Comunarios se organizan para mantener limpios los atractivos naturales
Vacuna Covid, el requisito para abrir restaurantes del área rural de Tarija
Se estima que son más de 100 locales que venden comida criolla los fines de semana en las diferentes comunidades del municipio de San Lorenzo, generando un movimiento económico y fuentes de trabajo



Las actividades de recreación en la campiña tarijeña y los restaurantes ubicados en el área rural, empezaron a reactivarse en las últimas semanas, situación que también lleva al sector campesino a organizarse para mantener los atractivos naturales limpios y evitar la contaminación de los ríos y fuentes de agua, lugares que son visitados los fines de semana y donde algunas personas suelen dejar los residuos sólidos. Además, los propietarios de estos locales se comprometieron a vacunar a todo su personal antes de abrir.
Desde marzo del 2020, a causa de la pandemia del Covid-19, los servicios de restaurantes, balnearios, y otros, ubicados en comunidades aledañas de la ciudad de Tarija paralizaron sus labores y vieron afectados sus ingresos económicos, por lo que optaron por retomar sus actividades.
Es así que lugares como Erquis, El Rancho, Tomatitas, Coimata, Calama, La Victoria y Canasmoro en el municipio de San Lorenzo, San Andrés, San Jacinto, Tolomosa y San Pedro de Sola, en Cercado, empezaron a recibir visitantes de la ciudad los fines de semana, pues no solo los restaurantes de comida criolla, también los ríos y áreas verdes de la campiña tarijeña son parte de la alternativa para disfrutar en familia y amigos.
Edgar Gutiérrez, representante del sector gastronómico de Erquiz, señaló que la reactivación del sector se lleva adelante a iniciativa y organización de los comunarios, es así que asumieron el compromiso de vacunarse contra la Covid y cumplir las normas de bioseguridad para que la población tenga la garantía y confianza de visitar los restaurantes de la zona.
Se estima que son más de 100 locales que venden comida criolla los fines de semana en las diferentes comunidades del municipio de San Lorenzo, sin embargo, no reciben apoyo ni control de la Alcaldía de esa comuna.
“Los restaurantes están recibiendo gente y poco a poco están volviendo a la normalidad, es así que varios locales que expenden comida criolla volvieron abrir en las últimas semanas y el acuerdo entre vecinos es que, todos los que trabajan en el rubro deben estar vacunados contra la Covid y están cumpliendo”, comenta Gutiérrez.
Además, la atención de los restaurantes se rige solo desde las 10.00 hasta las 16.00 horas, para evitar la venta y consumo de bebidas alcohólicas. “Hasta el momento, no hemos tenido ninguna convocatoria ni apoyo del Gobierno Municipal de San Lorenzo, sabemos que ellos se rigen con las disposiciones del COED, pero los diferentes sectores necesitan trabajar”.
Juana Ramírez, comunaria de Canasmoro que prepara comida criolla para vender los fines de semana, da cuenta que la afluencia de visitantes en la zona se incrementó en agosto, pues la campiña sigue siendo la alternativa para visitar el fin de semana. “Está pasando el frío y la gente está empezando a venir a la campiña, se ve que vienen de la ciudad y algunos visitantes del interior de Bolivia que gustan de la comida y nuestras tradiciones”, comenta.
Por su parte, Sail Guerrero, dirigente de la Subcentral de Tolomosa, señaló que la zona suele ser una de las más visitadas por sus ríos y áreas verdes, por eso los comunarios optaron por organizarse para evitar que se dispersen los desechos sólidos que dejan y terminen contaminando el medio ambiente.
Comunarios cobran Bs 5 para recojo de la basura
Para evitar la contaminación de la campiña, comunarios de algunas zonas concurridas por la población determinaron aplicar el cobró de hasta 5 bolivianos por persona, recursos que se destinan a pagar por el recojo y residuos sólidos que dejan los visitantes. Los desechos son recogidos por EMAT los lunes.
Sail Guerrero, dirigente del Tolomosa, comentó que, si bien la gente va las comunidades a disfrutar de los ríos, muchos suelen dejar los residuos sólidos en el lugar, no respetan los letreros de prohibición ni los contenedores, por eso hay comunarios designados para realizar un recorrido y así evitar el daño al medio ambiente.
“Por eso las comunidades han decidido cobrar una pequeña tarifa para poder tener lugar limpio y evitar la contaminación, con lo que se recolecta se paga a otra persona para que haga la limpieza”, afirma. Al indicar que la medida es aceptada por los visitantes y actualmente son dos personas por comunidad que realizan ese control.
Mientras, David Yuca, dirigente de la Central Campesina de Cercado, indica que el tema de los desechos sólidos que dejan los visitantes en la campiña fue analizado en reiteradas oportunidades en reuniones y ampliados, incluso se sacaron notas y resoluciones pidiendo al municipio que colabore, pero no se ha dado ese apoyo.
“Nosotros como campesinos hemos visto la manera de organizarnos, hacer el recorrido, poner letreros y contenedores para evitar que se esparza la basura, pero a veces va gente en horas de la noche a dejar botellas, a consumir bebidas alcohólicas, lo que es difícil controlar”.
Sin embargo, Yuca indica que, haciendo un análisis del tema, de un tiempo a esta parte, en general las personas que visitan la campiña han cambiado “un poco” sobre el recojo de la basura y el cuidado de los lugares.