Senapi y Abaiem buscan que artistas registren su creación
A tiempo de informar que en 2018 la cantidad de solicitudes para el registro de derechos de autor en cuanto a la propiedad intelectual llegó a 140, una cifra superior a la del año pasado, en Tarija aún no existe la cultura de la patente, apuntó la responsable de la oficina regional del...
A tiempo de informar que en 2018 la cantidad de solicitudes para el registro de derechos de autor en cuanto a la propiedad intelectual llegó a 140, una cifra superior a la del año pasado, en Tarija aún no existe la cultura de la patente, apuntó la responsable de la oficina regional del Servicio Nacional de Propiedad Intelectual (Senapi), Sonia Buitrago.
En la misma línea, el presidente de la Asociación Boliviana de Artistas, Intérpretes y Ejecutantes de Música (Abaiem), Diego Flores, estuvo de acuerdo en que el artista debe anotar su obra, porque después podrá cobrar cuando la difundan, pero que no lo hacen, además pidió a Senapi facilitarles el registro porque “lo hace muy difícil”.
Difusión
Según Buitrago, si bien se superó la cantidad de registro del año pasado, es necesario realizar labores de difusión y fue una de las tareas principales que encaró en 2018, implementó capacitaciones en universidades, colegios e instituciones relacionadas con este tema con la Dirección de Cultura y la Secretaría de Desarrollo Productivo del Gobierno Municipal, que convocaron a la gente que trabaja con ellos, además de concursos de innovaciones.
Subrayó que el registrar un producto, una creación o una marca, otorga seguridad jurídica a su propietario, que nadie lo copie, brinda los derechos de autor sobre una canción, la protege del plagio o que la utilicen, la modifiquen o reproduzcan por cualquier medio sin la autorización del autor.
“El objetivo del registro es contar con un medio probatorio que va a ser el arma que la persona va a utilizar para demostrar que es el creador de esa marca, de esa invención u obra, ese es el objetivo principal”, subrayó.
Sin embargo, Flores lamentó que el Senapi haga difícil para el artista el registro de sus temas, por lo que pidió otorgarles más posibilidades, mientras que desde la entidad que preside buscan que ellos apunten sus creaciones, además de resolver y conciliar cuando aparecen conjuntos con el mismo nombre.
“En Bolivia está muy mal pagado el compositor, cuando registran sus obras en otros países, créame, vuelven con grandes regalías, controlan estrictamente. En Bolivia dejamos pasar muchas cosas en alto y lamentablemente está mal”, sostuvo.
Estuvo de acuerdo que el ejecutante o el grupo que toca una canción debe pagar si no es su tema. Además es una suma mínima la que se cobra. Contó que el nuevo estatuto de la entidad -que prontamente estará en vigencia- también contempla el cobro de las franquicias por la difusión a través de radioemisoras o canales de televisión.
“Hay muchos programas que gracias a los artistas se enriquecen”, concluyó.
Requisitos para inscribir en el Senapi una obra
Según Sonia Buitrago, el Senapi es una institución desconcentrada del Ministerio de Desarrollo Productivo y Economía Plural que se encarga del registro y de la creación de la propiedad intelectual en dos ramas, derechos de autor y propiedad industrial.
En el primer rubro se apuntan las obras literarias, artísticas y científicas. El registro se lo hace una sola vez, queda protegida toda la vida del autor y 50 años después de su muerte a favor de sus herederos o legatarios y no necesita renovación.
En el caso de los libros se cancela 200 bolivianos, un programa de ordenador 150, una tesis 100 y un folleto 50. Si es una obra musical, de una a 15 canciones el registro cuesta 100 bolivianos. A esto se suma otros 255 bolivianos para la publicación en la Gaceta Oficial de Bolivia.
Otros requisitos son: llenar un formulario con los detalles de la obra, fotocopia de carnet de identidad, carta de solicitud dirigida a la Dirección de Derechos de Autor del Senapi y las boletas de depósito, todos ellos en un sobre manila sin cerrar ni rotular.
En cuanto a los programas informáticos, un disco compacto con el software ejecutable y el manual del usuario. El trámite tarda entre 10 a 15 días.
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En la misma línea, el presidente de la Asociación Boliviana de Artistas, Intérpretes y Ejecutantes de Música (Abaiem), Diego Flores, estuvo de acuerdo en que el artista debe anotar su obra, porque después podrá cobrar cuando la difundan, pero que no lo hacen, además pidió a Senapi facilitarles el registro porque “lo hace muy difícil”.
Difusión
Según Buitrago, si bien se superó la cantidad de registro del año pasado, es necesario realizar labores de difusión y fue una de las tareas principales que encaró en 2018, implementó capacitaciones en universidades, colegios e instituciones relacionadas con este tema con la Dirección de Cultura y la Secretaría de Desarrollo Productivo del Gobierno Municipal, que convocaron a la gente que trabaja con ellos, además de concursos de innovaciones.
Subrayó que el registrar un producto, una creación o una marca, otorga seguridad jurídica a su propietario, que nadie lo copie, brinda los derechos de autor sobre una canción, la protege del plagio o que la utilicen, la modifiquen o reproduzcan por cualquier medio sin la autorización del autor.
“El objetivo del registro es contar con un medio probatorio que va a ser el arma que la persona va a utilizar para demostrar que es el creador de esa marca, de esa invención u obra, ese es el objetivo principal”, subrayó.
Sin embargo, Flores lamentó que el Senapi haga difícil para el artista el registro de sus temas, por lo que pidió otorgarles más posibilidades, mientras que desde la entidad que preside buscan que ellos apunten sus creaciones, además de resolver y conciliar cuando aparecen conjuntos con el mismo nombre.
“En Bolivia está muy mal pagado el compositor, cuando registran sus obras en otros países, créame, vuelven con grandes regalías, controlan estrictamente. En Bolivia dejamos pasar muchas cosas en alto y lamentablemente está mal”, sostuvo.
Estuvo de acuerdo que el ejecutante o el grupo que toca una canción debe pagar si no es su tema. Además es una suma mínima la que se cobra. Contó que el nuevo estatuto de la entidad -que prontamente estará en vigencia- también contempla el cobro de las franquicias por la difusión a través de radioemisoras o canales de televisión.
“Hay muchos programas que gracias a los artistas se enriquecen”, concluyó.
Requisitos para inscribir en el Senapi una obra
Según Sonia Buitrago, el Senapi es una institución desconcentrada del Ministerio de Desarrollo Productivo y Economía Plural que se encarga del registro y de la creación de la propiedad intelectual en dos ramas, derechos de autor y propiedad industrial.
En el primer rubro se apuntan las obras literarias, artísticas y científicas. El registro se lo hace una sola vez, queda protegida toda la vida del autor y 50 años después de su muerte a favor de sus herederos o legatarios y no necesita renovación.
En el caso de los libros se cancela 200 bolivianos, un programa de ordenador 150, una tesis 100 y un folleto 50. Si es una obra musical, de una a 15 canciones el registro cuesta 100 bolivianos. A esto se suma otros 255 bolivianos para la publicación en la Gaceta Oficial de Bolivia.
Otros requisitos son: llenar un formulario con los detalles de la obra, fotocopia de carnet de identidad, carta de solicitud dirigida a la Dirección de Derechos de Autor del Senapi y las boletas de depósito, todos ellos en un sobre manila sin cerrar ni rotular.
En cuanto a los programas informáticos, un disco compacto con el software ejecutable y el manual del usuario. El trámite tarda entre 10 a 15 días.
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