Partidos políticos no tiene propuestas concretas para el medio ambiente
El medio ambiente es uno de los temas recurrentes de los partidos de cara a las elecciones nacionales. Se trata de un discurso políticamente correcto que los candidatos a la presidencia y los candidatos a la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP) no dejaron de tomar en cuenta a la hora de...



El medio ambiente es uno de los temas recurrentes de los partidos de cara a las elecciones nacionales. Se trata de un discurso políticamente correcto que los candidatos a la presidencia y los candidatos a la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP) no dejaron de tomar en cuenta a la hora de elaborar los programas electorales rumbo a los comicios del 20 de octubre del 2019. Sin embargo, la concreción es poca.
En Tarija se han evidenciado severos problemas y amenazas para el medio ambiente en los últimos años. Desde los contratos firmados con las empresas petroleras y el Ministerio de Hidrocarburos bajo la autorización del Ministerio de Medio Ambiente y Agua para explorar en la Reserva de Tariquía, la explotación de minerales sin control, la explotación de áridos sin control hasta la pesca indiscriminada de sábalo en el río Pilcomayo o la contaminación de los ríos Tumusla, Bermejo, Guadalquivir, Pilcomayo y varios otros.
También se encuentra la problemática de la falta de alcantarillado y de vertederos, de desechos de fábricas, mataderos, curtiembres, estaciones de lavado de vehículos y un sinfín de situaciones riesgosas locales. En los programas, sin embargo, no se han aportado soluciones concretas a problemas identificaos, sino fórmulas genéricas que posteriormente necesitarán de una interpretación.
Comparaciones
En el programa electoral del partido de Gobierno -Movimiento Al Socialismo (MAS)- se puntualizó al medio ambiente como parte de los pilares de su programa, pese a las recientes críticas recibidas por acciones de dudoso lineamiento, como la concesión de exploración en Reservas, el asunto de los Transgénicos o el propio fracking que acecha el territorio. Sin embargo, su programa establece el desarrollo con “respeto a la Madre Tierra”.
Citaron el ejemplo del colapso del botadero municipal de La Paz como un ejemplo de la necesidad de mitigar el impacto ambiental y menciona que “el incremento de la actividad económica, principalmente aquella asociada a la explotación de recursos naturales ha generado niveles de contaminación que precisan ser gestionados”. Se dice que preservarán las fuentes de agua y se realizará gestión de los residuos sólidos en las áreas urbanas y reforzará la normativa contra el tráfico ilegal de especies y crearán albergues para animales.
Comunidad Ciudadana (CC) propone una política de medio ambiente alineada a los Acuerdos de Cambio Climáticos de París. “Proponemos una transformación territorial sustentada en una economía ecológica, circular, colaborativa y creativa. La economía ecológica reduce los impactos ambientales perniciosos, promoviendo la producción y el consumo responsables, el reciclado, el reaprovechamiento de bienes y servicio, los ciclos cortos, la salud de los ecosistemas y, por tanto, de la gente”.
Para el partido del candidato a presidencia Carlos Mesa la economía circular es la clave. No genera desechos no aprovechables y contaminantes; sino que reduce significativamente, elimina y/o reutiliza los desechos de la cadena de producción y consumo. La economía colaborativa y creativa impulsa el uso productivo de la acumulación de ideas en la sociedad. Valoriza los bienes comunes y los intangibles de un pueblo: su cultura, historia, literatura, gastronomía, patrimonio, legado arquitectónico, creatividad y solidaridad social.
El programa de Bolivia Dice No (BDN) se habla de una gestión ambiental renovada con sanciones contra los factores contaminantes, de prevención y rectificaciones en la fuente del daño ambiental, no en el medio receptor. Un cambio importante será descentralizar las competencias y políticas de medio ambiente a los gobiernos departamentales y municipales.
En la actividad forestal se retornará a un sistema de concesiones de aprovechamiento de largo plazo, la libertad de vender “captura de carbono”, la certificación del manejo y la cadena de custodia de la madera y otros productos.
El apunte
El fracking, un asunto polémico pendiente
La utilización de la técnica de exploración no convencional en Bolivia, el temido “fracking”, es un debate pendiente que sin embargo ningún partido de los que suman por encima del 5% en intención de voto, que son los que analizamos, ha incluido el tema en detalle.
La técnica es rechazada por ambientalistas y expertos por el riesgo que supone para los acuíferos en el territorio, sin embargo, la situación delicada de Bolivia respecto a sus reservas de gas convencional, junto a las experiencias cercanas de Argentina, por ejemplo, han matizado posiciones.
En Tarija se han evidenciado severos problemas y amenazas para el medio ambiente en los últimos años. Desde los contratos firmados con las empresas petroleras y el Ministerio de Hidrocarburos bajo la autorización del Ministerio de Medio Ambiente y Agua para explorar en la Reserva de Tariquía, la explotación de minerales sin control, la explotación de áridos sin control hasta la pesca indiscriminada de sábalo en el río Pilcomayo o la contaminación de los ríos Tumusla, Bermejo, Guadalquivir, Pilcomayo y varios otros.
También se encuentra la problemática de la falta de alcantarillado y de vertederos, de desechos de fábricas, mataderos, curtiembres, estaciones de lavado de vehículos y un sinfín de situaciones riesgosas locales. En los programas, sin embargo, no se han aportado soluciones concretas a problemas identificaos, sino fórmulas genéricas que posteriormente necesitarán de una interpretación.
Comparaciones
En el programa electoral del partido de Gobierno -Movimiento Al Socialismo (MAS)- se puntualizó al medio ambiente como parte de los pilares de su programa, pese a las recientes críticas recibidas por acciones de dudoso lineamiento, como la concesión de exploración en Reservas, el asunto de los Transgénicos o el propio fracking que acecha el territorio. Sin embargo, su programa establece el desarrollo con “respeto a la Madre Tierra”.
Citaron el ejemplo del colapso del botadero municipal de La Paz como un ejemplo de la necesidad de mitigar el impacto ambiental y menciona que “el incremento de la actividad económica, principalmente aquella asociada a la explotación de recursos naturales ha generado niveles de contaminación que precisan ser gestionados”. Se dice que preservarán las fuentes de agua y se realizará gestión de los residuos sólidos en las áreas urbanas y reforzará la normativa contra el tráfico ilegal de especies y crearán albergues para animales.
Comunidad Ciudadana (CC) propone una política de medio ambiente alineada a los Acuerdos de Cambio Climáticos de París. “Proponemos una transformación territorial sustentada en una economía ecológica, circular, colaborativa y creativa. La economía ecológica reduce los impactos ambientales perniciosos, promoviendo la producción y el consumo responsables, el reciclado, el reaprovechamiento de bienes y servicio, los ciclos cortos, la salud de los ecosistemas y, por tanto, de la gente”.
Para el partido del candidato a presidencia Carlos Mesa la economía circular es la clave. No genera desechos no aprovechables y contaminantes; sino que reduce significativamente, elimina y/o reutiliza los desechos de la cadena de producción y consumo. La economía colaborativa y creativa impulsa el uso productivo de la acumulación de ideas en la sociedad. Valoriza los bienes comunes y los intangibles de un pueblo: su cultura, historia, literatura, gastronomía, patrimonio, legado arquitectónico, creatividad y solidaridad social.
El programa de Bolivia Dice No (BDN) se habla de una gestión ambiental renovada con sanciones contra los factores contaminantes, de prevención y rectificaciones en la fuente del daño ambiental, no en el medio receptor. Un cambio importante será descentralizar las competencias y políticas de medio ambiente a los gobiernos departamentales y municipales.
En la actividad forestal se retornará a un sistema de concesiones de aprovechamiento de largo plazo, la libertad de vender “captura de carbono”, la certificación del manejo y la cadena de custodia de la madera y otros productos.
El apunte
El fracking, un asunto polémico pendiente
La utilización de la técnica de exploración no convencional en Bolivia, el temido “fracking”, es un debate pendiente que sin embargo ningún partido de los que suman por encima del 5% en intención de voto, que son los que analizamos, ha incluido el tema en detalle.
La técnica es rechazada por ambientalistas y expertos por el riesgo que supone para los acuíferos en el territorio, sin embargo, la situación delicada de Bolivia respecto a sus reservas de gas convencional, junto a las experiencias cercanas de Argentina, por ejemplo, han matizado posiciones.