Recta final de la campaña en Tarija
El 25 por ciento “huérfano” de voto definirá la elección en Tarija del 11A
El MAS ganó en cuatro provincias y Unidos en dos, pero los candidatos apenas llegaron al 38 por ciento en primera vuelta. Hay casi 70.000 votantes indecisos. El voto antiMAS y el voto antiMontes será clave.
Esta noche se cierra la campaña electoral y el domingo se decidirá quién será el próximo Gobernador de Tarija en un balotaje que no es novedad en el departamento, pues ya se estrenó en 2015, pero que sí tiene mucha más incertidumbre que entonces, pues los dos candidatos que han entrado al balotaje apenas han estado separados por 300 votos, mientras que en 2015 Pablo Canedo entró por unas décimas, lo que significó después una abultada diferencia.
Concretamente, la primera vuelta la ganó el Movimiento Al Socialismo de Álvaro Ruiz con 111.391 votos, mientras que el frente Unidos sumó un total de 111.033. Al mismo tiempo, el resto de fuerzas que concurrieron a las elecciones en la primera vuelta del 7 de marzo han sumado 69.391 votos, lo que supone un amplio porcentaje de indecisos que estarán en disputa hasta el último momento.
En porcentaje, ambos candidatos quedaron muy lejos del 50+1 por ciento necesario para ganar en primera vuelta, ya que Ruiz obtuvo un 38,17 por ciento y Montes un 38,05. Este último, además, ha hablado de un presunto fraude responsabilizando a la presidenta del TED, Nataly Vargas, de connivencia con un supuesto acarreo de personas en Bermejo.
Por provincias
La gran cantidad de indecisos y el amplio margen hasta el 51 por ciento ha hecho que la batalla por la segunda vuelta se vuelva encarnizada por momentos. Cada territorio es una oportunidad para cada candidato, pero ninguno de los estrategas se atreve a hacer proyecciones sobre lo que vendrá el domingo 11 de abril.
Por provincias, Unidos ganó en dos y el MAS en las otras cuatro, aunque las distancias fueron significativas en cada una de ellas.
En Cercado es donde se establecieron mayores diferencias, puesto que evidentemente es la provincia que acumula el 46 por ciento de la votación. Allí, Montes sumó un 43,38 por ciento de los votos, que suman 60.501, mientras que Ruíz sumó el 34,92 por ciento y 48.707, 12.000 votos menos pero dentro de los márgenes que el partido azul tenía calculados. En Cercado quedan ahora – según los votos válidos emitidos el 7 de marzo – 30.257 votos que pueden resultar decisivos, aunque suponen menos del 50 por ciento del total de indecisos.
La otra provincia donde ganó Unidos es O´Connor, aunque también por menos de 150 votos. Montes sumó 4.998 y Ruíz 4.839, mientras que las otras fuerzas sumaron 1.435. En este caso, como en Cercado, el alcalde elegido es de Unidos, aunque es en O´Connor donde este aspecto puede ser más definitorio a la hora de que los indecisos definan su voto por uno u otro, ya que siempre se entiende que la sintonía entre alcalde y gobernador será beneficioso para el municipio.
Por su parte, el MAS ganó en cuatro provincias. La victoria más holgada la logró en el Gran Chaco, donde sumó 31.519 votos por 22.572 de Unidos y los 26.490 que fueron a otras fuerzas, particularmente a Todos. El volumen de “huérfanos” en el Chaco es por tanto similar al de Cercado, por lo que ambos espacios serán igualmente definitorios.
En Arce, la ventaja del MAS sobre Unidos es de casi 2.000 votos, que sobre todo salen de Padcaya. Ruíz sumó 13.416 votos mientras que Montes sumó 11.522. En el aire están 5.718 votos que son por demás importantes.
En Méndez la ventaja también fue para el MAS, lo que no solía ser habitual. 7.950 personas apostaron por Ruíz mientras que 7.218 lo hicieron por Montes y 3.966 optaron por fuerzas alternativas.
Por último, Avilés, que pasa por ser la provincia menos poblada, también se decantó por el MAS aunque Unidos arrebató la alcaldía de Uriondo, feudo del propio Ruíz, que sumó 4.960 votos por 4.222 de Montes mientras que 1.525 optaron por otras opciones. La diferencia se cimentó en Yunchará, aunque Ruíz logró ganar en su feudo, con 66 votos.
El voto antiMAS y el voto antiMontes
Después de una campaña intensa, con más guerra sucia que propuestas, y con interpretaciones de la realidad de Tarija cada vez más sucinta, el domingo se librará una batalla que, según los analistas, tiene que ver más con la imagen negativa que con la positiva.
Tanto al MAS como a Montes les pasa un poco lo mismo, sus fieles son muy fieles, pero tienen poca llegada a otros sectores de la población que más bien han generado anticuerpos durante los largos periodos de gestión tanto del MAS a nivel nacional - con Lino Condori como corolario – como de Óscar Montes en la ciudad de Cercado y sus recientes aliados de Camino al Cambio en el departamento.
El domingo se define por tanto a quién darle las llaves de la gobernabilidad en un momento económico complejo, pero también con dificultades políticas de calado. Montes empezó apelando más a la conciliación con el Gobierno y a su aval de la experiencia, pero ha acabado con un perfil más duro en defensa de Áñez e incluso con algunas apreciaciones raciales poco afortunadas, mientras que Ruíz no ha disimulado que su baza es la llegada al Gobierno, pero manteniendo su llegada a ciertos sectores tarijeñistas y, a la vez, declarando la guerra a las logias, que siempre vende.
En esta segunda vuelta Ruíz ha logrado el apoyo de algunos candidatos como Luis Alfaro, Gonzalo Torres o el partido ISA, aunque su candidata Mirtha Arce ha recuperado su independencia que siempre tuvo, sin apoyar a nadie. Tampoco lo ha hecho Adrián Oliva y lo del amor a Tarija va quedándose sin dueño.
Un 30 por ciento de la población optó por otras fuerzas políticas y ahora debe decidir cuál de las pulsiones matriz le mueven más para ejercer el voto, o si decide dejarlo en blanco o nulo. De momento, llega el silencio electoral.