Se arruinó la planta de una empresa proveedora de oxígeno en Tarija
Covid colapsa sistema sanitario de Tarija, se acabó el oxígeno
En HRSJD habilitaron 22 camas de Terapia Intensiva para Covid, todas fueron ocupadas en un 100 por ciento, no había espacio para recibir a ningún paciente más. Se pueden instalar más respiradores, pero no hay oxígeno.
El incremento de casos de Covid-19 llevó al colapso sanitario en Tarija el 30 de mayo, situación que no había ocurrido desde el inicio de la pandemia, el oxígeno se acabó y el riesgo de muerte en las salas de Terapia Intensiva era casi inminente, mientras las autoridades en salud aseguraban que realizaban las gestiones necesarias para evitar decesos a causa de ello. Ante esa situación, el Gobierno nacional envío tres toneladas de oxígeno, el suministro para un día más según estiman los profesionales.
El Servicio Departamental de Salud (Sedes) convocó a una conferencia de prensa para explicar sobre la situación de la pandemia, Álvaro Justiniano, director de la institución, la calificó como crítica. Luego, descargó responsabilidad sobre sus antecesores por no haber elaborado un plan de contingencia y no prever la instalación de una planta de oxígeno. Mientras que miembros de la anterior administración anunciaron una conferencia de prensa para el 31 de mayo, para explicar en qué condiciones dejaron su cargo referente a la Covid.
Shirley Cuenca, directora del Hospital Regional San Juan de Dios (HRSJD), explicó que la demanda diaria es de 250 tubos de oxígeno, pero al haberse presentado desperfectos en la industria de una de las proveedoras, solo les iba llegar entre 120 y 130 tubos. Ante esa situación, se movilizaron para conseguir 80 tubos más “de donde sea” que les ofrecieran cargar.
Justiniano detalló que de las 22 camas habilitadas para Terapia Intensiva Covid en el HRSJD, todas estaban ocupadas, además, el oxígeno que tenían disponible en horas de la mañana del domingo solo les iba a alcanzar por unas horas más.
Marcelo Urgarte, subdirector del HRJSD, explicó que pueden armar más camas de terapia intensiva, pero no servirán de nada porque no hay oxígeno para que funcionen los respiradores. Por ello, dice que el problema no es la falta de equipos o de recursos humanos, sino de un factor “que escapa de sus manos”.
Consultado sobre los tanques de reserva de oxígeno líquido que fueron sacados del HRSJD, el médico explicó que pertenecían a una empresa privada y fueron llevados para realizar mantenimiento, los cuales tenían una capacidad de almacenamiento de media tonelada. Además, que la empresa ya no estaba en fabricación de ese tipo de producto.
María Lourdes Vaca, secretaria de Desarrollo Humano de la Gobernación, indicó que se contactó con el Ministerio de Salud para pedirles que de la cantidad de oxígeno que trajo el Gobierno nacional al país, sea repartido de manera proporcional a Tarija, porque el suministro debe ser una responsabilidad compartida. Además, que la gestión para la internación desde Argentina sigue en marcha, de donde se prevé internar 13 toneladas para el departamento.
Según cálculos de Justiniano, traer de Argentina a Tarija el oxígeno demoraría unas diez horas, pero primero debe existir la autorización de exportación del Gobierno del vecino país. Sin embargo, los camiones tienen capacidad de transportar solo tres toneladas.
En una nota de prensa del Ministerio de Salud, informó sobre el envío de tres toneladas de oxígeno que llegaron la tarde del 30 mayo a Tarija, el cual era parte de las 80 toneladas procedentes de Chile. A experiencia de los médicos, ese cupo recibido puede alcanzar para un día de abastecimiento en el HRSJD y el Hospital Obrero de la Caja Nacional de Salud.
Piden oxígeno en calidad de préstamo a industrias
Roberto Mérida, jefe de la Sala de Terapia Intensiva Covid del HRSJD, pidió por razones humanitarias a las empresas como Coca Cola y otras industrias que trabajan con oxígeno, prestarles el producto para salvar vidas por la crisis que se atravesaba el 30 de mayo. El llamado también fue para las clínicas privadas que no atienden pacientes con Covid. El compromiso fue devolverles en el lapso de tres días, tiempo estimado que esperaban que la empresa del suministro arregle el desperfecto de su planta.