La muerte súbita en Tarija y las alarmas de su presencia
La muerte súbita cardíaca es muy frecuente en todo el mundo y su presencia también es considerable en Tarija. Según datos médicos los derrames cerebrales y las deficiencias cardiacas son las dos causantes de este problema que devasta a familias enteras de un momento a otro. De acuerdo a...



La muerte súbita cardíaca es muy frecuente en todo el mundo y su presencia también es considerable en Tarija. Según datos médicos los derrames cerebrales y las deficiencias cardiacas son las dos causantes de este problema que devasta a familias enteras de un momento a otro.
De acuerdo a consultas y atenciones en centros públicos, privados y de la seguridad social, la Sociedad Boliviana de Cardiología y especialistas estiman que al día se registran 15 casos de infarto en Bolivia. El estrés y los hábitos alimenticios son algunas causas. En Tarija hace un par de años se habló del aumento de la mala alimentación.
La muerte súbita viene precedida por la pérdida brusca de conciencia dentro de, como máximo, la hora que sigue al inicio de los síntomas, en un individuo con una cardiopatía de base conocida o desconocida. Es frecuente en ancianos, pero también hay un índice considerable de esta afección en niños y adolescentes.
En menores de 35 años, entre las causas más comunes de muerte súbita están las miocardiopatías (hipertrófica, arritmogénica, dilatada), las anomalías coronarias y las canalopatías. Muchas de estas cardiopatías no presentan síntomas, son silenciosas, sin embargo, se recomienda consultar con el pediatra o cardiólogo cuando, durante la actividad deportiva, se produzcan mareos, pérdidas de conocimiento, dolores torácicos puntuales o palpitaciones.
Hay que tener en cuenta que la muerte súbita cardíaca puede recuperarse mediante maniobras de resucitación cardiopulmonar adecuada y, por tanto, puede ser recidivante (Enfermedad o trastorno que tiende a reaparecer después de un período de curación). En Tarija ha habido ya muchos casos de éstos y según los médicos de la región, continúan sumando.
Juana estaba hospitalizada y en estado de coma tras haber sufrido una embolia. Su esposo y sus tres hijos comenzaban a temer lo peor. Todo comenzó hace dos meses atrás, eran poco más de las cuatro de la tarde cuando tocaron el timbre de la vivienda particular de Juana de 54 años de edad, ella tenía invitados a tomar el té por lo que a toda prisa fue a abrir la puerta pensando en recibir a uno más de sus convidados a tertuliar, pero lo que recibió fue una notificación judicial para su marido.
Dos de sus invitadas notaron que Juana demoraba demasiado en regresar y cuando al final decidieron salir a buscarla la encontraron inconsciente en el piso con la notificación en la mano derecha.
Le dio embolia y se recuperó lentamente, la lesión en su cerebro le causó un déficit intelectual a su atención y a su memoria. Sus hijos y su esposo felices de que estuviera viva tuvieron que sobrellevar el hecho de que todos los recuerdos se le hayan perdido; y es que esa vida de detalles y sucesos familiares había desaparecido. Ahora debían conocerla en su nueva forma de ser y actuar.
La salud es el bien más preciado, sin embargo nadie la tiene garantizada, son pocas las personas que aseguran tener un buen control con chequeo médico anual y más los que admiten que ante cualquier malestar, dolor de cabeza o de estómago, acuden a la farmacia más cercana.
Ataques cerebrales
Si bien en Tarija no existen datos sobre la cantidad de personas que hayan sufrido embolia y derrame cerebral, se conoce sobre la incidencia de accidentes vasculares de tipo embólico sobre todo porque prevalecen los pacientes chagásicos.
El chagas al ser una dolencia que ataca al corazón va formando trombos (coágulos al interior del vaso sanguíneo) que van a tapar las diferentes arterias del cerebro, de ahí el mayor riesgo de que estos pacientes puedan sufrir embolia.
El neurocirujano, Marcelo Zenteno, aclara que personas de la tercera edad tienen también mayor riesgo de sufrir embolia, en tanto los accidentes hemorrágicos que con frecuencia se dan por presión alta o por alguna malformación congénita pueden ocurrirle a personas más jóvenes.
“Vencí el derrame y el coma”
Agosto de 1985 fue una fecha que marcó la vida de Betty, pues su convivencia con dolores de cabeza frecuentes comenzaba a volverse insoportable. Una mañana al despertar notó que no podía ver bien con el ojo izquierdo, por lo que decidió ir al oftalmólogo, quien la transfirió al neurocirujano de inmediato.
Le realizaron una tomografía y se vio un sangrado en el lado izquierdo de su cerebro. “No sé porque me pasó, no tuve golpes ni disgustos, el dolor de cabeza era terrible”, comenta Betty, quien fue intervenida quirúrgicamente.
Después de su operación quedó en estado de coma por un mes, empero cuando recuperó la conciencia tenía amnesia, después de seis meses desde su operación recién pudo recordar a sus hijos.
La recuperación fue lenta pero esta mujer logró vencer toda adversidad para seguir adelante, ya que después de un año y más de su operación pudo volver a trabajar como enfermera, labor a la que dedicó 37 años de su vida.
“Quedé tan inestable que incluso no podía caminar, aún rameo de mi pie izquierdo, pero mi estado de salud es bueno. Hago mis controles periódicamente y puedo trabajar”, cuenta la enfermera.
Recomienda tomar todas las precauciones posibles entre ellas no automedicarse y acudir al doctor en caso de tener dolores de cabeza fuertes, ya que no es normal sufrir de estas molestias.
Además en caso de que los niños reciban un golpe fuerte en la cabeza con hematoma asegura que es necesario buscar ayuda médica, pues el ignorar esto podría a la larga “motivar un derrame o convulsiones”.
Más vale prevenir
Los ataques del corazón se producen cuando se obstruyen las arterias coronarias, lo que provoca un riego sanguíneo insuficiente y, en pocos minutos, puede causar una muerte súbita cardiaca. No obstante los paros cardiacos pueden revertirse, sobre todo si logramos verlos venir y nos hacemos el control respectivo para evitarlos.
Aproximadamente la mitad de los pacientes con infarto presentan síntomas de advertencia antes del incidente.
Estos síntomas se suceden de manera gradual, en el transcurso de varios minutos, y detectar cualquiera de ellos a tiempo es esencial para evitar que el infarto provoque un daño irreparable.
Los primeros minutos a partir del momento en que se suceden los síntomas son vitales: el 75% de las muertes se producen en la primera hora desde el instante en que nos damos cuenta de que algo no marcha bien. La buena noticia es que, si actuamos rápido y llegamos al hospital a tiempo, la probabilidad de sobrevivir es del 95%.
Es también clave someterse a una simple revisión cardiológica, ya que "es capaz de detectar la mayor parte de las cardiopatías causantes de muerte súbita", reconoce la cardióloga Alicia Maceira.
Mejor que sea una falsa alarma
Si notamos alguno de los síntomas lo más inteligente es acudir de inmediato a algún servicio de urgencias.
Muchas personas no actúan con suficiente rapidez, porque el dolor no es demasiado intenso o porque no reconocen los síntomas, y sólo se dan cuenta de que algo grave ha ocurrido cuando están tendidos en el suelo. Esperar hasta lo último puede resultar fatal
En torno a un cuarto de los infartos son silentes: aparecen sin dolor de pecho y ningún otro síntoma. Como reconoció el cardiólogo, el doctor Valentí Fuster, en una de sus conferencias, “lo que de verdad resulta frustrante no es la gente que acude a Urgencias y no tiene un infarto, sino la gente que tiene el infarto y no viene, sabiendo que el 95% de las personas que mueren así las hubiéramos podido salvar. Y es algo que pasa cada día”.
Entre los síntomas premonitorios están:
-Los desmayos repetidos
- Las palpitaciones fuertes
- Los dolores en el pecho.
Los principales
afectados
Muerte súbita en lactantes
Este síndrome es la muerte repentina e inexplicable de los bebés menores de un año de edad y supone la principal causa de muerte en el primer año de vida. En la mayoría de los casos el fallecimiento se produce entre el segundo y el cuarto mes, muchas veces mientras el lactante está durmiendo en sus cunas.
Muerte súbita en deportistas
Los deportistas, especialmente los gimnastas, los ciclistas y, sobre todo, los futbolistas, conforman un grupo de población que puede experimentar este episodio durante la práctica de la actividad física.
Muerte súbita en ancianos
En el caso de los mayores, casi el 90 por ciento de las muertes súbitas son producidas por lesiones en las arterias coronarias causadas, en muchas ocasiones, por el consumo de tabaco o por un nivel alto de colesterol.
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De acuerdo a consultas y atenciones en centros públicos, privados y de la seguridad social, la Sociedad Boliviana de Cardiología y especialistas estiman que al día se registran 15 casos de infarto en Bolivia. El estrés y los hábitos alimenticios son algunas causas. En Tarija hace un par de años se habló del aumento de la mala alimentación.
La muerte súbita viene precedida por la pérdida brusca de conciencia dentro de, como máximo, la hora que sigue al inicio de los síntomas, en un individuo con una cardiopatía de base conocida o desconocida. Es frecuente en ancianos, pero también hay un índice considerable de esta afección en niños y adolescentes.
En menores de 35 años, entre las causas más comunes de muerte súbita están las miocardiopatías (hipertrófica, arritmogénica, dilatada), las anomalías coronarias y las canalopatías. Muchas de estas cardiopatías no presentan síntomas, son silenciosas, sin embargo, se recomienda consultar con el pediatra o cardiólogo cuando, durante la actividad deportiva, se produzcan mareos, pérdidas de conocimiento, dolores torácicos puntuales o palpitaciones.
Hay que tener en cuenta que la muerte súbita cardíaca puede recuperarse mediante maniobras de resucitación cardiopulmonar adecuada y, por tanto, puede ser recidivante (Enfermedad o trastorno que tiende a reaparecer después de un período de curación). En Tarija ha habido ya muchos casos de éstos y según los médicos de la región, continúan sumando.
Juana estaba hospitalizada y en estado de coma tras haber sufrido una embolia. Su esposo y sus tres hijos comenzaban a temer lo peor. Todo comenzó hace dos meses atrás, eran poco más de las cuatro de la tarde cuando tocaron el timbre de la vivienda particular de Juana de 54 años de edad, ella tenía invitados a tomar el té por lo que a toda prisa fue a abrir la puerta pensando en recibir a uno más de sus convidados a tertuliar, pero lo que recibió fue una notificación judicial para su marido.
Dos de sus invitadas notaron que Juana demoraba demasiado en regresar y cuando al final decidieron salir a buscarla la encontraron inconsciente en el piso con la notificación en la mano derecha.
Le dio embolia y se recuperó lentamente, la lesión en su cerebro le causó un déficit intelectual a su atención y a su memoria. Sus hijos y su esposo felices de que estuviera viva tuvieron que sobrellevar el hecho de que todos los recuerdos se le hayan perdido; y es que esa vida de detalles y sucesos familiares había desaparecido. Ahora debían conocerla en su nueva forma de ser y actuar.
La salud es el bien más preciado, sin embargo nadie la tiene garantizada, son pocas las personas que aseguran tener un buen control con chequeo médico anual y más los que admiten que ante cualquier malestar, dolor de cabeza o de estómago, acuden a la farmacia más cercana.
Ataques cerebrales
Si bien en Tarija no existen datos sobre la cantidad de personas que hayan sufrido embolia y derrame cerebral, se conoce sobre la incidencia de accidentes vasculares de tipo embólico sobre todo porque prevalecen los pacientes chagásicos.
El chagas al ser una dolencia que ataca al corazón va formando trombos (coágulos al interior del vaso sanguíneo) que van a tapar las diferentes arterias del cerebro, de ahí el mayor riesgo de que estos pacientes puedan sufrir embolia.
El neurocirujano, Marcelo Zenteno, aclara que personas de la tercera edad tienen también mayor riesgo de sufrir embolia, en tanto los accidentes hemorrágicos que con frecuencia se dan por presión alta o por alguna malformación congénita pueden ocurrirle a personas más jóvenes.
“Vencí el derrame y el coma”
Agosto de 1985 fue una fecha que marcó la vida de Betty, pues su convivencia con dolores de cabeza frecuentes comenzaba a volverse insoportable. Una mañana al despertar notó que no podía ver bien con el ojo izquierdo, por lo que decidió ir al oftalmólogo, quien la transfirió al neurocirujano de inmediato.
Le realizaron una tomografía y se vio un sangrado en el lado izquierdo de su cerebro. “No sé porque me pasó, no tuve golpes ni disgustos, el dolor de cabeza era terrible”, comenta Betty, quien fue intervenida quirúrgicamente.
Después de su operación quedó en estado de coma por un mes, empero cuando recuperó la conciencia tenía amnesia, después de seis meses desde su operación recién pudo recordar a sus hijos.
La recuperación fue lenta pero esta mujer logró vencer toda adversidad para seguir adelante, ya que después de un año y más de su operación pudo volver a trabajar como enfermera, labor a la que dedicó 37 años de su vida.
“Quedé tan inestable que incluso no podía caminar, aún rameo de mi pie izquierdo, pero mi estado de salud es bueno. Hago mis controles periódicamente y puedo trabajar”, cuenta la enfermera.
Recomienda tomar todas las precauciones posibles entre ellas no automedicarse y acudir al doctor en caso de tener dolores de cabeza fuertes, ya que no es normal sufrir de estas molestias.
Además en caso de que los niños reciban un golpe fuerte en la cabeza con hematoma asegura que es necesario buscar ayuda médica, pues el ignorar esto podría a la larga “motivar un derrame o convulsiones”.
Más vale prevenir
Los ataques del corazón se producen cuando se obstruyen las arterias coronarias, lo que provoca un riego sanguíneo insuficiente y, en pocos minutos, puede causar una muerte súbita cardiaca. No obstante los paros cardiacos pueden revertirse, sobre todo si logramos verlos venir y nos hacemos el control respectivo para evitarlos.
Aproximadamente la mitad de los pacientes con infarto presentan síntomas de advertencia antes del incidente.
Estos síntomas se suceden de manera gradual, en el transcurso de varios minutos, y detectar cualquiera de ellos a tiempo es esencial para evitar que el infarto provoque un daño irreparable.
Los primeros minutos a partir del momento en que se suceden los síntomas son vitales: el 75% de las muertes se producen en la primera hora desde el instante en que nos damos cuenta de que algo no marcha bien. La buena noticia es que, si actuamos rápido y llegamos al hospital a tiempo, la probabilidad de sobrevivir es del 95%.
Es también clave someterse a una simple revisión cardiológica, ya que "es capaz de detectar la mayor parte de las cardiopatías causantes de muerte súbita", reconoce la cardióloga Alicia Maceira.
Mejor que sea una falsa alarma
Si notamos alguno de los síntomas lo más inteligente es acudir de inmediato a algún servicio de urgencias.
Muchas personas no actúan con suficiente rapidez, porque el dolor no es demasiado intenso o porque no reconocen los síntomas, y sólo se dan cuenta de que algo grave ha ocurrido cuando están tendidos en el suelo. Esperar hasta lo último puede resultar fatal
En torno a un cuarto de los infartos son silentes: aparecen sin dolor de pecho y ningún otro síntoma. Como reconoció el cardiólogo, el doctor Valentí Fuster, en una de sus conferencias, “lo que de verdad resulta frustrante no es la gente que acude a Urgencias y no tiene un infarto, sino la gente que tiene el infarto y no viene, sabiendo que el 95% de las personas que mueren así las hubiéramos podido salvar. Y es algo que pasa cada día”.
Entre los síntomas premonitorios están:
-Los desmayos repetidos
- Las palpitaciones fuertes
- Los dolores en el pecho.
Los principales
afectados
Muerte súbita en lactantes
Este síndrome es la muerte repentina e inexplicable de los bebés menores de un año de edad y supone la principal causa de muerte en el primer año de vida. En la mayoría de los casos el fallecimiento se produce entre el segundo y el cuarto mes, muchas veces mientras el lactante está durmiendo en sus cunas.
Muerte súbita en deportistas
Los deportistas, especialmente los gimnastas, los ciclistas y, sobre todo, los futbolistas, conforman un grupo de población que puede experimentar este episodio durante la práctica de la actividad física.
Muerte súbita en ancianos
En el caso de los mayores, casi el 90 por ciento de las muertes súbitas son producidas por lesiones en las arterias coronarias causadas, en muchas ocasiones, por el consumo de tabaco o por un nivel alto de colesterol.
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