Cuestionan la “modernización” del agro en el departamento
Tarija lidera el uso de bueyes para la agricultura
Pese a los programas como el Prosol y otras iniciativas del Gobierno Nacional, en Tarija sigue habiendo más bueyes que en Santa Cruz y casi el 10 por ciento de los que aún se utilizan a nivel nacional



Tarija sigue entre los departamentos que más bueyes siguen tirando del arado en el país, una triste estadística que da cuenta de la baja modernización y tecnificación de las faenas del campo logradas con los programas propios, como el Prosol, mientras que los propios campesinos señalan que los bueyes todavía se utilizan en espacios pequeños para labranzas particulares en las que no vale la pena que ingrese un tractor al tratarse de pequeñas fincas.
En datos, en Bolivia se contabilizan 108.580 bueyes a finales de 2020, según los datos del Censo Agropecuario recogidos por el Instituto Nacional de Estadística (INE), de ellos 11.739 se ubican en Tarija, es decir, más del 10 por ciento del total en un departamento que no llega a ser el 5 por ciento del total poblacional y que es el más pequeño del país. Santa Cruz, potencia agroindustrial, contabiliza 2.385 bueyes y Beni 2.829 mientras que en Pando apenas hay 137.
El podio lo ocupa Cochabamba, con casi la mitad de los bueyes que se ubican en el país: 51.207. Le sigue Potosí con 19.130 y Chuquisaca con 13.646. En los departamentos altiplánicos del norte el uso del buey es también reducido. En La Paz hay 6.262 bueyes y 1.247 en Oruro.
Minifundios y cultivo intensivo
Desde la Federación Sindical de Comunidades Campesinas, en términos genéricos, se explica que la abundancia de bueyes en el departamento de Tarija se debe a las pequeñas extensiones de tierra que se cultivan en regadío y que los animales contribuyen a labrar de una forma más práctica que un tractor, cuyo gasto en combustible resultaría mayor al de los animales. Desde otros espacios más profesionales de la agronomía señalan que en realidad se trata de la costumbre de los trabajadores más antiguos que siguen prefiriendo el uso de sus animales en lugar que los vehículos.
Por superficies en 2020, en Tarija había 71.522 hectáreas destinadas a los cereales como el maíz en grano (57.397), el trigo (9.375) o el sorgo (3.468) donde el uso del buey empieza a ser sustituido por los tractores. También hay 9.109 hectáreas dedicadas a los tubérculos como la papa, el camote y la yuca, y 8.663 hectáreas destinadas a las hortalizas como la arveja con 3.268 hectáreas, la cebolla con 1.171, haba con 830 hectáreas y sobre todo pepino, tomate o zanahorias donde el uso del buey está extendido en la labranza al tratarse de fincas de pequeño tamaño.
Las superficies cultivadas en Tarija las completan las destinadas a los estimulantes, concretamente 14 hectáreas destinadas al café; 6.210 hectáreas destinadas a los frutales, con 1.128 de durazno, principalmente en los valles de Paicho, y 907 destinados a la naranja, en Bermejo y Padcaya cerca de la demorada procesadora de cítricos. Mientras, la uva, emblema de la cultura tarijeña, ocupa 2.512 hectáreas en todo el departamento.
Por los rubros más industrializados, están las oleaginosas con 28.439 hectáreas entre las que se cuentan 10.414 de soya, 9.710 de caña de azúcar, 8.305 de maní, 3 de girasol y 14 de tabaco. Además 1.499 hectáreas se dedican a forraje precisamente para los animales.
Tarija: El Prosol se reflota en 2022
En un presupuesto de ajuste presupuestario y con una serie de premisas claras marcadas por la Gobernación de Tarija, el Programa Solidario Comunal (Prosol) ha sido uno de los programas agraciados que ha visto cómo se incrementaba su partida por encima de los 50 millones de bolivianos, lo que permitirá distribuir un mayor monto entre las comunidades y eludir algunos castigos arrastrados.
La Gobernación se asegura así paz social – el Prosol es el programa que más moviliza sindicalmente a los campesinos – y además empieza a concentrarse en sus propuestas electorales, que pasaban por una reactivación agroeconómica.
Se han pactado algunos ajustes al modelo de aplicación de proyectos, pero hasta ahora han trascendido poco. El nuevo director es Norman Lazarte, político de primera línea que fue diputado por Doria Medina y abrazó a Montes en mitad del fragor de la batalla con Rodrigo Paz. Él será quien deba definir si se va a mantener el espíritu comunal para lograr proyectos mayores o bien se va a volver al sistema de distribución por familia para lo que cada cual quiera.