Familia Mariscal piden a Áñez que reabra el caso del periodista desaparecido
El domingo 19 de enero se cumplen 6 años de la desaparición de Cristian Mariscal, la familia del periodista salió a las calles el día de hoy, solicitando al Gobierno actual que el caso sea reabierto. La Presidente de Bolivia, Jeanine Áñez visita la ciudad de Tarija. Ante su estadía la...
El domingo 19 de enero se cumplen 6 años de la desaparición de Cristian Mariscal, la familia del periodista salió a las calles el día de hoy, solicitando al Gobierno actual que el caso sea reabierto.
La Presidente de Bolivia, Jeanine Áñez visita la ciudad de Tarija. Ante su estadía la familia Mariscal llegó hasta las afueras del edificio de la Gobernación, donde esta se encuentra, para pedirle ayuda y que la justicia pueda esclarecer la desaparición de Cristian.
Lea también: El rompecabezas inconcluso del caso Cristian Mariscal
Ya que, como mencionó la tía del desaparecido, el anterior Gobierno no dio respuesta alguna.
— El País Tarija (@elpais_eN_Tja) January 16, 2020
Antecedentes
La historia – en formato breve – arranca a la salida de la discoteca donde trabajaba Mariscal, cuando una cámara lo captó por última vez, jugaba con las llaves de su auto. Cristian fue a casa de su expareja, con quien había terminado la relación hacía unas semanas. Gabriela Torres Araoz le negó el acceso a su dormitorio. Ella cambió después dos veces su declaración sobre el grado de alcoholismo que tenía el periodista cuando lo acompañó a la puerta de su auto, desde donde dice se marchó.
Primero dijo que estaba muy ebrio, pero ni las imágenes del video, ni las declaraciones de quienes compartieron unas cervezas esa noche con él coincidían. Tampoco hubiera quedado muy claro cómo encajaba el hecho de que supuestamente hubiera llegado en tiempo récord a orillas del lago San Jacinto, donde un perito condenado por usurpador, certificó después que realizó supuestamente sus últimas llamadas.
Posteriormente la Policía encontró hasta 13 manchas de sangre en el trayecto que va de la puerta de Gabriela a la puerta de la casa por la que salió Cristian. Manchas que fueron limpiadas y pintadas según testificó el pintor que fue empleado ese mismo domingo en el que Cristian desapareció. De nada sirvieron las pruebas recolectadas, pues se arruinaron en un extraño tránsito entre el ITCUP Policial y el laboratorio fiscal del IDIF, mientras peleaban competencias. Competencias que quedaron en nada.
Los abogados de Mariscal jalaron otro hilo. El de los más de 60 mensajes intercambiados esa madrugada de la desaparición entre Gabriela Torres y su enamorado del momento, Grover Carranza, ambos operadores del TAM. Varios meses después se ordenó una pericia.
El perito contratado en Sucre para tal efecto, Facundo Olascoaga, nunca terminó la pericia, los abogados de Mariscal le acusan de haberla negociado. Entretanto, otro fiscal, Roberto Ramírez de Chuquisaca, ordenó un allanamiento a las oficinas de Olascoaga que acabaron por arruinar todo el material secuestrado.
El único dato que dejó Olascoaga fue una triangulación de llamadas que indicaron un punto en torno a San Jacinto, donde supuestamente se hicieron las últimas llamadas desde el teléfono de Mariscal. La familia lo consideró improbable.
A pocos kilómetros de ese punto se encuentra uno de los moteles de Melgar Mustafá. Su nombre saltó asociado a la venta del vehículo de Mariscal con el que desapareció. El mismo Suzuki Samurai, con la misma placa y el mismo registro del B-Sisa fue identificado en una comunidad de Santa Cruz.
El auto había estado parado durante todo el año, hasta que en agosto cargó tres veces gasolina en la semana de la Festividad de la Virgen de Urkupiña, en varios surtidores del trayecto hacia Cochabamba. Como si alguien se hubiera prestado el motorizado sin saber del caso.
La Agencia Nacional de Hidrocarburos tuvo registro de la placa en agosto de 2014. Incluso existieron videos. Pero no fue hasta que Plus TV, en enero de 2015, dio con esta documentación que el Ministerio Público actuó. Eso sí. En una semana se detuvo a Melgar Mustafá.
Jaime Mariscal, fallecido agotado en 2016, describió junto a su pariente mecánico varias soldaduras que habían hecho en el carro, marcas como cicatrices, casi únicas. Pero el tema entró en una sucesión de audiencias y burocracias, paranoias de vehículos clonados y placas dobladas hasta que el juez desestimó la prueba.
Lea también: Fiscal general asegura que caso Mariscal sigue abierto
Desde entonces nada se ha avanzado; cumplida la fecha, el entonces fiscal departamental Gilbert Muñoz cumplió con el procedimiento y liberó a los imputados. El caso pasó a ser un misterio sin resolver y la familia quedó sin descanso, la herida aún no se ha cerrado.
La Presidente de Bolivia, Jeanine Áñez visita la ciudad de Tarija. Ante su estadía la familia Mariscal llegó hasta las afueras del edificio de la Gobernación, donde esta se encuentra, para pedirle ayuda y que la justicia pueda esclarecer la desaparición de Cristian.
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Ya que, como mencionó la tía del desaparecido, el anterior Gobierno no dio respuesta alguna.
Familia de Cristian Mariscal pide al Gobierno actual que se esclarezcan los hechos sobre este caso, tras 6 años de la desaparición del periodista pic.twitter.com/qgj6NcnPFZ
— El País Tarija (@elpais_eN_Tja) January 16, 2020
Antecedentes
La historia – en formato breve – arranca a la salida de la discoteca donde trabajaba Mariscal, cuando una cámara lo captó por última vez, jugaba con las llaves de su auto. Cristian fue a casa de su expareja, con quien había terminado la relación hacía unas semanas. Gabriela Torres Araoz le negó el acceso a su dormitorio. Ella cambió después dos veces su declaración sobre el grado de alcoholismo que tenía el periodista cuando lo acompañó a la puerta de su auto, desde donde dice se marchó.
Primero dijo que estaba muy ebrio, pero ni las imágenes del video, ni las declaraciones de quienes compartieron unas cervezas esa noche con él coincidían. Tampoco hubiera quedado muy claro cómo encajaba el hecho de que supuestamente hubiera llegado en tiempo récord a orillas del lago San Jacinto, donde un perito condenado por usurpador, certificó después que realizó supuestamente sus últimas llamadas.
Posteriormente la Policía encontró hasta 13 manchas de sangre en el trayecto que va de la puerta de Gabriela a la puerta de la casa por la que salió Cristian. Manchas que fueron limpiadas y pintadas según testificó el pintor que fue empleado ese mismo domingo en el que Cristian desapareció. De nada sirvieron las pruebas recolectadas, pues se arruinaron en un extraño tránsito entre el ITCUP Policial y el laboratorio fiscal del IDIF, mientras peleaban competencias. Competencias que quedaron en nada.
Los abogados de Mariscal jalaron otro hilo. El de los más de 60 mensajes intercambiados esa madrugada de la desaparición entre Gabriela Torres y su enamorado del momento, Grover Carranza, ambos operadores del TAM. Varios meses después se ordenó una pericia.
El perito contratado en Sucre para tal efecto, Facundo Olascoaga, nunca terminó la pericia, los abogados de Mariscal le acusan de haberla negociado. Entretanto, otro fiscal, Roberto Ramírez de Chuquisaca, ordenó un allanamiento a las oficinas de Olascoaga que acabaron por arruinar todo el material secuestrado.
El único dato que dejó Olascoaga fue una triangulación de llamadas que indicaron un punto en torno a San Jacinto, donde supuestamente se hicieron las últimas llamadas desde el teléfono de Mariscal. La familia lo consideró improbable.
A pocos kilómetros de ese punto se encuentra uno de los moteles de Melgar Mustafá. Su nombre saltó asociado a la venta del vehículo de Mariscal con el que desapareció. El mismo Suzuki Samurai, con la misma placa y el mismo registro del B-Sisa fue identificado en una comunidad de Santa Cruz.
El auto había estado parado durante todo el año, hasta que en agosto cargó tres veces gasolina en la semana de la Festividad de la Virgen de Urkupiña, en varios surtidores del trayecto hacia Cochabamba. Como si alguien se hubiera prestado el motorizado sin saber del caso.
La Agencia Nacional de Hidrocarburos tuvo registro de la placa en agosto de 2014. Incluso existieron videos. Pero no fue hasta que Plus TV, en enero de 2015, dio con esta documentación que el Ministerio Público actuó. Eso sí. En una semana se detuvo a Melgar Mustafá.
Jaime Mariscal, fallecido agotado en 2016, describió junto a su pariente mecánico varias soldaduras que habían hecho en el carro, marcas como cicatrices, casi únicas. Pero el tema entró en una sucesión de audiencias y burocracias, paranoias de vehículos clonados y placas dobladas hasta que el juez desestimó la prueba.
Lea también: Fiscal general asegura que caso Mariscal sigue abierto
Desde entonces nada se ha avanzado; cumplida la fecha, el entonces fiscal departamental Gilbert Muñoz cumplió con el procedimiento y liberó a los imputados. El caso pasó a ser un misterio sin resolver y la familia quedó sin descanso, la herida aún no se ha cerrado.