Educación prevé que el retorno a las aulas se dilate hasta el 2022
De momento está descartado que en septiembre los estudiantes retornen a las aulas en el área urbana, por recomendación del Sedes. Luego se entrará a un periodo de culminación de labores escolares



Desde las instituciones de educación en Tarija prevén que el retorno a las aulas para clases semipresenciales o presenciales se retrase hasta el año 2022. Las condiciones sanitarias y de infraestructura aún no están dadas para el área urbana, además, ya se entrará al periodo de finalización de labores escolares. Lo contrario sucede en el área rural, donde cada vez más unidades educativas dejan la modalidad a distancia.
El Ministerio de Educación estableció tres modalidades de clases, a distancia, semipresencial y presencial. Para el segundo semestre del año, desde esa cartera de Estado explicaron que el retorno a las aulas iba a ser de manera paulatina, conforme al comportamiento epidemiológico de la Covid-19 de cada departamento.
Guillermo Cincko, subdirector departamental de Educación Regular de Tarija, explicó que en áreas urbanas la situación es más compleja, porque hay colegios que tienen entre 600 y 700 estudiantes, por lo que el Servicio Departamental de Salud (Sedes) les advirtió que reiniciar labores en los establecimientos puede significar un atentado contra la salud de los escolares, tal como está el comportamiento de la pandemia.
En ese sentido, el profesor señaló que en septiembre ya está descartado volver a las aulas, ya sea para la modalidad semipresencial o presencial. Además, al restar un poco más de dos meses para concluir la gestión educativa, prevé que directamente para el año 2022 se retorne a los colegios. Sin embargo, estará sujeto a los análisis que puedan realizar con diferentes autoridades involucradas en la temática.
Por otro lado, Cincko explicó que, en reuniones con los directores distritales, le informaron que los alcaldes no cumplen con sus compromisos, en el sentido de adecuar la infraestructura y de brindar insumos y materiales de bioseguridad, a pesar de existir actas de compromisos.
Infraestructuras
Waldo Flores, secretario de Desarrollo Humano del Municipio de Cercado, señaló que son más de 150 unidades educativas las que tienen que refaccionar y adecuar, pero a la fecha ingresaron a unas 70. Los trabajos ya no son intensos porque cree que directamente los estudiantes volverán a las aulas el siguiente año, pues, ya se ingresará el periodo de conclusión de clases.
El funcionario es de la idea de que, si terminan de refaccionar ahora, igual no se retornará, luego llegará la vacación escolar, hasta eso transcurrirán cuatro o cinco meses, y de nuevo se deteriorarán las infraestructuras. Sin embargo, compromete tener todas listas para el 2022.
Al margen de ello, aseguró que tiene 2 millones de bolivianos garantizados para la compra de materiales e insumos de bioseguridad. Si es necesario aumentar el presupuesto, lo solicitará.
Néstor Condori, dirigente nacional del Magisterio Rural, explicó que en el área a la que representa, con todas las limitaciones que significó la pandemia, se vieron obligados a aplicar clases semipresenciales o presenciales, a las que cada vez se suman más establecimientos porque hay zonas donde no llega la Internet y se dificultan las labores virtuales.