El TED aun no oficializó al candidato ganador para gobernador de Tarija
Pacto social y reestructuración, los retos del nuevo gobernador en Tarija
Quien asuma la Gobernación de Tarija lo hará bajo un contexto de crisis, no solo sanitaria por el coronavirus, sino económica ocasionada por la pandemia; pero, además por la caída del precio de gas
Hasta el cierre de la presente edición el cómputo oficial del Tribunal Electoral Departamental (TED) no daba un ganador oficial del balotaje por la Gobernación del departamento de Tarija. Y aunque Oscar Montes de Unidos por el Cambio y Álvaro Ruiz del Movimiento al Socialismo (MAS), se declararon virtuales ganadores, la última palabra la tiene el Órgano Electoral.
Aunque no hay un ganador oficial, lo que se tiene claro son las tareas inmediatas que deberá asumir el nuevo gobernador. Que, según los analistas, se resume en pacto social para solucionar otros problemas, como la crisis sanitaria, económica y la reestructuración del Gobierno departamental.
Para el analista en comunicación, Sergio Lea Plaza, la nueva gestión de la Gobernación debe encarar inicialmente un pacto social, para, a partir de ello, encaminar la solución a una serie de temas que mantienen preocupados a los tarijeños.
“Creo que el departamento necesita, en este contexto de crisis multidimensional, generar un escenario de diálogo y construir un acuerdo para enfrentar en corto plazo los efectos severos de la crisis económica y sanitaria”, explicó Lea Plaza, a tiempo de considerar que el escenario de “atrincheramiento” en el vive Tarija no permite avanzar al departamento.
De no concretar ese pacto social, quien gane la Gobernación administrará un departamento dividido y polarizado, advierte el analista, lo que a largo plazo le puede significar un estancamiento en la gestión.
“Quien gane la Gobernación va a tener que gobernar a partir de acuerdos, porque estamos en un departamento que viene replicando este esquema de división y polarización, y no va ser viable una gestión porque hoy se reciben menos recursos que antes y porque estamos en un contexto de crisis multidimensional”, dijo Lea Plaza, quien recalcó que los acuerdos no serán solo políticos, sino también con la sociedad civil, “con los otros que no son de su línea”.
Pacto fiscal
Para el analista político, Paul Coca, el censo y el pacto fiscal serán las tareas que deberá asumir el nuevo gobernador en Tarija, así como las autoridades electas en Pando, Chuquisaca y La Paz. Sobre todo porque ambos temas permitirán configurar un nuevo panorama económico para las regiones.
“El caso de Tarija es el más particular, por que el gobernador que salga elegido va a tener que sentarse a negociar con las autoridades del Gobierno Regional del Chaco, cosa que no pasa en otros departamentos del país, y van a tener que ponerse de acuerdo con los otros municipios para realizar un plan de gobierno alternativo, previendo que Tarija ya no puede seguir viviendo de los hidrocarburos”, enfatizó.
Pero para llegar a un acuerdo con el Chaco y los municipios, el nuevo gobernador deberá reencaminar un proceso diálogo.
Urge la reestructuración institucional
Fernando Romero, analista económico, recalcó que, más allá de afinidad política que tenga el ganador con el gobierno central, no hay recursos disponibles para afrontar este periodo de crisis, ya que el Gobierno nacional también registra un déficit y los ingresos, a nivel general, bajaron.
“Para cualquiera va estar difícil, un poco más un poco menos, porque en este momento el techo presupuestario que tiene la Gobernación es de 1.239 millones de boliviano, de ahí, un 20 a 25% se va sueldos y gastos corrientes, después a gastos de operación y funcionamiento, y para inversión pública queda muy poco. Además, hay una deuda rezagada que está de cinco a seis mil millones de bolivianos, y hay una deuda con el sector de la construcción de casi mil millones de bolivianos, entonces, estas deudas no van a desaparecer, sin importar quién entre”, explicó.
Ante esa situación, Romero cree necesaria una reestructuración presupuestaria, para reducir el gasto público. Eso también implica analizar el funcionamiento de la Asamblea Departamental y si realmente requiere el personal que maneja actualmente, que implica un gasto de millones de bolivianos.
“Se necesita un reajuste presupuestario, inyectar liquidez, recursos, además de traer obras concurrentes con el Gobierno nacional, hay que buscar dinero del Estado, de organismos multilaterales de financiamiento, de organismos internacionales que nos puedan donar dinero para educación, salud y también está el reto del pacto fiscal, porque de lo que se acumula en impuestos recaudados en el departamento, no hay un retorno ni del 20%, todo se queda en el Estado”, detalló.