¿Podrá tener Tarija una "nueva normalidad"?
Jornadas continuas, transporte privado y en bicicleta, reuniones pequeñas y al aire libre o un impase en el crecimiento en altura parecen marcar la tendencia de la "nueva normalidad" post - coronavirus
Tarija prevé culminar su encapsulamiento en una o dos semanas más y retornar entonces a una “nueva normalidad”, muy propagandeada en países de Europa pero poco concretada para el modelo Sudamericano. De hecho, los que lo han intentado, como Chile, apenas duraron un mes y ya se acerca a los 300.000 contagios.
En Bolivia hemos adaptado la “desescalada” a modalidades de cuarentena “rígida” o “dinámica”, donde tampoco acaban de encajar los postulados de nueva normalidad.
da país, acorde a sus características socioeconómicas y costumbres culturales, está presentando sus propios planes para retornar a una “nueva normalidad” que estará vigente, al menos, hasta que se descubra y se aplique una vacuna para el coronavirus SARS-Cov-2. En esa nueva normalidad se incluye el uso de barbijos y la distancia social como pautas de comportamiento ordinario, sin embargo, muchos expertos indican que esas nuevas convenciones se quedarán ya instaladas ante el riesgo de que en cualquier momento se vuelva a padecer una pandemia de similares características.
En Tarija todavía los casos han ido creciendo, pero la percepción real de riesgo que obligue a cambiar es débil, pero consciente. Combinando las prospecciones a nivel internacional con la opinión de una docena de expertos y autoridades en Tarija, en la redacción de elpais.bo hemos elaborado esta especie de “guía de lo que se viene”, una prospección sobre el futuro de los hábitos locales.
Una nueva movilidad
Los taxitrufis y una buena cantidad de micros ya eran insalubres antes de la pandemia. Los expertos señalan que las nuevas exigencias de desinfección alejarán al usuario de los transportes públicos en general pese a los esfuerzos hechos en muchas ciudades. Esto volverá a multiplicar el transporte privado, con el consiguiente impacto en los puntos críticos de la ciudad. Se deberá mejorar la planificación para evitar trancaderas.
La bicicleta y la moto volverán a ser una salida útil y exigirá una planificación real con el ciudadano en el centro de la planificación urbana.
La nueva jornada laboral
El teletrabajo ha llegado para quedarse, pues con los debidos controles y monitores, ahorra gastos operativos en un momento en el que las empresas están castigadas y favorece la conciliación, lo que se añade a las nuevas dificultades para la movilidad.
Sistemas mixtos que permitan una mejor planificación horaria también llegarán a Tarija. Los expertos coinciden en que se acabará con la engorrosa jornada partida, siendo sustituida por la jornada continua que ya aplican bancos y algunas instituciones públicas no solo en periodo estival. Reducir la exposición al virus con cuatro viajes diarios es una de las justificaciones, también se impondrá la flexibilidad horaria en el marcado de tarjetas.
La medida de la jornada continua contribuirá a dar aire a otro sector que debe reinventarse, el de la restauración. Ya muchos desempleados habían optado por instalar negocios de comida rápida para superar las dificultades de las crisis encadenadas en Tarija, ahora deberán reconvertir las cenas en almuerzos, eso sí, poniendo acentos en la higiene y la comida saludable.
Impase para el crecimiento en altura
El “gran confinamiento” ha vuelto a poner en valor los aspectos del espacio privado más preciado: la vivienda. En Europa, Argentina y en las grandes ciudades de Sudamérica, se ha ido sacrificando el espacio propio de esparcimiento en la propia vivienda por las ventajas que ofrecía vivir en comunidad o más cerca del centro. La construcción en altura y en departamentos cada vez más pequeños, por el factor precio, ha sido una constante a partir de los años 40 del siglo pasado.
En Tarija, la edificación en altura recién había despegado tras ajustar una normativa demorada por demasiado tiempo, y aunque el componente precio no los hacía demasiado atractivos, las familias más jóvenes sí había empezado a apostar por ese modelo. Uno de los efectos a mediano plazo que prevén los urbanistas en medio mundo es precisamente que se retomen los proyectos de edificación en condominios de viviendas unifamiliares más alejados del centro, opción también asociada a las posibilidades del teletrabajo y a las restricciones de la movilidad.
Más turismo nacional y local
Nadie se atreve a poner fechas de reapertura de fronteras y las compañías aéreas ya hacen cuentas de lo que suponen una catástrofe económica de grandes dimensiones. En los planes de futuro, las compañías temen que se les impongan restricciones de aforo en sus aeronaves además de incluir test rápidos de salud, que tendrá dos efectos inmediatos: más demoras en aeropuertos y elevación de precios.
El impacto será evidente en el turismo, donde además saldrán mal parados los países con peor sistema de salud, entre los que se incluye Bolivia, ya que pasará a ser un factor importante a la hora de seleccionar destinos.
En Tarija, que alguna vez pensó en turismo como fuente de ingreso aun desviando sus anhelos hacia el turismo internacional, es una oportunidad para aprovechar sus potencialidades como lugar de descanso y diversión.
Compras y ejercicio, mejor al aire libre
Tarija, como la mayor parte de las ciudades de Bolivia, ya era un mercado a cielo abierto cualquier sábado desde el Campesino hasta Villa Fátima, pero las necesidades y percepciones de salubridad van a consolidar esta situación. Ferias barriales en grandes superficies y recuperar espacios denostados como el Campo Gremial del Constructor pasarán a la agenda.
Los pequeños comercios tomarán definitivamente las calles con la aquiescencia de los compradores, que huirán de espacios pequeños.
Los gimnasios también están obligados a reinventarse para reducir al máximo los contactos de cuerpos sudorosos e intercambios de fluidos en los aparatos. El deporte al aire libre marcará la pauta.
Internet para todos: educación sostenida
Si algo ha demostrado la crisis es que internet es ya un servicio básico, tal vez el más preciado porque nos permite comunicarnos con nuestros seres queridos, pero no solo eso. Un mejor internet para todos estará en la agenda política de verdad y se penalizarán las promesas incumplidas. Mejorar la infraestructura a todos los niveles resultará clave y el rubro absorberá gran parte de la mano de obra no cualificada que se quede sin trabajo.
Internet ha permitido seguir trabajando a muchos profesionales, pero el desafío viene en la parte de educación. La pandemia ha destruido el avance escolar en muchos países OCDE, en Bolivia también, algo que se vuelve recurrente: en octubre se perdieron tres semanas de clase con mínima compensación. Los Estados se preparan ya para armar su sistema de educación con infraestructura en la nube: lecciones, tareas, notas al alcance de todos desde sus propias casas que no perjudiquen el avance en el caso de suspenderse las clases presenciales. Digitalizar la educación de verdad, un salto que los maestros venían retrasando por motivos obvios: hará falta reducir la ratio de alumnos y multiplicar el número de docentes. En cualquier caso, permitirá que los padres se involucren de manera decisiva en la educación de sus hijos: se acabaron los grupos de WhatsApp pidiendo tareas.
Fronteras cerradas - autosuficiencia
El cierre de fronteras e ha vuelto un denominador común en todo el mundo occidental, incluida la Unión Europea, pese a que es su factor fundacional clave. La reacción al virus, en general, ha sido más soberanista que cooperativista e incluso los centros de investigación del virus (vacunas, tratamientos, etc.) se rigen por espacios nacionales y no supranacionales.
El cierre de fronteras físicas ha acabado también con una buena parte del contrabando, aunque también tiene que ver con las limitaciones propias de los países productores, que han priorizado su propio abastecimiento. En Tarija hay un efecto inmediato en el desabastecimiento de determinados productos procedentes por la vía legal o ilegal desde Argentina – de la hierba mate a la harina -.
La reacción dejará enseñanzas en el corto y mediano plazo, los Gobiernos retomarán medidas industriales y comerciales para garantizar la autosuficiencia interna, un discurso que ya se había instalado en las grandes potencias antes de la propia pandemia.
Banco online – compras online – el delivery
En Tarija los “delivery” han sido los taxis desde siempre, los pedidos se hacían por teléfono de discar y el pago se fiaba a la buena fe. Si el pollo no llegaba a destino, era la cena del chofer.
Todo esto ha cambiado en los últimos años y de forma decisiva en el último mes, con una excepción demasiado importante: los bancos siguen tardando demasiado en facilitar las operaciones de pago en línea, un retraso que está perjudicando innumerables emprendimientos pero que con el retorno a la “nueva normalidad” se convertirá en rutina.
Los “deliverys” se consolidarán como opción rápida y se impondrán al servicio del taxi.
Te invito, en mi propio vaso
Las generaciones más jóvenes ya estaban abandonando la costumbre tarijeña de hacer correr el trago en un solo vaso entre todos los invitados de la fiesta, pero con los efectos de la pandemia parece que quedará como una vieja tradición del pasado a recuperar en momentos de mucha intimidad, si es que trasciende.
Tarija es una de las ciudades que ofrece mayor variedad de opciones festivas en fin de semana y especialmente en momentos como el fin de año y el Carnaval. Los expertos prevén que se abandonen los locales pequeños y las discotecas subterráneas o karaokes y se vaya hacia locales de ocio más amplios y al aire libre. Incluidas las peñas al aire libre. Las terrazas cobrarán mayor tirón. “Que corra el aire” será la nueva máxima para salir de fiesta.
Cultura digital y abierta
El sector cultural es uno de los más golpeados por la pandemia, pues los actos públicos y masivos están prohibidos y se les supone al final de la fila en el plan de desescalada. La reducción de aforos en salas es un continuo, y para un sector que ya tuvo que reinventarse y volver a los conciertos para luchar contra la piratería supone un duro golpe.
Para el mundo del cine y la interpretación se plantea el streaming como solución con plataformas de pago y donación.