Los moteles de Tarija continúan cerrados por la cuarentena
Tras cinco meses sin moteles, ¿qué pasa con los “amantes”?
“Nos veíamos todos los martes y jueves, nos gustaba conocer y visitar los diferentes moteles de la ciudad, pero por la cuarentena luego de quedarme sin trabajo ya no pude salir de casa”, cuenta Carola
La cuarentena por el coronavirus ha detenido muchas actividades económicas, entre ellas la de los moteles, que en Tarija ya llevan cerca de cinco meses sin operar lo que ha tenido diferentes impactos en varios ámbitos. Los moteles han tenido que adecuarse a otras fórmulas, e incluso se han ofrecido para aislar a pacientes Covid que no puedan hacerlo en sus domicilios, aun así, los ingresos han decaído.
En la otra cara de la moneda de los “afectados”, algunos “amantes” han encontrados diversas formas de evadir las restricciones y de tener un encuentro amoroso ya sea de forma personal o virtual, tal es el caso de Carola (nombre ficticio).
Carola, quien algunas veces me había llamado para contarme de sus problemas maritales, accedió a contar su historia a El País de forma anónima. Para ella esta cuarentena ha sido un suplicio, pues sin trabajo y con dos hijos en casa no ha podido ver de forma regular a quién para ella es “el amor de su vida”.
Carola explica que su situación hasta hace dos años atrás no era así, pues sus padres le inculcaron respetar a su pareja como también su familia y creía que los matrimonios debían ser para siempre, o “hasta que la muerte los separe”.
Sin embargo, todo cambió cuando se enteró que su esposo la engañaba con una de sus compañeras de trabajo. Esta no fue la única infidelidad que encontró, pero – dice - que por el bien de sus hijos y por evitar “malos ratos” prefirió no separarse.
Hace un año y medio aproximadamente, por cuestiones de trabajo, se reencontró con Carlos M., un amigo y exnovio de la universidad con quien por cuestiones “inexplicables”, pasó de una relación pasajera a una relación de amantes. Carola cuenta que ella y Carlos se volvieron fieles usuarios de algunos moteles de Tarija.
Ingresos La venta de “sex shop” forma parte de los ingresos económico de algunos moteles de Tarija, durante el confinamiento
“Nos veíamos todos los martes y jueves, cuando salía de trabajar, nos gustaba conocer y visitar los diferentes moteles de la ciudad, pero por la cuarentena luego de quedarme sin trabajo ya no pude salir de casa”, menciona.
La situación se tornó un tanto difícil, sin embargo, no dejaron de comunicarse e incluso de tener sus encuentros amorosos vía telefónica.
La historia de Silvia
Los moteles no suelen ser frecuentados solo por personas que tienen encuentros casuales, también hay parejas y matrimonios que los visitan, comenta Silvia E., quien solía visitar dichos establecimientos con su esposo, con quien tiene sus dos hijos, una de 4 años y otro de 14.
“Es bueno salir de la rutina y buscar nuevas formas de pasarla bien con tu pareja, nosotros somos jóvenes nos gusta aprovechar el tiempo que tenemos libre (…) En casa con los niños es difícil tener esa libertad”, explica Silvia.
Ahora por las restricciones que existen, debido al coronavirus, comenta que prefieren quedarse en casa para proteger a la familia, sin embargo, no descarta que apenas culminen las medidas restrictivas volverán a darse sus “escapadas”.
“Seguimos usando los servicios que ofertan algunos moteles de Tarija, como la venta de juguetes sexuales (…) entre esos hay lencería, disfraces sexys y otros utensilios que nos gusta comprar regularmente. No hay que perder la chispa”, comentó.
Hasta febrero, en el municipio de Cercado se tenía registrado 10 establecimientos como moteles, los mismos que cuentan con las licencias y requisitos para funcionar de manera legal en el municipio, según datos proporcionados por el jefe de la Dirección de Ingresos del Gobierno Municipal de Tarija, Carlos Alemán.
Moteles y el éxito del sex shop
Con el estancamiento económico que ha generado la pandemia, algunos moteles de la ciudad de Tarija no quisieron quedar relegados e implementaron una nueva forma de generar un rédito económico.
La venta virtual de juguetes sexuales, que anteriormente formaba parte de sus servicios, se ha convertido en esta época de confirmamiento en la clave de sus ingresos económicos.
En Bolivia, el negocio de los moteles genera un promedio de al menos medio millón de dólares al año, según reportes de prensa de la gestión 2019.