Cuando el consumo de picante también puede ser saludable
Los ajíes y locotos consumidos con moderación y de manera apropiada son beneficiosos para la salud porque contienen en la pulpa un principio activo denominada capsaicina, que aparte de producir la sensación de ardor característico, posee propiedades cicatrizantes, anticancerígenas,...
Los ajíes y locotos consumidos con moderación y de manera apropiada son beneficiosos para la salud porque contienen en la pulpa un principio activo denominada capsaicina, que aparte de producir la sensación de ardor característico, posee propiedades cicatrizantes, anticancerígenas, analgésicas y antioxidantes, además de equilibrar el sistema nervioso.
La médico naturista, Raquel Ramos Guzmán, apuntó que el consumo de la pulpa de los locotos y ajíes no afectan a la salud, pero si son consumidos con las semillas o pepas, estas presentan una cobertura que provoca una reacción adversa en el organismo.
En caso de que se lo haga, la consecuencia es activar el sistema nervioso simpático, pone al cuerpo en alerta, causa efectos cardiovasculares, el corazón se acelera y se presenta la taquicardia, dilatación de los bronquios y las pupilas, además de sudoración extrema y la piel se pone roja.
Consumirlo muy frecuentemente con semillas causa problemas, dijo, primero inflama la mucosa del estómago, posteriormente provoca la aparición de la gastritis y finalmente aparecen las úlceras, por lo que recomendó no hacerlo.
En caso del ardor que produce la capsaicina, esta sustancia es insoluble con el agua, por lo que tomarla empeora la sensación de picor, es mejor combatirlo con alimentos grasos o un vaso de cerveza, leche en el caso de los niños o comer carne y papas, lo que aliviará la molestia.
Por otra parte, indicó que el locoto es medicinal, recomendable para las personas que tienen el sistema nervioso alterado, una persona que tiene gastritis es una persona nerviosa, entonces se debe estabilizar el sistema nervioso central y en base a vitaminas, mejorar la flora intestinal y desinflamar la mucosa gástrica con el consumo de probióticos como el yogur.
¿Ají o locoto?
A su turno, el cocinero, músico, agrónomo y escritor, Pedro Guereca, considera que existe diferencia entre el locoto y el ají, el primero se lo consume fresco o en combinación en la llajua, “lo que puede generar algunas espumas”.
En cambio el ají -amarillo o rojo- en la mayoría de los casos se lo consume seco o en vaina, sirve para elaborar comidas después de molido, tiene varias propiedades, es un vasodilatador, termorregulador y un cicatrizante muy potente, las asociaciones son las que después generan problemas.
“Por ejemplo, explicó, el ají tiene que cocinarse a bajas temperaturas y por varias horas, pero en las picanterías modernas, aunque te digan que utilizan en vaina, en la mayoría de los casos es ají en polvo, lo cocinan muy poco, lo hacen tostar por espacio de 15 minutos, generan dióxido de carbono, hidrocarburos porque casi lo hacen quemar el ají y no llegan a degradar sus compuestos celulósicos”.
Las antiguas cocineras lo sabían muy bien, contó, por eso es verdad que había que cocinarlas por seis a ocho horas, vieron que si lo hacían por poco tiempo a las personas les daba acidez o vinagrera y eso sucede porque nuestro sistema digestivo no es apto para digerir compuestos celulósicos activos.
“Llega al estómago la vesícula biliar segrega ácido clorhídrico tratando de digerir y deshacer esas moléculas, al no poder hacerlo se forman espumas, viene la acidez que puede derivar en ulceras, cosa que si el ají está bien cocinado no ocurre”, sentenció.
Las virtudes vitamínicas de los locotos
Los locotos rojos y bien maduros (más que los verdes) contienen gran cantidad de vitamina “C”, “A” y licopeno por lo cual son considerados un potente desintoxicante con propiedades preventivas del cáncer, justamente por tratarse de antioxidantes concentrados en su más pura esencia.
La concentración de licopeno, considerado hasta ahora uno de los mejores antioxidantes, ubican al locoto como un referente al momento de realizar consejería alimentaria.
La cantidad de vitamina C que contiene es por mucho superior a la que poseen las frutas cítricas tales como el limón, naranja y pomelo, presentan también concentraciones variables de vitamina E, ácido fólico y B1.
Por otra parte, el locoto es una fuente importante de minerales tales como fósforo y potasio, aporta fibra vegetal altamente estimulante de las ondas peristálticas del intestino, sin embargo, cuando es sometido a cocción se reduce este beneficio haciéndolo casi invalorable. Tiene efecto positivo en la cura y prevención de las úlceras gástricas.
La médico naturista, Raquel Ramos Guzmán, apuntó que el consumo de la pulpa de los locotos y ajíes no afectan a la salud, pero si son consumidos con las semillas o pepas, estas presentan una cobertura que provoca una reacción adversa en el organismo.
En caso de que se lo haga, la consecuencia es activar el sistema nervioso simpático, pone al cuerpo en alerta, causa efectos cardiovasculares, el corazón se acelera y se presenta la taquicardia, dilatación de los bronquios y las pupilas, además de sudoración extrema y la piel se pone roja.
Consumirlo muy frecuentemente con semillas causa problemas, dijo, primero inflama la mucosa del estómago, posteriormente provoca la aparición de la gastritis y finalmente aparecen las úlceras, por lo que recomendó no hacerlo.
En caso del ardor que produce la capsaicina, esta sustancia es insoluble con el agua, por lo que tomarla empeora la sensación de picor, es mejor combatirlo con alimentos grasos o un vaso de cerveza, leche en el caso de los niños o comer carne y papas, lo que aliviará la molestia.
Por otra parte, indicó que el locoto es medicinal, recomendable para las personas que tienen el sistema nervioso alterado, una persona que tiene gastritis es una persona nerviosa, entonces se debe estabilizar el sistema nervioso central y en base a vitaminas, mejorar la flora intestinal y desinflamar la mucosa gástrica con el consumo de probióticos como el yogur.
¿Ají o locoto?
A su turno, el cocinero, músico, agrónomo y escritor, Pedro Guereca, considera que existe diferencia entre el locoto y el ají, el primero se lo consume fresco o en combinación en la llajua, “lo que puede generar algunas espumas”.
En cambio el ají -amarillo o rojo- en la mayoría de los casos se lo consume seco o en vaina, sirve para elaborar comidas después de molido, tiene varias propiedades, es un vasodilatador, termorregulador y un cicatrizante muy potente, las asociaciones son las que después generan problemas.
“Por ejemplo, explicó, el ají tiene que cocinarse a bajas temperaturas y por varias horas, pero en las picanterías modernas, aunque te digan que utilizan en vaina, en la mayoría de los casos es ají en polvo, lo cocinan muy poco, lo hacen tostar por espacio de 15 minutos, generan dióxido de carbono, hidrocarburos porque casi lo hacen quemar el ají y no llegan a degradar sus compuestos celulósicos”.
Las antiguas cocineras lo sabían muy bien, contó, por eso es verdad que había que cocinarlas por seis a ocho horas, vieron que si lo hacían por poco tiempo a las personas les daba acidez o vinagrera y eso sucede porque nuestro sistema digestivo no es apto para digerir compuestos celulósicos activos.
“Llega al estómago la vesícula biliar segrega ácido clorhídrico tratando de digerir y deshacer esas moléculas, al no poder hacerlo se forman espumas, viene la acidez que puede derivar en ulceras, cosa que si el ají está bien cocinado no ocurre”, sentenció.
Las virtudes vitamínicas de los locotos
Los locotos rojos y bien maduros (más que los verdes) contienen gran cantidad de vitamina “C”, “A” y licopeno por lo cual son considerados un potente desintoxicante con propiedades preventivas del cáncer, justamente por tratarse de antioxidantes concentrados en su más pura esencia.
La concentración de licopeno, considerado hasta ahora uno de los mejores antioxidantes, ubican al locoto como un referente al momento de realizar consejería alimentaria.
La cantidad de vitamina C que contiene es por mucho superior a la que poseen las frutas cítricas tales como el limón, naranja y pomelo, presentan también concentraciones variables de vitamina E, ácido fólico y B1.
Por otra parte, el locoto es una fuente importante de minerales tales como fósforo y potasio, aporta fibra vegetal altamente estimulante de las ondas peristálticas del intestino, sin embargo, cuando es sometido a cocción se reduce este beneficio haciéndolo casi invalorable. Tiene efecto positivo en la cura y prevención de las úlceras gástricas.