Por ahora, lo importarte es devolverle legitimidad al Gobierno boliviano
Las mujeres proponen los temas que ayudarán a reformar Bolivia
Regulación alimentaria, promoción del arte y seguridad en los hogares son algunos elementos que se consideran esenciales para el nuevo gobierno que asuma el mando en diciembre de 2020
En un escenario político de transición, con la pandemia que traspasa los márgenes de mortalidad, es difícil realizar una lectura sobre el futuro del Estado. Sin embargo, las mujeres entrevistadas por El País coincidieron que primero se le debe devolver la legitimidad al Gobierno, pero ¿qué tendría que plantear el nuevo Gobierno para restructurar a Bolivia?
Si bien el conflicto principal que atraviesa el país, como muchos otros, es el coronavirus, en este proceso otras debilidades estatales, además del precario sistema de salud, de educación y el excesivo uso de la fuerzo coercitiva, fueron evidenciadas.
Entre ellas, la falta de equidad de género, la vulnerabilidad de las mujeres, la falta de seguridad dentro de los hogares y la numerosa población sin empleo.
Los 57 feminicidios que se reportaron durante la cuarentena, los 13.000 embarazos de niñas y adolescentes son cifras que hacen temblar a cualquier política pública. Sin bien existe un grado de autonomía para poder resolver estos temas, a través de los gobiernos regionales, las acciones se limitan a campañas de concienciación. Es verdad también que los presupuestos no dan para más.
Estos son algunos de los temas que un grupo de mujeres considera deben ser encarados tan pronto asuma un nuevo gobierno.
Lucha contra la violencia
Hay un avance normativo, pero aún se cuestiona la aplicabilidad de las leyes. Los índices de violencia de género están lejos de detener una curva ascendente, tan preocupante como la del coronavirus.
La directora municipal de Coordinación y Articulación Social, Patricia Paputsakis, sostuvo que el nuevo Gobierno tendrá que introducir el discurso de equidad y de lucha contra la violencia de género, contra el infanticidio y contra la vulnerabilidad de algunos sectores a la realidad.
“El cumplimiento de las leyes está lejos de hacerse efectivo. En el ámbito de la justicia tenemos un acceso deficiente para las mujeres víctimas de violencia, la atención por la Policía que no ha sido fortalecida en este ámbito. El Ministerio Público aún no tiene las posibilidades de investigar sobre violencia. La prevención no ha sido asumida por las instancias de la educación, para prevenir desde los primeros años. El próximo Gobierno tiene que visualizar la magnitud de este problema”, dijo.
Representatividad política
El debate del 2019 en la Asamblea Departamental sobre un artículo de la Ley Electoral que obligaba la paridad de género en los cargos ejecutivos, dejó ver el rechazo de los políticos y funcionarios hombres, y algunas mujeres, a restructurar el sistema.
“La sociedad es la que tiene que escoger”, decían muchos de los funcionarios cuando no tomaron en cuenta que las condiciones de educación, laborales, sociales, distribución de trabajos en el hogar, y una serie de características patriarcales que frenan el ascenso de las mujeres a los puestos de poder.
La asambleísta a cargo de la Comisión de Derechos Humanos, María Lourdes Vaca, señaló que un tema fundamental es el fortalecimiento al sector humano, la salud y la tecnología, pero también se deben tomar en cuenta la representatividad de las mujeres en las diferentes funciones públicas.
“El nuevo Gobierno deberá asumir cambios fundamentales desde una nueva perspectiva. A pesar de estar normada la participación de la mujer en el 50% de las funciones públicas, esto no se aplica. Las mujeres aún no se encuentran en puestos de poder donde puedan aplicar reformas con total decisión y solvencia para transformar la sociedad. Estamos aún abajo”, argumentó.
Regulación Alimentaria
Para la nutricionista, Anahí Cabero Ugalde, una temática que puede dar soluciones a una serie de problemas es la regulación alimentaria, acompañada con educación. Es decir, que el Estado tome participación y responsabilidad en la protección sobre el consumo de alimentos. Eso conllevará a mejorar el estado de salud de los ciudadanos, reactivará el consumo de productos locales, lo que ayudará a la economía colectiva, y combatirá a las empresas de producción transgénica.
“Un ejemplo en nuestra sociedad es el desayuno de un niño. ¿Cómo puede tomar una taza de mate cocido con cinco cucharillas de azúcar y pan, cuando en su mismo territorio se produce membrillo, maíz, maní, manzanas u otros productos de mayor calidad nutricional? En Bolivia, el consumo de productos procesados ha aumentado en un 150 por ciento, lo que en otros países se ha disminuido”, manifestó.
Arte y Cultura
El actual Gobierno de transición realizó un ajuste ministerial y eliminó el Ministerio de Cultura, por lo que se paralizaron proyectos artísticos. Gobiernos progresistas destinan más recursos a este sector porque consideran que el arte promueve y regula la estabilidad social, además de estar ligado a los avances tecnológicos y científicos.
Una de las fundadoras del centro cultural CasaCreart, Beba Barrón, puntualizó que un nuevo Gobierno deberá enfocarse en el desarrollo y fomento a la actividad artística, el empoderamiento de las mujeres en el sector y el desarrollo de estas actividades dentro de la educación académica.