Los productores identifican tres retos
El Covid sube en 30 por ciento la producción de ajo en Tarija
De acuerdo al dirigente de la Federación de Campesinos de Tarija, Elvio Díaz, el aumento en 30% de la producción del ajo se debe a la pandemia, por las propiedades medicinales del producto
Tarija es el tercer productor de ajo en Bolivia, se lo produce en la zona Alta y aunque su cultivo es costoso, los campesinos de la zona están esperanzados en conseguir nuevos mercados. Más cuando por motivos de la pandemia por Covid-19 la producción ha aumentado en un 30%, así lo reveló el dirigente de la Federación de Campesinos de Tarija, Elvio Díaz.
Según estimaciones conjuntas de 2019 entre el Instituto Nacional de Estadística y el Ministerio de Desarrollo Rural y Tierras, el departamento de Potosí es el mayor productor de ajo a nivel nacional al haber alcanzado un volumen de producción de 877 toneladas, seguido del departamento de Cochabamba que logró obtener una producción de 495 toneladas de ajo.
El ajo comienza a cosecharse a finales de diciembre luego se efectúa la “post cosecha”, que consiste en hacer secar el producto bajo los rayos del sol, lo que dura uno a dos meses.
El departamento de Chuquisaca es el departamento productor de ajo que reporta la mayor tasa de rendimiento de 5.13 toneladas por hectárea, a partir de la cual obtuvo 261 toneladas. El departamento de Tarija registró una producción de 413 toneladas de ajo, mientras que Chuquisaca logró 261.
De 2019 a la fecha, según Díaz, la producción ha aumentado y en esta época se encuentran en plena cosecha. De acuerdo al dirigente las lluvias registradas en Tarija en los últimos días no han hecho un daño significativo al producto.
Distribución de la producción de ajo en Bolivia
Una buena noticia y las preocupaciones
De acuerdo al dirigente el aumento en 30% de la producción del ajo se debe a la pandemia, por las propiedades medicinales del producto.
Pero esta buena noticia viene acompañada de tres grandes retos que preocupan a los productores, el primero la consecución de mercados para su venta, el segundo el alcanzar un precio de venta justo y el tercero frenar el contrabando.
“Pedir a las autoridades que vayan viendo de buscar más mercados en el extranjero y que frenen el contrabando que tanto daño nos hace”, apunta Díaz.
El ajo comienza a cosecharse a finales de diciembre luego se efectúa la “post cosecha”, que consiste en hacer secar el producto bajo los rayos del sol, lo que dura uno a dos meses
En cuanto al precio del ajo detalló que el quintal se comercializa a 450 bolivianos, pero dejó en claro que la cifra no cubre la hoja de costo, pues según asegura el precio ideal sería de Bs. 800.
Indicó que el cultivo se riega día por medio y ante la escasez de agua en la zona Alta lo hacen con motobomba, máquina que requiere gasolina diaria para su funcionamiento, sumado a ello reveló que el precio del abono subió a 400 bolivianos el quintal.
El mercado y las gestiones
La producción de ajo de la zona Alta se comercializa en los mercados de Santa Cruz, La Paz y Cochabamba donde la demanda es alta por la calidad del producto. Solo en El Puente y Yunchará cerca de 2.000 familias se dedican a este cultivo.
De acuerdo a cifras de la Subgobernación de El Puente, la mayor producción se registra en ese municipio y el segundo lugar lo ocupa Yunchará. El proceso de crecimiento de la planta dura entre seis a siete meses.
De esta manera, el ajo comienza a cosecharse a finales de diciembre luego se efectúa la “post cosecha”, que consiste en hacer secar el producto bajo los rayos del sol, lo que dura uno a dos meses.
De la voz del presidente de los productores de ajo de Tarija, Ronald Aramayo, se supo que desde el año 2016 trabajan coordinadamente con el departamento de Potosí para dinamizar la producción que se tiene en el departamento y exportarla a los mercados más grandes del país.
También reveló que se logró la exportación del producto hasta el Perú, país que adquirió un 30% de la producción de las regiones del sur (Tarija y Potosí).
Los mercados extranjeros para el ajo
De acuerdo al informe estadístico del ajo del Ministerio de Desarrollo Productivo y Economía Plural, a nivel latinoamericano el mercado brasileño es de importancia por su tamaño, aunque es un país productor e importador de ajo, mientras que Argentina al ser uno de los principales productores y exportadores de ajo a nivel mundial, exporta ajos procesados y envasados.
Perú como país productor de ajo exporta durante todo el año, aunque sus existencias vienen reduciéndose.
“Se debe comprender que el mercado del ajo se comporta como el de un condimento, más que como una hortaliza, por lo cual su demanda es inelástica”, indica el informe.
El uso medicinal del ajo en tiempos de pandemia
De acuerdo a información publicada en la página del Ministerio de Salud y Deportes el ajo es una planta que más allá de ser un condimento, aporta con muchos beneficios a la lucha contra varias enfermedades. Se trata de un antiviral por excelencia, sirve para infecciones respiratorias, dolores de garganta y dificultades respiratorias.
“El ajo tiene entre sus propiedades medicinales naturales la peculiaridad de combatir infecciones respiratorias, dilata los bronquios, fluidifica las mucosas, estimula el sistema inmunológico, además, un excelente desintoxicante para el organismo, rico en vitamina B”, cita la información publicada.