La obra costó 102 millones de bolivianos
Falta de colectores restringe el uso de la PTAR de San Blas
Desde la Secretaría de Obras Públicas del municipio reconocen que faltan colectores para conducir el agua residual de los domicilios, por lo tanto, durante en el periodo de prueba deberán gestionar recursos



La Planta de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR) de San Blas está concluida, pero no tiene la cantidad suficiente de colectores para conducir las aguas residuales de los domicilios hasta ese lugar, al menos el 50 por ciento de los barrios beneficiarios se encuentra con ese problema. La construcción de colectores demanda otra inversión unos 10 millones de bolivianos.
La capacidad de esa planta es de 210 litros segundo, pero en la actualidad ingresan solo 60 litros segundo como máximo. El costo de ejecución de ese proyecto fue de 102 millones de bolivianos, recursos financiados por el Gobierno Municipal de Cercado y la Gobernación de Tarija.
José Luis Patiño, gerente de la Cooperativa de Agua y Alcantarillado de Tarija (Cosaalt), explicó que en el margen derecho del río Guadalquivir hay 13 colectores, de los que unos tres o cuatro fueron conectados hacia la PTAR, los demás están inconclusos desde la gestión del exgobernador Mario Cossío, antes del 2010.
Otro de los problemas es que no todos los barrios del margen derecho del río Guadalquivir tienen red de alcantarillado, principalmente los que están en la zona alta de la ciudad, por lo tanto, desechan sus aguas a las quebradas que luego desembocan al afluente emblema de Tarija.
Para Patiño no está mal que se haya construido la planta pero observa que también debieron considerar otros aspectos importantes, porque sin la red para conducir las aguas servidas de los domicilios, la planta no sirve. Por tanto, las nuevas autoridades que asumirán el 3 de mayo serán quienes deberán considerar esos detalles.
Rodrigo Ichazo, secretario de Obras Públicas del Municipio Cercado, explicó que la construcción de la planta comprendía también cuatro colectores primarios, que los considera como la columna vertebral, a tiempo de reconocer que faltan los colectores secundarios para captar las aguas de los domicilios, esa tarea debe realizarse durante el año y medio que queda de prueba de la planta. Pero también es consciente de que en ese periodo no llegarán al 100 por ciento.
Asegura que avanzaron en diversos estudios para la construcción de colectores secundarios, que demandarán una nueva inversión de unos 10 millones de bolivianos aproximadamente, labor que deben realizar las nuevas autoridades.
“El siguiente paso, durante los años de prueba, es buscar el financiamiento para hacer los colectores secundarios. Son como 30 barrios, algunos sectores están conectados y otros faltan trabajar – comentó Ichazo –. Hay barrios de nueva consolidación, de reciente creación que también no tienen sistema de alcantarillado”.
Por su parte, el alcalde de Tarija Alfonso Lema, indicó que la puesta en marcha de la planta es un proceso que durará hasta diciembre del 2022 y la proyección es llegar a 80 mil vecinos beneficiarios en los próximos años, reduciendo así un gran porcentaje de contaminación que afecta al rio Guadalquivir.
Edwin Arana, dirigente de la Federación de Juntas Vecinales (Fejuve) de Cercado, ve que la planta de tratamiento de San Blas se encamina a ser un “elefante blanco”, por lo menos, por unos tres o cuatro años, por la falta de colectores y porque algunos barrios también no tienen sistema de alcantarillado.