentes a las que nosotros nos hacemos ahora. Los tiempos cambian, y nuestro conocimiento con ello.