En las mañanas y noches los malos olores empeoran
Olores que despliegan las alcantarillas en diferentes barrios de Tarija atingen a vecinos



En horarios específicos, según vecinos en diferentes barrios de la ciudad de Tarija, los olores que despliegan las alcantarillas son “intolerables”; en algunos casos se vio por necesario sellar con cemento los materiales de fierro que se encuentran en el suelo para evitar que los olores escapen por estas instalaciones y también que los bichos ingresen a los hogares.
En la zona de Juan XXIII, se pudo constatar esta situación, donde algunas alcantarillas ya fueron selladas para cumplir estos objetivos por parte de vecinos; argumentan que desde hace años viven así y prefieren tapar estas conexiones por la desatención y falta de mantenimiento al sistema alcantarillado.
“En las mañanas y en la noche aproximadamente a las 18.00 horas, los olores se tornan insoportables y esta conexión está en la vía pública, imagínese como es al interior de nuestros domicilios, en mi casa vi por necesario tapar los ductos y rejillas que están en el suelo con nylon o cartones por que incluso las cucarachas empiezan a salir”, dijo la señora Carmen, vecina en este sector.

Por otra parte, expuso que, durante la temporada de lluvias, los olores se incrementan y afirma que desde que vive en este barrio hace unos 10 años, no observó a personal ni de la Alcaldía o de la Cooperativa de Servicios de Agua y Alcantarillado (Cosaalt), realizando trabajos de mantenimiento.
“Pienso que se debería hacer trabajos de limpieza, sabe Dios de hace cuanto tiempo estamos hablando que se instalaron estos sistemas de alcantarillado, por lo menos una limpieza para evitar los malos olores”, lamentó.
En el caso del barrio La Pampa, se observó que algunos domicilios y casas particulares, optaron por instalar desagües que van desde el interior de estas infraestructuras a la calle, es decir, que las aguas se desechan de manera directa a las vías públicas, situación que, para las comerciantes en la zona, “debería sancionarse”.
“Como es posible que cualquiera pueda construir su desague directo a la calle y que nadie diga nada, Tarija se está convirtiendo en eso, pueblo de nadie”, argumentó el señor Carlos que cuenta con una tienda en la calle Bolívar desde hace cinco años.