Violencia, impunidad e incertidumbre; crónica de una jornada negra en Bolivia
La violencia se desbordó esta vez en Cochabamba en una jornada negra que sumó un fallecido y una de las peores vejaciones vistas sufrida por la alcaldesa de Vinto, entre una innumerable cascada de imágenes grotescas de heridos, heridas, insultos, humillaciones y actos vergonzantes que circulan...
La violencia se desbordó esta vez en Cochabamba en una jornada negra que sumó un fallecido y una de las peores vejaciones vistas sufrida por la alcaldesa de Vinto, entre una innumerable cascada de imágenes grotescas de heridos, heridas, insultos, humillaciones y actos vergonzantes que circulan a la velocidad de la luz en las redes sociales, y se repiten después en televisión.
La violencia dejó en segundo plano la partida de ajedrez política que se juega en capítulos y que el miércoles tenía otro título de “odisea” a protagonizar por Luis Fernando Camacho en su tercera visita a La Paz, y que esta vez sí fue exitosa.
Como sea, ya es jueves, y la semana va pasando al ritmo que avanza la cuestionada auditoría de la Organización de Estados Americanos (OEA) y que marcará un punto de inflexión aunque solo haya sido reconocida por una de las partes en discusión, en este caso el Gobierno.
Fallecido
Un joven de 20 años falleció en Cochabamba tras sufrir un trauma encefálico en los enfrentamientos en Quillacollo
El vuelo de Camacho estaba previsto para las 14.30, se demoró a las 16.00 y luego hasta las 19.00. Granizaba en El Alto.
Durante la mañana hubo marchas de Bartolinas y cocaleros en Cochabamba que acabaron en enfrentamientos en el puente Huayculi. Una decena de heridos. Muchos rumores. En la tarde un vergonzante ajuste de cuentas de la disque “Resistencia Cochala” con la alcaldesa de Vinto, Patricia Arce Guzmán, que aguantó la humillación sin quebrarse y negando cualquier implicación en los grupos de choque. En la noche ya se confirmó la muerte de Limberth Guzmán. Luto. Congoja. Inexplicable.
La llegada
Mientras el Presidente Evo Morales guardaba silencio, el ministro de Gobierno Carlos Romero “aseguraba” la llegada de Luis Fernando Camacho a La Paz y todo el resguardo policial necesario. En ese pulso propio del Movimiento Al Socialismo (MAS), igual se organizaron concentraciones de rechazo en El Alto – con dinamitazos – y en La Paz. En una de ellas estaba incluso el ministro de Defensa Javier Zavaleta.
Los que llegaron temprano, esperaban a Camacho en la puerta – Tuto Quiroga, Gustavo Pedraza -; los que llegaron tarde no pudieron romper el cerco policial – Carlos Mesa -. Finalmente no apareció Romero pero sí una caravana de autos y un cordón policial que le permitió al líder cívico salir de El Alto y llegar a algún lugar seguro de La Paz donde grabó un audio en plan conciliación, hablando de paz, de fe y de su carta.
Ni Camacho ni su entorno revelan su plan para entregar la ya muy famosa carta de renuncia de Evo Morales. Algunas fuentes hablan de un corredor de seguridad que le permitirá llegar a la Casa Grande del Pueblo para registrar en horario de oficina el documento en la Ventanilla Única de la Presidencia. Otros tienen terror a una imagen de “un hombre con una biblia transitando un pasillo de policías para llegar a la lujosa Casa Grande del Pueblo con una carta. Imagínate que llega justo el helicóptero”. En ningún caso se contempla que lo reciba el presidente Evo Morales, pero sí podría hacerlo el ministro de la Presidencia Juan Ramón Quintana o el de Comunicación, Manuel Canelas. En cualquier caso, tampoco el Gobierno devela su plan más allá de tomar los recaudos para evitar más violencia en La Paz.
La violencia
El componente político de la violencia está tomando rumbos inusitados. Los estrategas advierten que esto ya no es lo que era. Que la gente cree en lo que ve en su celular y no en lo que dicen sus líderes, pero que también escuchan lo que dicen sus líderes, y los líderes de los otros.
Al final de la jornada, Carlos Mesa, Gustavo Pedraza y Tuto Quiroga subían un video a sus redes en los que señalaban que habían salido del aeropuerto de El Alto y pedían “que no los buscaran más ahí”, e incluso pedían al Gobierno que instruyera la desmovilización de sus afines para evitar más violencia.
— Carlos D. Mesa Gisbert (@carlosdmesag) November 7, 2019
El Gobierno, mientras tanto, encuadra la violencia en la “intentona golpista” y saluda a sus bases por movilizarse para proteger la democracia.
— Evo Morales Ayma (@evoespueblo) November 7, 2019
De momento, la violencia es de todos y de nadie. Veremos quién se queda con el monopolio.
Sin pistas sobre el operativo para entregar “la carta”
Luis Fernando Camacho
“Agradezco a la Policía y a los hombres y mujeres que fueron a esperarme. Ya llegué, que ya no haya enfrentamientos, venimos a buscar la paz del país”, señaló Luis Fernando Camacho desde su refugio seguro en La Paz sin desvelar sus planes para “entregar la carta de renuncia” en Palacio.
Carlos Romero
"Si él quiere dejar una carta como ha anunciado pues coordinará con sus voceros para facilitar esa tarea. Esperamos que no haya provocaciones, ni a la población alteña y paceña, porque yo puedo garantizar la seguridad de desplazamiento, pero de las otras acciones ya no me puedo hacer responsable", afirmó.
La violencia dejó en segundo plano la partida de ajedrez política que se juega en capítulos y que el miércoles tenía otro título de “odisea” a protagonizar por Luis Fernando Camacho en su tercera visita a La Paz, y que esta vez sí fue exitosa.
Como sea, ya es jueves, y la semana va pasando al ritmo que avanza la cuestionada auditoría de la Organización de Estados Americanos (OEA) y que marcará un punto de inflexión aunque solo haya sido reconocida por una de las partes en discusión, en este caso el Gobierno.
Fallecido
Un joven de 20 años falleció en Cochabamba tras sufrir un trauma encefálico en los enfrentamientos en Quillacollo
El vuelo de Camacho estaba previsto para las 14.30, se demoró a las 16.00 y luego hasta las 19.00. Granizaba en El Alto.
Durante la mañana hubo marchas de Bartolinas y cocaleros en Cochabamba que acabaron en enfrentamientos en el puente Huayculi. Una decena de heridos. Muchos rumores. En la tarde un vergonzante ajuste de cuentas de la disque “Resistencia Cochala” con la alcaldesa de Vinto, Patricia Arce Guzmán, que aguantó la humillación sin quebrarse y negando cualquier implicación en los grupos de choque. En la noche ya se confirmó la muerte de Limberth Guzmán. Luto. Congoja. Inexplicable.
La llegada
Mientras el Presidente Evo Morales guardaba silencio, el ministro de Gobierno Carlos Romero “aseguraba” la llegada de Luis Fernando Camacho a La Paz y todo el resguardo policial necesario. En ese pulso propio del Movimiento Al Socialismo (MAS), igual se organizaron concentraciones de rechazo en El Alto – con dinamitazos – y en La Paz. En una de ellas estaba incluso el ministro de Defensa Javier Zavaleta.
Los que llegaron temprano, esperaban a Camacho en la puerta – Tuto Quiroga, Gustavo Pedraza -; los que llegaron tarde no pudieron romper el cerco policial – Carlos Mesa -. Finalmente no apareció Romero pero sí una caravana de autos y un cordón policial que le permitió al líder cívico salir de El Alto y llegar a algún lugar seguro de La Paz donde grabó un audio en plan conciliación, hablando de paz, de fe y de su carta.
Ni Camacho ni su entorno revelan su plan para entregar la ya muy famosa carta de renuncia de Evo Morales. Algunas fuentes hablan de un corredor de seguridad que le permitirá llegar a la Casa Grande del Pueblo para registrar en horario de oficina el documento en la Ventanilla Única de la Presidencia. Otros tienen terror a una imagen de “un hombre con una biblia transitando un pasillo de policías para llegar a la lujosa Casa Grande del Pueblo con una carta. Imagínate que llega justo el helicóptero”. En ningún caso se contempla que lo reciba el presidente Evo Morales, pero sí podría hacerlo el ministro de la Presidencia Juan Ramón Quintana o el de Comunicación, Manuel Canelas. En cualquier caso, tampoco el Gobierno devela su plan más allá de tomar los recaudos para evitar más violencia en La Paz.
La violencia
El componente político de la violencia está tomando rumbos inusitados. Los estrategas advierten que esto ya no es lo que era. Que la gente cree en lo que ve en su celular y no en lo que dicen sus líderes, pero que también escuchan lo que dicen sus líderes, y los líderes de los otros.
Al final de la jornada, Carlos Mesa, Gustavo Pedraza y Tuto Quiroga subían un video a sus redes en los que señalaban que habían salido del aeropuerto de El Alto y pedían “que no los buscaran más ahí”, e incluso pedían al Gobierno que instruyera la desmovilización de sus afines para evitar más violencia.
Después de haber ido a recibir a LF Camacho pic.twitter.com/ZhEBx5HCrJ
— Carlos D. Mesa Gisbert (@carlosdmesag) November 7, 2019
El Gobierno, mientras tanto, encuadra la violencia en la “intentona golpista” y saluda a sus bases por movilizarse para proteger la democracia.
Expreso mi profundo pesar por el fallecimiento del joven Limbert Guzmán, víctima inocente de la violencia promovida por grupos políticos que alientan el odio racial entre hermanos bolivianos. Reitero mi llamado a la paz social para devolverle la tranquilidad a nuestro pueblo.
— Evo Morales Ayma (@evoespueblo) November 7, 2019
De momento, la violencia es de todos y de nadie. Veremos quién se queda con el monopolio.
Sin pistas sobre el operativo para entregar “la carta”
Luis Fernando Camacho
“Agradezco a la Policía y a los hombres y mujeres que fueron a esperarme. Ya llegué, que ya no haya enfrentamientos, venimos a buscar la paz del país”, señaló Luis Fernando Camacho desde su refugio seguro en La Paz sin desvelar sus planes para “entregar la carta de renuncia” en Palacio.
Carlos Romero
"Si él quiere dejar una carta como ha anunciado pues coordinará con sus voceros para facilitar esa tarea. Esperamos que no haya provocaciones, ni a la población alteña y paceña, porque yo puedo garantizar la seguridad de desplazamiento, pero de las otras acciones ya no me puedo hacer responsable", afirmó.