Macri – Morales, un encuentro comercial con mucha política
Por la proximidad de la fecha y le sigilo con el que se ha anunciado, parece que esta vez sí se concretará la cumbre bilateral entre los presidentes de Bolivia y Argentina, Evo Morales y Mauricio Macri, que hasta en cuatro ocasiones habían anunciado el encuentro sin que finalmente se...



Por la proximidad de la fecha y le sigilo con el que se ha anunciado, parece que esta vez sí se concretará la cumbre bilateral entre los presidentes de Bolivia y Argentina, Evo Morales y Mauricio Macri, que hasta en cuatro ocasiones habían anunciado el encuentro sin que finalmente se realice.
El Canciller boliviano Diego Pary fue el encargado de confirmar para el lunes 22 de abril este evento, que ya había anunciado el embajador argentino Normando Álvarez sin concretar la fecha. Un encuentro que tiene una amplia agenda económica pendiente: litio, gas, infraestructuras, etc., pero que llega sobre todo en un momento de especial atención política en ambos países, cuyas elecciones presidenciales estaban convocadas para el 27 de octubre de este año hasta que Bolivia las adelantó una semana.
Atención económica
El encuentro, si se produce, llegará en pleno recrudecimiento de la crisis argentina que se desató durante el Gobierno de Mauricio Macri, quien en la víspera de la Semana Santa añadió más inestabilidad al anunciar un paquete de medidas que pretenden frenar la inflación, congelando entre otras cosas los precios de servicios públicos y de productos de primera necesidad. Las medidas, aparentemente buenas según señalaron incluso sus contrincantes políticos, como el Gobernador de Salta Juan Manuel Urtubey, precandidato del peronismo federal, obtuvieron el efecto contrario: las empresas argentinas se hundieron un 13% en la bolsa de Nueva York y el riesgo país – el que se analiza para fijar los tipos de interés – trepó hasta los 853 puntos, otra vuelta de tuerca para el peso argentino que ya vale la mitad que cuando Macri asumió el poder y que ve el cambio con el dólar 40:1 ya lejano.
Derrumbe
Las recetas liberales de Mauricio Macri, que liberaron el dólar y las exportaciones, no ha dado resultados en el vecino país
El contexto favorece particularmente a Evo Morales en la comparación, que sigue exhibiendo números “portentosos” en crecimiento y macroeconomía y cuya presencia en Buenos Aires alentará al Kirchnerismo. La campaña de Morales para su reelección se basa fundamentalmente en la estabilidad económica, que más allá de los síntomas de resfrío, se siente en la economía real. Para evitar contagios, Morales y su equipo han disparado nuevos fideicomisos para sostener la inversión pública y otros programas de microempleo que eviten “distorsiones” hasta octubre.
Para Morales, colocarse al lado de Macri en esta coyuntura, donde se evidencia el fracaso de la restauración del modelo neoliberal clásico es particularmente beneficioso, puesto que rompe el aislamiento en el que venía cayendo entre fotos del ALBA, de príncipes árabes y de la debacle de Unasur. La “revolución moderada” - que describe Fernando Mayorga – haciendo negocios con Macri lo rebaja del plano de “peligro internacional” al que algunos lo habían remitido.
Lo electoral
Argentina, el país clave del voto en el exterior
Después de acomodar el calendario electoral para dar cabida a las Primarias de enero, se volvió a acomodar para que la elección presidencial no coincida con la Argentina, por lo que se votará el 20 de octubre. Bolivia prepara un dispositivo especial para garantizar la participación en una elección que se prevé ajustada y en la que el MAS no quiere perder opciones.
En 2014, de 300.000 inscritos en 33 países votaron alrededor de 130.000, y casi la mitad de ellos lo hizo en Argentina, que además votó en un 90% al candidato Evo Morales. El dato puede ser clave para definir una segunda vuelta, para lo que se requiere superar un 50% de los votos o sacar diez puntos más que el segundo. En el operativo dos tarijeños, Guillermo Vega como cónsul en Orán y Carlos Brú como cónsul en Salta, tienen roles clave.
Macri ha evitado la foto durante meses. De las cuatro veces que se confirmó cita, una se suspendió por los problemas de salud del presidente Morales, en 2017, el resto se atribuyen a decisiones de la Casa Rosada.
Mauricio Macri llegó a la Presidencia del vecino país agitando una bandera populista contra el populismo de Cristina Fernández de Kirchner y en general, abanderando el proceso de restauración contra el mal llamado “socialismo del siglo XXI” que gobernó el continente en la primera década de este siglo. Evo Morales era entonces un rival político e ideológico. Además, el programa de Cambiemos contaba con las dosis pertinentes de inseguridad, atribuida al migrante ilegal como una receta política casi infalible. El control de fronteras, señalando especialmente a Bolivia, también fue parte del cóctel que le llevó a Los Olivos.
A la fecha, Argentina ha logrado rebajar los volúmenes de compra de gas gracias a cuestionables métodos – como dejar de pagar desde mayo hasta octubre para forzar la negociación y rebajar a mínimos – y también “torpezas” del Ministerio, como ejecutar una boleta de garantía en plena negociación con el FMI. También ha implementado un plan preciso de control de fronteras en Bermejo, que prohíbe los gomones, con la connivencia de Juan Manuel Urtubey. En ese sentido, Macri puede presentar una posición victoriosa ante cualquier negociación si es que lo económico no acaba de desbordarse el lunes, cuando Argentina vuelva a la normalidad tras el feriado.
La previa al encuentro está caldeada, los temas a tratar y el relato que de la cumbre emane acabará por definir las posiciones.
El Canciller boliviano Diego Pary fue el encargado de confirmar para el lunes 22 de abril este evento, que ya había anunciado el embajador argentino Normando Álvarez sin concretar la fecha. Un encuentro que tiene una amplia agenda económica pendiente: litio, gas, infraestructuras, etc., pero que llega sobre todo en un momento de especial atención política en ambos países, cuyas elecciones presidenciales estaban convocadas para el 27 de octubre de este año hasta que Bolivia las adelantó una semana.
Atención económica
El encuentro, si se produce, llegará en pleno recrudecimiento de la crisis argentina que se desató durante el Gobierno de Mauricio Macri, quien en la víspera de la Semana Santa añadió más inestabilidad al anunciar un paquete de medidas que pretenden frenar la inflación, congelando entre otras cosas los precios de servicios públicos y de productos de primera necesidad. Las medidas, aparentemente buenas según señalaron incluso sus contrincantes políticos, como el Gobernador de Salta Juan Manuel Urtubey, precandidato del peronismo federal, obtuvieron el efecto contrario: las empresas argentinas se hundieron un 13% en la bolsa de Nueva York y el riesgo país – el que se analiza para fijar los tipos de interés – trepó hasta los 853 puntos, otra vuelta de tuerca para el peso argentino que ya vale la mitad que cuando Macri asumió el poder y que ve el cambio con el dólar 40:1 ya lejano.
Derrumbe
Las recetas liberales de Mauricio Macri, que liberaron el dólar y las exportaciones, no ha dado resultados en el vecino país
El contexto favorece particularmente a Evo Morales en la comparación, que sigue exhibiendo números “portentosos” en crecimiento y macroeconomía y cuya presencia en Buenos Aires alentará al Kirchnerismo. La campaña de Morales para su reelección se basa fundamentalmente en la estabilidad económica, que más allá de los síntomas de resfrío, se siente en la economía real. Para evitar contagios, Morales y su equipo han disparado nuevos fideicomisos para sostener la inversión pública y otros programas de microempleo que eviten “distorsiones” hasta octubre.
Para Morales, colocarse al lado de Macri en esta coyuntura, donde se evidencia el fracaso de la restauración del modelo neoliberal clásico es particularmente beneficioso, puesto que rompe el aislamiento en el que venía cayendo entre fotos del ALBA, de príncipes árabes y de la debacle de Unasur. La “revolución moderada” - que describe Fernando Mayorga – haciendo negocios con Macri lo rebaja del plano de “peligro internacional” al que algunos lo habían remitido.
Lo electoral
Argentina, el país clave del voto en el exterior
Después de acomodar el calendario electoral para dar cabida a las Primarias de enero, se volvió a acomodar para que la elección presidencial no coincida con la Argentina, por lo que se votará el 20 de octubre. Bolivia prepara un dispositivo especial para garantizar la participación en una elección que se prevé ajustada y en la que el MAS no quiere perder opciones.
En 2014, de 300.000 inscritos en 33 países votaron alrededor de 130.000, y casi la mitad de ellos lo hizo en Argentina, que además votó en un 90% al candidato Evo Morales. El dato puede ser clave para definir una segunda vuelta, para lo que se requiere superar un 50% de los votos o sacar diez puntos más que el segundo. En el operativo dos tarijeños, Guillermo Vega como cónsul en Orán y Carlos Brú como cónsul en Salta, tienen roles clave.
Macri ha evitado la foto durante meses. De las cuatro veces que se confirmó cita, una se suspendió por los problemas de salud del presidente Morales, en 2017, el resto se atribuyen a decisiones de la Casa Rosada.
Mauricio Macri llegó a la Presidencia del vecino país agitando una bandera populista contra el populismo de Cristina Fernández de Kirchner y en general, abanderando el proceso de restauración contra el mal llamado “socialismo del siglo XXI” que gobernó el continente en la primera década de este siglo. Evo Morales era entonces un rival político e ideológico. Además, el programa de Cambiemos contaba con las dosis pertinentes de inseguridad, atribuida al migrante ilegal como una receta política casi infalible. El control de fronteras, señalando especialmente a Bolivia, también fue parte del cóctel que le llevó a Los Olivos.
A la fecha, Argentina ha logrado rebajar los volúmenes de compra de gas gracias a cuestionables métodos – como dejar de pagar desde mayo hasta octubre para forzar la negociación y rebajar a mínimos – y también “torpezas” del Ministerio, como ejecutar una boleta de garantía en plena negociación con el FMI. También ha implementado un plan preciso de control de fronteras en Bermejo, que prohíbe los gomones, con la connivencia de Juan Manuel Urtubey. En ese sentido, Macri puede presentar una posición victoriosa ante cualquier negociación si es que lo económico no acaba de desbordarse el lunes, cuando Argentina vuelva a la normalidad tras el feriado.
La previa al encuentro está caldeada, los temas a tratar y el relato que de la cumbre emane acabará por definir las posiciones.