Insuficiente demanda de trabajadores calificados aumenta subempleo
Un reciente estudio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) encuentra que la evolución que está sufriendo el mercado laboral en el mundo se da de manera diferenciada entre países y regiones. Mientras en las economías avanzadas hay mayor demanda de trabajadores con mayor nivel educativo y...



Un reciente estudio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) encuentra que la evolución que está sufriendo el mercado laboral en el mundo se da de manera diferenciada entre países y regiones. Mientras en las economías avanzadas hay mayor demanda de trabajadores con mayor nivel educativo y una polarización salarial, en Latinoamérica parece darse una tendencia contraria.
El informe resalta que, en América Latina, los salarios relativos en las ocupaciones asociadas al conocimiento (como profesionales o directivos) han subido a un ritmo inferior al de las ocupaciones manuales, tales como personal en el cuidado de terceros o trabajadores de la construcción.
“De hecho, un creciente porcentaje de personas con estudios superiores no puede encontrar empleo como profesional y termina empleándose en otras ocupaciones, lo que reafirma la importancia de saber cuáles son las habilidades emergentes y más demandadas”, enfatiza el BID.
Todo este contexto hace que hoy en día, las decisiones sobre qué estudiar sean más difíciles que en el pasado. O como explican los autores del estudio, “muchos jóvenes y trabajadores se preguntan si las ocupaciones que eligieron seguirán existiendo o si quedarán obsoletas y serán reemplazadas por robots o algoritmos. Para quienes ya forman parte del mercado de trabajo, estos cambios también suponen un motivo de ansiedad por la amenaza de perder sus empleos”.
Tendencia principal
Los datos recabados por la investigación indican que entre las ocupaciones que más crecen están las relacionadas con la economía digital (como especialistas en computación) o con servicios (como preparadores de alimentos), al mismo tiempo que aumenta la demanda de habilidades digitales avanzadas, como el manejo de herramientas de desarrollo web y de software, conocimientos de tecnologías de almacenamiento de datos o desarrollo de aplicaciones para teléfonos inteligentes.
Mientras tanto, el empleo para directivos, operarios y trabajadores de reparación y mantenimiento muestra tendencia a la baja, al igual que la demanda de habilidades para esos cargos, como las habilidades de gerencia.
Según el BID, estos cambios están asociados al desarrollo tecnológico, lo que hace que disminuya el empleo en las ocupaciones más susceptibles de ser automatizadas.
“Pero, a diferencia de lo que ocurre en las economías más avanzadas, en la región no se detecta un crecimiento de la demanda de trabajadores con mayor nivel de educación, quizá porque la tecnología no ha penetrado a la misma velocidad”, agrega el estudio.
Ahora bien, más allá de las diferencias entre las tendencias de unos países y otros, los expertos en el tema coinciden en que, a lo largo de la historia, lo que ha permitido que el empleo se mantenga constante a pesar de que se han automatizado cada vez más tareas, es la creación de nuevas ocupaciones y nuevas tareas que solo pueden realizar los seres humanos.
A medida que se introducen nuevas tecnologías en el proceso de producción, van cambiando las tareas que realizan las personas que se desempeñan en una determinada ocupación. Es lo que ocurrió, por ejemplo, con el sector bancario (con la introducción de cajeros automáticos) y con la industria automotriz en sus procesos de automatización.
“Adaptarse a esto requiere un cambio de paradigma por parte de las personas, las empresas, el sector educativo y los gobiernos”, agregan desde el BID.
Polarización laboral
[caption id="attachment_276509" align="alignnone" width="440"] Cambios en la proporción del empleo según tipos de ocupación (2000-2015). BID 2019.[/caption]
En las economías desarrolladas, las ocupaciones de carácter manual (por ejemplo, operarios y personal de mantenimiento) registran la mayor caída de empleos y salarios respecto a las demás, producto de la incorporación de máquinas de control numérico y robots en la producción de bienes.
Los datos del BID muestran también que, por el lado de las ocupaciones automatizables del conocimiento, se registra una pérdida de empleo (y de poder adquisitivo) en el personal administrativo y entre los vendedores, por la incorporación de computadoras, internet y otras tecnologías de la información.
“Estos desplazamientos entre ocupaciones están generando un fenómeno denominado polarización del mercado de trabajo, en el cual, de manera simultánea, aumentan los salarios y la participación en el total de empleo de las ocupaciones con mayores y menores salarios, mientras que los salarios y la participación de ocupaciones medias disminuyen”, remarca el informe.
Esta polarización laboral, sin embargo, está ocurriendo solamente de manera parcial en América Latina: “Aunque han aumentado las ocupaciones de menores y mayores salarios, lo han hecho en menor magnitud, y los movimientos salariales no tienen el mismo comportamiento”.
En comparación con otras regiones, las ocupaciones de nivel medio en América Latina y el Caribe han disminuido su participación en el empleo, mientras que los empleos de altos y bajos salarios han crecido. “Sin embargo, estos cambios han sido menores que los observados en otras regiones”.
Para el BID, la polarización parcial en Latinoamérica también se observa “por la recomposición de las ocupaciones rutinarias y las del conocimiento”: El personal de limpieza y los especialistas financieros fueron las ocupaciones que más crecieron entre 2000 y 2015. A estas se suman otras como vendedores, especialistas en computación y matemáticas, así como preparadores de alimentos, técnicos en salud, abogados, pilotos y controladores aéreos, operarios de la construcción y personal administrativo.
Por el contrario, las ocupaciones que más disminuyeron su participación durante ese periodo fueron gerentes, operadores de maquinaria, personal para el cuidado de terceros, mantenimiento y reparación de maquinaria, conductores, técnicos en ciencia física, especialistas de educación, técnicos en biología, artistas, atletas y guardias de seguridad.
Cambios en el empleo
En América Latina, el denominado “trabajo manual altamente automatizable” ha sufrido una “importante” caída en los últimos años.
“Este fenómeno es similar a lo que sucede en economías más desarrolladas, donde también se observa una caída pronunciada de este tipo de ocupaciones, como conductores u operadores de maquinaria. El avance de máquinas de control numérico y, más recientemente, de robots multiusos para la producción ha reducido la demanda de este tipo de trabajadores”, indica el informe del BID.
Sin embargo, la otra cara de la moneda es el crecimiento de ocupaciones manuales poco automatizables que, por lo general, se encuentran en el ámbito de los servicios (personal de limpieza, preparación de alimentos, o profesionales de la belleza) y que “ha ocurrido en todos los países, a excepción de Brasil y Paraguay”.
[caption id="attachment_276510" align="aligncenter" width="542"] Cambios en el empleo según país (2000-2015). BID 2019[/caption]
Una diferencia entre la tendencia latinoamericana y lo que ha ocurrido en economías desarrolladas, es que la automatización no ha impactado en las “profesiones del conocimiento” donde las personas pueden ser más fácilmente sustituidas por tecnología (por ejemplo personal administrativo).
“En la mayoría de los países analizados”, afirman los expertos del BID, “estas ocupaciones tuvieron un incremento en la región. Una posible explicación es que, en América Latina y el Caribe, la absorción de tecnología de la información en ocupaciones del conocimiento no ha sido tan rápida como en países más desarrollados, por lo que no se descarta que pueda observarse una reducción del empleo, en estas ocupaciones en los próximos años”.
La excepción se encuentra en Chile, Bolivia, Jamaica y México, donde este tipo de empleo sí ha caído en mayor medida.
Comportamiento de los salarios
El tema salarial también es una diferencia importante entre la evolución el empleo en Latinoamérica y las economías avanzadas, ya que, contrario a lo sucedido en estas últimas, las ocupaciones del conocimiento experimentaron incrementos salariales inferiores a los de ocupaciones manuales.
Según el estudio, “durante el periodo analizado, que coincide con un incremento importante en los precios de las mercancías producidas en la región, los salarios de todas las ocupaciones aumentaron, pero los de ocupaciones manuales lo hicieron por encima del promedio, mientras que los de ocupaciones del conocimiento crecieron por debajo del mismo, reduciéndose la desigualdad salarial entre ocupaciones”.
[caption id="attachment_276511" align="alignnone" width="449"] Cambios salario promedio/hora comparado al promedio general (2000-2015). BID 2019[/caption]
Por otro lado, los trabajadores en ocupaciones más susceptibles de automatizarse tuvieron menores crecimientos salariales: “las más automatizables tuvieron un incremento muy pequeño, mientras que las menos susceptibles de ser auto matizadas experimentaron un aumento mucho mayor al promedio. Además, dentro de las ocupaciones del conocimiento, los trabajadores de ocupaciones más susceptibles de ser automatizadas experimentaron un crecimiento menor de los salarios con relación al promedio”.
Según los investigadores, este comportamiento sugiere que hay “una menor demanda de ocupaciones del conocimiento en comparación con las manuales, así como una menor demanda de trabajadores en aquellas ocupaciones donde hay una mayor posibilidad de sustituir a personas por tecnología”.
Educación y subempleo
El estudio del BID encontró además que la disminución en la desigualdad salarial se debe no solo al aumento del salario de los trabajadores de menores ingresos, sino también a una disminución en el retorno a la escolaridad y la experiencia laboral.
Entre 2000 y 2015 hubo un incremento notorio en los años de escolaridad de la población en edad de trabajar en toda Latinoamérica. El grupo poblacional con mayor crecimiento fue el de personas con estudios superiores (técnicos o universitarios), que pasó de ser una quinta parte del total a representar casi un tercio de la fuerza laboral.
“Este es un avance extraordinario, ya que, en tan solo 15 años, la proporción de trabajadores en este grupo se incrementó en un 50%”, explica el informe.
El problema ha sido que, a medida que se han ido incorporando trabajadores con estudios superiores al mercado laboral, la competencia ha sido mayor y, por esta razón, las opciones de ocupación profesional parecen haberse reducido.
[caption id="attachment_276512" align="alignright" width="379"] ¿A qué se debe la insuficiente demanda de trabajo calificado?[/caption]
En este sentido, el incremento de la población con mayor nivel educativo “no se ha visto acompañado por un aumento suficiente de los empleos en ocupaciones del conocimiento”. Por ello, “muchos de estos nuevos universitarios se han empleado en trabajos manuales. De hecho, la menor tendencia a trabajar como profesionales y la mayor probabilidad de emplearse en ocupaciones manuales ha sido mucho más marcada entre la población con estudios secundarios, lo que es indicativo del aumento de la competencia que existe para obtener un empleo del conocimiento”.
Para el BID es un tema pendiente entender mejor los factores que están detrás de la caída en los retornos a la educación y el creciente subempleo de personas con educación superior, “más aún cuando, una gran proporción de los jóvenes de la región ambiciona graduarse de estudios superiores”.
El informe resalta que, en América Latina, los salarios relativos en las ocupaciones asociadas al conocimiento (como profesionales o directivos) han subido a un ritmo inferior al de las ocupaciones manuales, tales como personal en el cuidado de terceros o trabajadores de la construcción.
“De hecho, un creciente porcentaje de personas con estudios superiores no puede encontrar empleo como profesional y termina empleándose en otras ocupaciones, lo que reafirma la importancia de saber cuáles son las habilidades emergentes y más demandadas”, enfatiza el BID.
Todo este contexto hace que hoy en día, las decisiones sobre qué estudiar sean más difíciles que en el pasado. O como explican los autores del estudio, “muchos jóvenes y trabajadores se preguntan si las ocupaciones que eligieron seguirán existiendo o si quedarán obsoletas y serán reemplazadas por robots o algoritmos. Para quienes ya forman parte del mercado de trabajo, estos cambios también suponen un motivo de ansiedad por la amenaza de perder sus empleos”.
Tendencia principal
Los datos recabados por la investigación indican que entre las ocupaciones que más crecen están las relacionadas con la economía digital (como especialistas en computación) o con servicios (como preparadores de alimentos), al mismo tiempo que aumenta la demanda de habilidades digitales avanzadas, como el manejo de herramientas de desarrollo web y de software, conocimientos de tecnologías de almacenamiento de datos o desarrollo de aplicaciones para teléfonos inteligentes.
Mientras tanto, el empleo para directivos, operarios y trabajadores de reparación y mantenimiento muestra tendencia a la baja, al igual que la demanda de habilidades para esos cargos, como las habilidades de gerencia.
Según el BID, estos cambios están asociados al desarrollo tecnológico, lo que hace que disminuya el empleo en las ocupaciones más susceptibles de ser automatizadas.
“Pero, a diferencia de lo que ocurre en las economías más avanzadas, en la región no se detecta un crecimiento de la demanda de trabajadores con mayor nivel de educación, quizá porque la tecnología no ha penetrado a la misma velocidad”, agrega el estudio.
Ahora bien, más allá de las diferencias entre las tendencias de unos países y otros, los expertos en el tema coinciden en que, a lo largo de la historia, lo que ha permitido que el empleo se mantenga constante a pesar de que se han automatizado cada vez más tareas, es la creación de nuevas ocupaciones y nuevas tareas que solo pueden realizar los seres humanos.
A medida que se introducen nuevas tecnologías en el proceso de producción, van cambiando las tareas que realizan las personas que se desempeñan en una determinada ocupación. Es lo que ocurrió, por ejemplo, con el sector bancario (con la introducción de cajeros automáticos) y con la industria automotriz en sus procesos de automatización.
“Adaptarse a esto requiere un cambio de paradigma por parte de las personas, las empresas, el sector educativo y los gobiernos”, agregan desde el BID.
Polarización laboral
[caption id="attachment_276509" align="alignnone" width="440"] Cambios en la proporción del empleo según tipos de ocupación (2000-2015). BID 2019.[/caption]
En las economías desarrolladas, las ocupaciones de carácter manual (por ejemplo, operarios y personal de mantenimiento) registran la mayor caída de empleos y salarios respecto a las demás, producto de la incorporación de máquinas de control numérico y robots en la producción de bienes.
Los datos del BID muestran también que, por el lado de las ocupaciones automatizables del conocimiento, se registra una pérdida de empleo (y de poder adquisitivo) en el personal administrativo y entre los vendedores, por la incorporación de computadoras, internet y otras tecnologías de la información.
“Estos desplazamientos entre ocupaciones están generando un fenómeno denominado polarización del mercado de trabajo, en el cual, de manera simultánea, aumentan los salarios y la participación en el total de empleo de las ocupaciones con mayores y menores salarios, mientras que los salarios y la participación de ocupaciones medias disminuyen”, remarca el informe.
Esta polarización laboral, sin embargo, está ocurriendo solamente de manera parcial en América Latina: “Aunque han aumentado las ocupaciones de menores y mayores salarios, lo han hecho en menor magnitud, y los movimientos salariales no tienen el mismo comportamiento”.
En comparación con otras regiones, las ocupaciones de nivel medio en América Latina y el Caribe han disminuido su participación en el empleo, mientras que los empleos de altos y bajos salarios han crecido. “Sin embargo, estos cambios han sido menores que los observados en otras regiones”.
Para el BID, la polarización parcial en Latinoamérica también se observa “por la recomposición de las ocupaciones rutinarias y las del conocimiento”: El personal de limpieza y los especialistas financieros fueron las ocupaciones que más crecieron entre 2000 y 2015. A estas se suman otras como vendedores, especialistas en computación y matemáticas, así como preparadores de alimentos, técnicos en salud, abogados, pilotos y controladores aéreos, operarios de la construcción y personal administrativo.
Por el contrario, las ocupaciones que más disminuyeron su participación durante ese periodo fueron gerentes, operadores de maquinaria, personal para el cuidado de terceros, mantenimiento y reparación de maquinaria, conductores, técnicos en ciencia física, especialistas de educación, técnicos en biología, artistas, atletas y guardias de seguridad.
Cambios en el empleo
En América Latina, el denominado “trabajo manual altamente automatizable” ha sufrido una “importante” caída en los últimos años.
“Este fenómeno es similar a lo que sucede en economías más desarrolladas, donde también se observa una caída pronunciada de este tipo de ocupaciones, como conductores u operadores de maquinaria. El avance de máquinas de control numérico y, más recientemente, de robots multiusos para la producción ha reducido la demanda de este tipo de trabajadores”, indica el informe del BID.
Sin embargo, la otra cara de la moneda es el crecimiento de ocupaciones manuales poco automatizables que, por lo general, se encuentran en el ámbito de los servicios (personal de limpieza, preparación de alimentos, o profesionales de la belleza) y que “ha ocurrido en todos los países, a excepción de Brasil y Paraguay”.
[caption id="attachment_276510" align="aligncenter" width="542"] Cambios en el empleo según país (2000-2015). BID 2019[/caption]
Una diferencia entre la tendencia latinoamericana y lo que ha ocurrido en economías desarrolladas, es que la automatización no ha impactado en las “profesiones del conocimiento” donde las personas pueden ser más fácilmente sustituidas por tecnología (por ejemplo personal administrativo).
“En la mayoría de los países analizados”, afirman los expertos del BID, “estas ocupaciones tuvieron un incremento en la región. Una posible explicación es que, en América Latina y el Caribe, la absorción de tecnología de la información en ocupaciones del conocimiento no ha sido tan rápida como en países más desarrollados, por lo que no se descarta que pueda observarse una reducción del empleo, en estas ocupaciones en los próximos años”.
La excepción se encuentra en Chile, Bolivia, Jamaica y México, donde este tipo de empleo sí ha caído en mayor medida.
Comportamiento de los salarios
El tema salarial también es una diferencia importante entre la evolución el empleo en Latinoamérica y las economías avanzadas, ya que, contrario a lo sucedido en estas últimas, las ocupaciones del conocimiento experimentaron incrementos salariales inferiores a los de ocupaciones manuales.
Según el estudio, “durante el periodo analizado, que coincide con un incremento importante en los precios de las mercancías producidas en la región, los salarios de todas las ocupaciones aumentaron, pero los de ocupaciones manuales lo hicieron por encima del promedio, mientras que los de ocupaciones del conocimiento crecieron por debajo del mismo, reduciéndose la desigualdad salarial entre ocupaciones”.
[caption id="attachment_276511" align="alignnone" width="449"] Cambios salario promedio/hora comparado al promedio general (2000-2015). BID 2019[/caption]
Por otro lado, los trabajadores en ocupaciones más susceptibles de automatizarse tuvieron menores crecimientos salariales: “las más automatizables tuvieron un incremento muy pequeño, mientras que las menos susceptibles de ser auto matizadas experimentaron un aumento mucho mayor al promedio. Además, dentro de las ocupaciones del conocimiento, los trabajadores de ocupaciones más susceptibles de ser automatizadas experimentaron un crecimiento menor de los salarios con relación al promedio”.
Según los investigadores, este comportamiento sugiere que hay “una menor demanda de ocupaciones del conocimiento en comparación con las manuales, así como una menor demanda de trabajadores en aquellas ocupaciones donde hay una mayor posibilidad de sustituir a personas por tecnología”.
Educación y subempleo
El estudio del BID encontró además que la disminución en la desigualdad salarial se debe no solo al aumento del salario de los trabajadores de menores ingresos, sino también a una disminución en el retorno a la escolaridad y la experiencia laboral.
Entre 2000 y 2015 hubo un incremento notorio en los años de escolaridad de la población en edad de trabajar en toda Latinoamérica. El grupo poblacional con mayor crecimiento fue el de personas con estudios superiores (técnicos o universitarios), que pasó de ser una quinta parte del total a representar casi un tercio de la fuerza laboral.
“Este es un avance extraordinario, ya que, en tan solo 15 años, la proporción de trabajadores en este grupo se incrementó en un 50%”, explica el informe.
El problema ha sido que, a medida que se han ido incorporando trabajadores con estudios superiores al mercado laboral, la competencia ha sido mayor y, por esta razón, las opciones de ocupación profesional parecen haberse reducido.
[caption id="attachment_276512" align="alignright" width="379"] ¿A qué se debe la insuficiente demanda de trabajo calificado?[/caption]
En este sentido, el incremento de la población con mayor nivel educativo “no se ha visto acompañado por un aumento suficiente de los empleos en ocupaciones del conocimiento”. Por ello, “muchos de estos nuevos universitarios se han empleado en trabajos manuales. De hecho, la menor tendencia a trabajar como profesionales y la mayor probabilidad de emplearse en ocupaciones manuales ha sido mucho más marcada entre la población con estudios secundarios, lo que es indicativo del aumento de la competencia que existe para obtener un empleo del conocimiento”.
Para el BID es un tema pendiente entender mejor los factores que están detrás de la caída en los retornos a la educación y el creciente subempleo de personas con educación superior, “más aún cuando, una gran proporción de los jóvenes de la región ambiciona graduarse de estudios superiores”.