Entrevista con Oscar Montes, gobernador del departamento de Tarija
Montes: “Debemos ponernos de acuerdo en cómo reconstruir el país”
Para el Gobernador, Tarija tiene potencial en la agricultura, ganadería y turismo, además de hidrocarburos, que pueden ayudar al desarrollo de Bolivia. Para ello, debe reestructurar su aparato productivo
Con la pandemia de la Covid-19 todavía encima, las autoridades de Tarija conmemoran los 196 años de independencia de Bolivia. Para el gobernador del departamento, Oscar Montes Barzón, hoy es importante llegar a un acuerdo, entre líderes nacionales y regionales, sobre cómo reconstruir al país en medio de una profunda crisis sanitaria, que derivó a una crisis económica y social. Para ello, recalca, será importante dejar de lado las diferencias. Algo que no se hizo desde que inició la pandemia, lamenta.
Hace énfasis en que esa tarea también debe ser interna, en Tarija, para renovar el aparato productivo y mejorar aquellos sectores que, desde su punto de vista, tienen potencial y pueden aportar al desarrollo del país.
El País (EP): Un 6 de agosto con nuevas autoridades, tanto nacionales como departamentales. ¿Qué espera la Gobernación de Tarija del mensaje presidencial que dará Luis Arce Catacora este viernes?
Oscar Montes (OM): Lo que nosotros esperamos es que Bolivia pueda pactar un acuerdo político-social que nos permita salir de la crisis. Creo que más allá de mostrar resultados de una gestión, lo que habría que hacer es intentar definir la ruta hacia adelante. Tarija y el país están saliendo de una crisis sanitaria que nos ha hecho mucho daño, no solo en el ámbito familiar, si no también en la economía, no solo de las familias, sino de las empresas, del país.
Por lo tanto, lo que queda es ponernos de acuerdo en cómo reconstruimos el país, a partir del alejamiento de la pandemia, luego de la vacunación masiva a la que tenemos que contribuir todos los bolivianos.
Hubiera sido interesante que Bolivia haga el ejercicio de unidad para enfrentar la pandemia, fue una oportunidad que hemos perdido todos los bolivianos. Lamentablemente, la pandemia, lejos de unirnos, nos ahondó las diferencias políticas, ahondó las diferencias regionales.
En el caso particular de Tarija, quiero resaltar el compromiso de las autoridades actuales, que a este esfuerzo que estamos haciendo por conseguir una inmunización de rebaño, se han sumado todos. No hay ninguna autoridad que esté ausente, los 11 alcaldes se han sumado, hemos tenido el respaldo de las instituciones que están sumándose a este propósito en Tarija, que es lograr la inmunidad de rebaño lo más pronto posible, lo que nos permite en estos momentos estar el primer lugar de vacunación a nivel nacional, y esperamos ser el primer departamento en alcanzar la inmunidad de rebaño en los próximos días.
Creo que este ejemplo puede servir para que el país, lejos de seguir profundizando las divisiones, ahondando las diferencias, encuentre el camino para poder trabajar por un objetivo común.
EP: ¿Cómo analiza la reactivación económica en el país? ¿se la siente?
OM: El tema de la economía es algo que no está sujeto a condiciones solo de números, no es cuestión de aumentar cuantitativamente las cifras que maneja la economía. En la economía, lo principal, es generar confianza, expectativa, o sea, la economía funciona en directa relación con las expectativas que tiene la gente.
Si la gente cree que las cosas van a mejorar, la gente se arriesga, invierte, se anima a hacer cosas. Si la expectativa de la gente cree que la cosa no va mejorar, que no va ir bien, la gente automáticamente se retrae, se excusa de invertir, tiende al ahorro, tiende a ser conservador.
Entonces, más allá de los números, que muchas veces son fácilmente manipulables, cualquier tipo de estadística es manipulable en función a qué es lo que mides, qué valor le das a cada medición, lo único que realmente juega acá, en favor o en contra, es la expectativa de la gente.
Y la expectativa básicamente tiene que ver con la confianza. Si la gente tiene confianza de que las cosas van a mejorar, ahí viene la participación de todo el mundo, que es lo que al final hace que la economía funcione. Pero si la confianza no es buena, nunca vamos a salir, por más que mostremos cifras que pueden ser maquilladas, pero que no van a reflejar el ánimo de la gente.
Entonces, en esto, yo creo que el Gobierno debe ser el primero en dar certezas a la gente, en darle confianza, pero vemos que el Gobierno ahora tiene más una agenda de tipo política que de tipo social o económica.
Están dándole mucho tiempo del trabajo a la pelea política y eso le hace daño al propio Gobierno, porque eso no va ayudar ni siquiera a la pacificación del país, menos a recuperar la confianza que la gente necesita para poder salir de la crisis económica.
EP: ¿Cómo ha sido la relación entre la Gobernación de Tarija y el Gobierno nacional en estos casi tres meses que está como autoridad?
OM: Ha sido, creo yo, mínima. Hemos tenido la visita de un ministro, hemos tenido la invitación de otros ministros, pero no ha habido una relación directa con el Gobierno, ni para bien ni para mal.
Yo sí debo reconocer que algunas instituciones que dependen del Gobierno nacional, como ENDE, nos han recibido, estamos trabajando con ellos muy bien, con buena predisposición, y otras no, como el FPS, el propio Fondo de Viviendas, la representación de OTN aquí, que están aprovechando, creo yo, de manera abusiva el poder que tienen con el Gobierno nacional para seguirle sacando plata a la Gobernación del departamento.
No estamos encontrando ningún tipo de solidaridad de parte de ellos, más bien una actitud que yo la calificaría de abusiva de parte de estas instituciones que quieren aprovecharse de convenios que se han firmado en el pasado, sin ningún tipo de responsabilidad y que han sumido a Tarija en una profunda crisis. Esta gente, lejos de ser solidaria con Tarija, más bien pareciera que busca acabar de estrangular a la Gobernación y al departamento.
Eso está ocurriendo con algunas instituciones, per hay otras, como ENDE, que también se le debe una suma millonaria, más de 340 millones de bolivianos, pero hemos encontrado en ellos una buena actitud para poder seguir trabajando y no asfixiarnos económicamente.
Sin embargo, de manera directa con el Gobierno nacional, hasta ahora no ha habido ningún tipo de relación. Nosotros estamos trabajando aquí internamente para hacer todos los ajustes que nos corresponde, estamos aplicando a plenitud la autonomía, de momento no hemos recibido ningún tipo de ayuda de parte del Gobierno, que sería muy útil. Pero de momento no se ha materializado ningún tipo de ayuda directa del Gobierno nacional al Gobierno departamental.
EP: Recientemente YPFB presentó su Plan de Exploración para Bolivia y quedó claro que San Telmo y Astilleros quedaron fuera, lo que significaba una inversión de unos 150 millones de dólares. ¿Cómo ha tomado la Gobernación esta información?
OM: No conocemos a profundidad el tema. Sin embargo, lo que Tarija tiene claro es que no hay que tocar la Reserva de Tariquía, eso está claro. Todo lo que no influya dentro de este propósito de preservar la Reserva de Flora y Fauna me parece que debe ser aplicado.
No tengo mayor conocimiento, no se nos ha explicado cuál es el plan del Gobierno, así que poco puedo informar. Pero, está claro que hay algunas posibilidades de reservas de hidrocarburos en áreas que están colindantes con la Reserva y que bien se podrían explotar.
EP: ¿Qué opinión le merece seguir explotando en campos maduros o cerrados?
OM: Me parece bien, porque esos campos han sido explotados a niveles someros, a 1.200 metros, en cambio las reservas de gas se han encontrado en niveles mucho más profundos, a 5.000 metros que es la estructura Huamampampa. Hay mucho campo que ha sido explotado en la década del 70, pero en ese tiempo la perforación llegaba a 1.200 metros, no se perforaba más, no había los equipos suficientes para perforar a más profundidad.
Hoy, en el caso de Boyuy, se ha perforado 8.000 metros, o sea fue más abajo que Huamampampa, lástima que no se halló el mar de gas que nos anunció un exministro. Pero todavía tenemos muchos campos maduros, muchos campos que hay que bajar, como se bajó en la Cordillera del Aguaragüe, donde antes había a niveles someros, y que dio buen resultado. Ojalá que lo tengan.
EP: ¿Qué opina del fracking?
OM: Yo creo que es un método de explotación petrolera que causa mucho daño, es enorme el consumo de agua que realiza y creo que no justifica, de ninguna manera.
No sé si Bolivia tendrá las posibilidades económicas y naturales para poder realizar ese tipo de exploración. Y no sé si hay los campos en Bolivia, Argentina sí, está Vaca Muerta, pero en Bolivia creo que no se encontró un campo que tenga esa estructura que requiera el uso de esa tecnología.
EP: Pese a la declinación de los principales pozos de gas en Tarija, como San Alberto y Sábalo, Tarija sigue siendo el departamento que aporta más gas para la exportación, poco más del 50%. ¿Se le retribuye a Tarija esto?
OM: Lo que no tenemos certeza es cuál es la razón de que Tarija está aportando el 60%. Una puede ser de que las instalaciones para poder llevar el gas hacia la Argentina y Brasil están hechas mayoritariamente en territorio tarijeño. Entonces, no creo que esto tenga que ver con el tema de las reservas, nosotros no tenemos una información actualizada, creo que es una buena pregunta para el representante de Tarija ante el Directorio de YPFB, que nos explique cómo es que se distribuyen los cupos de exportación, cómo se distribuyen los cupos de consumo interno.
Porque la exportación paga regalías, el consumo interno prácticamente no paga regalías, por lo tanto, ese tipo de análisis se debe definir en el Directorio de YPFB, es una política, para ver de dónde se explota, cómo se asignan los cupos de exportación, cómo se asignan los cupos para el mercado interno, creo que es un tema fundamental del cual Tarija no tiene información suficiente como para poder opinar sobre el tema.
La liquidación de las regalías la está realizando el Banco Central, porque a través del Banco es que se distribuye al TGN, se distribuye automáticamente a los beneficiarios de las regalías. Así que tenemos que confiar nosotros que la liquidación que están haciendo es la correcta, porque tampoco tenemos acceso a los datos que tiene Yacimientos sobre los volúmenes de producción y los volúmenes de asignación de mercados. Así que esta información es toda una incógnita.
Cuando superemos un poco la crisis nos dedicaremos a este tema que es muy importante, porque finalmente las estadísticas están ahí, habrá que acceder en algún momento a esas estadísticas, de cuánto produjo cada pozo, cuál fue el volumen de producción y dónde se destino ese volumen, si fue al mercado externo o al interno, y después de eso es fácil aplicar una hoja de cálculo para determinar si nos liquidaron correctamente las regalías o no, y al final siempre se puede conciliar cuentas.
EP: Por muchos años Tarija le dio gas a Bolivia, ¿qué le puede dar ahora?
OM: Tarija más que pensar hacia afuera, tiene que pensar hacia adentro, para ver de qué manera empieza a reconstruir su aparato productivo, que durante muchos años estuvo funcionando muy bien, estaba orientado básicamente en la explotación de los recursos naturales, a través de la agricultura, la ganadería y la minería también, tenemos la fábrica de cemento, la fábrica de vidrios, que no funcionó, pero está el potencial ahí, hay yeso en cantidad, tenemos sal en cantidad. O sea, tenemos los recursos minerales como para pensar también en la actividad minera.
Tenemos el turismo, que es un sector muy importante que ha desarrollado y sigue desarrollando inversiones interesantes a nivel familiar, pero que, sin embargo, aún hay mucho por hacer.
Creo que Tarija ha sufrido un quiebre en su historia productiva cuando llego el gas, la abundancia del gas ha hecho que gran parte de la iniciativa privada tarijeña gire hacia el sector de la construcción. Hemos visto a arquitectos, médicos, abogados, formando empresas constructoras para ganar algún tipo de contrato en alguna de las casi 50 instituciones que canalizaban los recursos de las regalías hacia la población. Y eso ha generado una distorsión en el aparato productivo, porque gran parte de la fuerza y la iniciativa privada tarijeña se ha concentrado en tratar de captar algo de las regalías hidrocarburíferas.
Todo el tema agrícola ha sido prácticamente abandonado, todas las granjas experimentales que teníamos en Tarija están prácticamente abandonadas, estamos tratando de reconstruir todos los centros experimentales, todo está abonado, botado. Pero, sin embargo, hemos utilizado plata para importar animales mejorados, entre comillas, para traer semillas, cuando eso lo pudimos hacer aquí, antes lo hacíamos. Hoy no, se ha traído la frutilla de Chile, de la Argentina, cuando se podía producir aquí, si tenemos banco de germoplasma, tenemos los laboratorios, muchas cosas que se podían haber hecho aquí en Tarija.
Pero como había abundancia de plata, pues era más fácil traerlo todo de afuera. Por eso es que este sábado, como homenaje al 6 de agosto, estamos llevando al Chaco a un grupo grande de productores del valle central, a Villa Montes, donde hay una feria agropecuaria, donde los productores del Chaco van a demostrar el desarrollo genético que han logrado en varias especies, en las vacunas de caballares y ovinos. No hay necesidad de comprar animales mejorados de otros sitios, los estamos produciendo aquí, en Tarija, en el Chaco.
Así que creo que Tarija en un segundo momento debe pensar qué le va vender a Bolivia, pero, primero, debe reestructurar su aparato productivo y potencializarse en el tema agrícola. Porque está claro que nosotros tenemos algunas ventajas comparativas frente a otros departamentos, la calidad de algunas frutas aquí en Tarija es totalmente distinta a la de cualquier sitio del país. O sea, tenemos alguna ventaja en el tema agrícola.
En el tema agropecuario estamos lejos de superar a Santa Cruz, lejos del Beni, en materia de avícola, de ganadería, pero por lo menos tenemos que abastecer el mercado interno. En materia de turismo tenemos una enorme ventaja comparativa frente a otros departamentos, Tarija de por sí es un destino que la gente naturalmente elige para venir a realizar congresos, a pasar con la familia, pero hay que mejorarlo, hay que seguir trabajando en ello.
Hay que explotar nuestra ubicación geográfica que es privilegiada, con Argentina si bien tenemos una puerta abierta ahí, en materia de turismo y comercio, queda el desafío de abrir esa misma puerta con el Paraguay, donde hay un público diferente, porque la mayoría son menonas, ellos tienen costumbres diferentes, no consumen alcohol, pero es gente muy trabajadora y tiene mucha plata.
La zona fronteriza entre Bolivia y Paraguay es la que mayor impuesto, mayor ingreso le genera al gobierno paraguayo. Hay pistas para aviones de cargas en esta parte de Paraguay, que van directo a Europa, ni siquiera pasan por la capital, entonces ahí tenemos un territorio que es muy rico, económicamente muy poderoso y está al lado nuestro.
EP: Y Bolivia, ¿qué le puede ofrecer a Tarija?
OM: Lo que esperamos nosotros del país es que se vuelva a mirar a Tarija con los ojos que se la miraba antes. En algún momento los tarijeños pasamos a ser los simpáticos del país a ser los antipáticos. Cuando había una propuesta de empezar a buscar mercados para nuestro gas, allá, a principios de siglo creo, cuando se empezaba a hablar del incremento de las reservas de gas de Tarija, que en ese momento se las estimaba en 50 TCF y resulta que al final fueron 14, pero igual era abundante.
En ese momento, la cantidad de gas te hacía pensar en exportar no solo a nuestros vecinos de Sudamérica, sino también te hacía pensar que se podía vender el gas a los países asiáticos y hacia el oeste de los Estados Unidos, y claro, para llegar a esos sitios no puedes ir por el Atlántico, tienes que ir por el Pacífico y para eso tienes Perú y Chile, no había otra alternativa. Y Perú tenía Camisea, que era un campo gigantesco y que era un competidor natural del gas boliviano, por lo tanto, lo que quedaba era ir por Chile. Pero eso generó una reacción adversa, sobre todo de la zona alta del país, en contra de Tarija.
Pero Tarija lo que estaba haciendo era buscar las mejores opciones para vender un producto natural, como la minería boliviana que por muchos años salió por Perú y Chile, y nunca nadie los tachó de antipatrias por ese tema. Sin embargo, a Tarija sí le hizo un daño ese momento, que creo hay que intentar curar esa herida, porque Tarija es un departamento que ha demostrado su profundo amor a la Patria.
Tarija, desde el momento que se anexó a Bolivia, es un departamento que ha jugado un rol muy importante en toda la historia republicana del país. Así que lo que nosotros esperamos es que podamos zanjar esa pequeña diferencia que hubo y que Tarija vuelva a ser el departamento que le sigue aportando con mucho cariño y entusiasmo al desarrollo de Bolivia.