Redes Sociales son aún poco más que diversión en Tarija
Las redes sociales como el Facebook, WhatsApp, Instagram o Twitter aún no son utilizadas en su cabalidad en Tarija, no se explotan sus potencialidades, una gran mayoría de los ciudadanos solo lo hace con fines de interacción social y diversión. Los jóvenes son los que más se encuentran...
Las redes sociales como el Facebook, WhatsApp, Instagram o Twitter aún no son utilizadas en su cabalidad en Tarija, no se explotan sus potencialidades, una gran mayoría de los ciudadanos solo lo hace con fines de interacción social y diversión. Los jóvenes son los que más se encuentran interiorizados sobre su funcionamiento.
Para el Coordinador del Centro de Investigación e Innovación Tecnológica (CIIT) de la Universidad Privada Domingo Savio (UPDS), Víctor Yucra Solano, las redes sociales comportan una temática compleja y a la vez simple.
Es compleja en el sentido que se dispone de una estructura de conocimientos, desde su concepción, su utilización e impacto entre las personas que interactúan en bloques y comunidades digitales. Y simple por la facilidad con la que se puede acceder a ellos.
Por esta razón las entidades universitarias y académicas conciben que los estudiantes ya tienen un grado cultural y madurez para entender cómo pueden suscribirse a una cuenta y operarla, pero lo que una gran mayoría de los usuarios ignora son las condiciones de uso. “Por ejemplo, en el caso de Facebook hay una cláusula que indica que todo lo que se publica es de propiedad de quienes manejan esta red”.
Apuntó que el uso común que le da la gente es para mandar o recibir textos, fotos, videos y diversión e interacción social, pero también puede ser utilizado con fines educativos, empresariales, promocionar productos y no es necesario tener una preparación especializada, un estudiante de Informática, Sistemas o sus similares ya tiene la plataforma de conocimientos para poder operarlas.
Conocimiento
En esta línea, el activista digital y estudiante de cuarto año en la carrera de Derecho de la UPDS, Raúl Ignacio Chumacero Amador, sostuvo que si bien hay un previo conocimiento en los jóvenes y adolescentes sobre el manejo de redes, no las utilizan de manera correcta.
“En las universidades se desvaloriza y no se le da mucha importancia a las redes sociales, no hay una planificación estratégica en su uso –dijo-, no han visto todavía lo que se puede lograr, solo es una materia más, no le dan la importancia, el valor y los logros que se pueden obtener a través de ellas”.
Por su parte, el también activista digital y estudiante de segundo año en la carrera de
Comunicación Social de la Universidad Católica Boliviana (UCB) Tarija, Guillermo Javier Loayza, agregó que también tienen otras cualidades como promocionar de manera masiva y barata productos comerciales, promocionar como figura pública a un político o a un activista, todo eso con bajo presupuesto, “Solo es necesario utilizarlos estratégicamente”, subrayó.
“Recién nos estamos dando cuenta de cuán importantes son las redes sociales, lo dejamos de lado como si fuera algo solo juvenil, para interacción social, pero no de lo significativas que pueden ser como instrumentos y herramientas”, argumentó.
El boom de las “fake news”
Otro de los fenómenos que se da en las redes e involucra y perjudica a la sociedad son las noticias falsas o “fake news”, advirtió Guillermo Javier Loayza. Son noticias que se suben a las redes sociales pero que no son verdaderas y la gente termina creyéndolas.
Quienes las emiten pueden ser por lo general personas comunes y corrientes, no tienen conocimientos precisos sobre lo que están emitiendo, pueden divulgar cualquier noticia, por lo que se debe identificar la veracidad de lo que comunican.
Una manera es la revisión de la ortografía, recomendó Loayza, quienes emiten noticias falsas no están familiarizados con el uso del lenguaje como lo haría un profesional, por lo que suelen cometer muchos errores en la escritura.
Otra manera es confirmar la fuente de la noticia que se recibe mediante las redes sociales, muchas provienen de páginas que son creadas recientemente, no tiene nombres conocidos, o por lo general son denominaciones poco comunes, por ejemplo “La sopaipilla de la calle”.
También suelen subir noticias y mensajes parcializados con determinada intención, por lo que se debe contrastarlas. Si la información es verdadera, será posible encontrarla también en otras fuentes.
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Para el Coordinador del Centro de Investigación e Innovación Tecnológica (CIIT) de la Universidad Privada Domingo Savio (UPDS), Víctor Yucra Solano, las redes sociales comportan una temática compleja y a la vez simple.
Es compleja en el sentido que se dispone de una estructura de conocimientos, desde su concepción, su utilización e impacto entre las personas que interactúan en bloques y comunidades digitales. Y simple por la facilidad con la que se puede acceder a ellos.
Por esta razón las entidades universitarias y académicas conciben que los estudiantes ya tienen un grado cultural y madurez para entender cómo pueden suscribirse a una cuenta y operarla, pero lo que una gran mayoría de los usuarios ignora son las condiciones de uso. “Por ejemplo, en el caso de Facebook hay una cláusula que indica que todo lo que se publica es de propiedad de quienes manejan esta red”.
Apuntó que el uso común que le da la gente es para mandar o recibir textos, fotos, videos y diversión e interacción social, pero también puede ser utilizado con fines educativos, empresariales, promocionar productos y no es necesario tener una preparación especializada, un estudiante de Informática, Sistemas o sus similares ya tiene la plataforma de conocimientos para poder operarlas.
Conocimiento
En esta línea, el activista digital y estudiante de cuarto año en la carrera de Derecho de la UPDS, Raúl Ignacio Chumacero Amador, sostuvo que si bien hay un previo conocimiento en los jóvenes y adolescentes sobre el manejo de redes, no las utilizan de manera correcta.
“En las universidades se desvaloriza y no se le da mucha importancia a las redes sociales, no hay una planificación estratégica en su uso –dijo-, no han visto todavía lo que se puede lograr, solo es una materia más, no le dan la importancia, el valor y los logros que se pueden obtener a través de ellas”.
Por su parte, el también activista digital y estudiante de segundo año en la carrera de
Comunicación Social de la Universidad Católica Boliviana (UCB) Tarija, Guillermo Javier Loayza, agregó que también tienen otras cualidades como promocionar de manera masiva y barata productos comerciales, promocionar como figura pública a un político o a un activista, todo eso con bajo presupuesto, “Solo es necesario utilizarlos estratégicamente”, subrayó.
“Recién nos estamos dando cuenta de cuán importantes son las redes sociales, lo dejamos de lado como si fuera algo solo juvenil, para interacción social, pero no de lo significativas que pueden ser como instrumentos y herramientas”, argumentó.
El boom de las “fake news”
Otro de los fenómenos que se da en las redes e involucra y perjudica a la sociedad son las noticias falsas o “fake news”, advirtió Guillermo Javier Loayza. Son noticias que se suben a las redes sociales pero que no son verdaderas y la gente termina creyéndolas.
Quienes las emiten pueden ser por lo general personas comunes y corrientes, no tienen conocimientos precisos sobre lo que están emitiendo, pueden divulgar cualquier noticia, por lo que se debe identificar la veracidad de lo que comunican.
Una manera es la revisión de la ortografía, recomendó Loayza, quienes emiten noticias falsas no están familiarizados con el uso del lenguaje como lo haría un profesional, por lo que suelen cometer muchos errores en la escritura.
Otra manera es confirmar la fuente de la noticia que se recibe mediante las redes sociales, muchas provienen de páginas que son creadas recientemente, no tiene nombres conocidos, o por lo general son denominaciones poco comunes, por ejemplo “La sopaipilla de la calle”.
También suelen subir noticias y mensajes parcializados con determinada intención, por lo que se debe contrastarlas. Si la información es verdadera, será posible encontrarla también en otras fuentes.
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