La orientación sexual, abandonada en Tarija
“Soy Ariel, tengo 18 y quiero que me hagan una vasectomía en Tarija”
Cada vez más jóvenes optan por no formar familias y buscan acceder a métodos anticonceptivos definitivos. Los protocolos médicos lo desaconsejan a temprana edad por la alta tasa de arrepentimiento



Ariel llama la atención mientras camina, quizá sean sus 180 centímetros de altura o su ropa holgada en demasía, sin embargo, sus ideas parecen llevarse el premio pues, a sus 18 años y tras un largo análisis en plena pandemia ha decidido no tener hijos y realizarse una vasectomía, una decisión que los protocolos médicos consideran “precipitada”, pero que en Tarija no hay quien le explique, porque hace años que no se brinda el servicio de orientación.
Aunque es un centenial y podría haberse quedado con la información que le brindada el internet y las redes sociales, prefirió tomar la línea “E” y dirigirse al centro de salud de primer nivel “Palmarcito” de Tarija, ubicado en el barrio Narciso Campero y que en febrero de 2021 fue inaugurado como un centro de Atención Integral Diferenciada para Adolescentes y Jóvenes (AIDAJ) con el fin de promover los derechos sexuales y derechos reproductivos de esta población.
Nicol, su novia, confiesa ser la menos informada en métodos anticonceptivos, al no hablarlo en su familia y muy poco con sus amigos, decidió acompañarlo, pues a su parecer era extremo hablar de un procedimiento quirúrgico para no tener hijos.
Desde hace dos años la Ley Nº 1152 del 20 de febrero de 2019 establece que el Seguro Universal de Salud (SUS) de Bolivia, cubre la salud sexual y reproductiva tanto en mujeres como en varones. Por lo cual, todos los hospitales públicos tienen el deber de brindar información sobre el tema, dar acceso a métodos anticonceptivos y también realizar procedimientos no reversibles como la vasectomía o la ligadura de trompas.
Sin embargo, el Hospital Regional San Juan de Dios hasta hoy no realiza el procedimiento. “El problema no es la prestación en sí, sino la cantidad necesaria de urólogos requeridos para todos los hospitales, puesto que ellos son los que realizan este procedimiento. En Tarija recién son cuatro o seis urólogos para todo el departamento y realizan múltiples actividades y atienden otras patologías de rutina” indicó el jefe del Programa de Educación Sexual y Reproductiva del Servicio Departamental de Salud de Tarija, Wilber Leytón.
Lo cierto es que esta situación se acarrea desde 2019, aunque el tiempo promedio de la cirugía es de 15 minutos y tiene pocos riesgos clínicos, según señalan los informes médicos. Por el momento, en los hombros de las mujeres tarijeñas sigue recayendo la responsabilidad de protegerse contra un embarazo o esterilizarse por completo.
El acceso a una vasectomía no es la única barrera, pues ni Ariel ni su novia lograron ingresar al centro de salud, ya que en la pandemia del Covid-19, la prevención de embarazos adolescentes no es prioridad y menos el acceso a educación integral en sexualidad.
Ambos buscaron un médico que les pudiese explicar si era posible realizarse esta cirugía, cuáles eran los efectos y riesgos y que consecuencias podían quedar. “Primero me cuestionaron mi edad, que no tenía hijos, que dentro de unos años me iba a arrepentir, que no debía tomar una decisión como esa a la ligera, pero yo ya estaba al tanto de todo aquello”.
Nicol se convirtió en el centro de atención de aquella consulta, el doctor sin pensarlo dos veces apuntó a que debía ser ella quien debía cuidarse y de esta forma quitarle a Ariel de la cabeza “semejante idea”.
Si bien una decisión informada a su edad es importante, hablar del acceso a una vasectomía es hablar de equidad de género. “Optar por esta cirugía es formar parte de la responsabilidad en la anticoncepción, convirtiéndose en un acto de amor, de respeto y de solidaridad con las mujeres” sostiene Carla Lizón, orientadora de CIES Tarija.
Esta clínica en 2019 realizó 51 intervenciones y 41 en el 2020, pese a la demanda, los hospitales públicos no ofrecen el servicio y dan prioridad a otras áreas con mayor requerimiento.
Posiciones médicas
Tanto la vasectomía como la ligadura de trompas son dos métodos anticonceptivos definitivos, que sin embargo no evitan el otro gran problema de las relaciones sexuales fuera de la pareja estable: las enfermedades de transmisión sexual.
En el caso de la vasectomía, hay posibilidades de que sea reversible, aunque puede dejar secuelas. Para la ligadura no hay alternativa. Por lo general, el criterio médico lo desaconseja de todas las maneras antes de los 25 años, puesto que la tasa de arrepentimiento recogida en la OMS ronda el 70 por ciento.
A partir de esa edad se recomienda valorar la situación socioeconómica y psicoafectiva. En caso de ser una decisión que se toma en pareja, tener la certeza de que ambas partes están de acuerdo en no tener hijos o más hijos, así como la propia duración y estabilidad de la familia formada.
Los criterios de elegibilidad para el uso del método
Carla Lizón indica que antes de elegir un método de anticoncepción definitivo se debe considerar: No desear tener más hijos en el futuro, la pareja debe estar de acuerdo en que su familia está completa y se debe desear disfrutar del sexo sin provocar un embarazo.
En caso de que la salud de la mujer se vea amenazada por un futuro embarazo, si ambos tienen inquietudes acerca de los efectos secundarios de otros métodos o si se desea evitar la cirugía de esterilización femenina y el costo de esta, entonces la vasectomía llegaría a ser la mejor opción. En Tarija, por el momento, solo se práctica en clínicas privadas pese a la norma del SUS.