El Senasag controla la importación de pescado
La época de veda ya comienza y antes que los sábalos del Pilcomayo del área boliviana estén lo suficientemente grandes para el consumo, Argentina ya empezó a importar a Bolivia su producto. La directora del Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria (Senasag), Fátima...



La época de veda ya comienza y antes que los sábalos del Pilcomayo del área boliviana estén lo suficientemente grandes para el consumo, Argentina ya empezó a importar a Bolivia su producto. La directora del Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria (Senasag), Fátima Pacheco, informó que el personal de esta institución realizó varios operativos de control en las fronteras y en los mercados que expenden este producto.
Hay empresas que están certificadas por el Senasag para el ingreso de pescados que cumplen con los requisitos de calidad y salubridad en el traslado. En la venta de productos dentro de los mercados también se debe tomar las precauciones necesarias para conservar los pescados y evitar el contagio de bacterias que pueden traer como consecuencias enfermedades en los consumidores y en los mismos vendedores.
Para mantener la calidad del producto se debe poner a la venta sobre superficies inclinadas para facilitar la eliminación del agua procedente de la fusión del hielo. No debe recibir directamente los rayos del sol. La piel (escamas) del pescado debe ser brillante, elástica con un cierto reflejo metálico, y estar adherida a la carne. Nunca debe desprender un olor fétido, síntoma claro e inconfundible de su mal estado.
Las escamas del pescado deben estar intactas, brillantes y húmedas; un pescado que pierde las escamas está pasado. Los ojos mantendrán un aspecto vivo y con brillo; si se encuentran turbios o hundidos se recomienda no consumir. La carne de los filetes debe ser consistente y firme, húmeda y no debe estar ni seca ni amarillenta. La cavidad abdominal (tripa) deberá tener abundantes manchas de sangre y las branquias serán rosadas y estarán húmedas.
Hay empresas que están certificadas por el Senasag para el ingreso de pescados que cumplen con los requisitos de calidad y salubridad en el traslado. En la venta de productos dentro de los mercados también se debe tomar las precauciones necesarias para conservar los pescados y evitar el contagio de bacterias que pueden traer como consecuencias enfermedades en los consumidores y en los mismos vendedores.
Para mantener la calidad del producto se debe poner a la venta sobre superficies inclinadas para facilitar la eliminación del agua procedente de la fusión del hielo. No debe recibir directamente los rayos del sol. La piel (escamas) del pescado debe ser brillante, elástica con un cierto reflejo metálico, y estar adherida a la carne. Nunca debe desprender un olor fétido, síntoma claro e inconfundible de su mal estado.
Las escamas del pescado deben estar intactas, brillantes y húmedas; un pescado que pierde las escamas está pasado. Los ojos mantendrán un aspecto vivo y con brillo; si se encuentran turbios o hundidos se recomienda no consumir. La carne de los filetes debe ser consistente y firme, húmeda y no debe estar ni seca ni amarillenta. La cavidad abdominal (tripa) deberá tener abundantes manchas de sangre y las branquias serán rosadas y estarán húmedas.